El grupo, fundado por profesionales en ciencias sociales, propone una nueva forma de descubrir las historias ocultas en los barrios de la ciudad, no sólo para turistas
Eternautas es un grupo de profesionales de ciencias sociales dirigidos por tres historiadores que desde hace varios años se dedica a explicar Buenos Aires, narrar su historia y sus historias, y en definitiva, aportar información obtenida en sus investigaciones para comprenderla disfrutarla mejor…
Declarado de interés cultural y turístico por el Gobierno de la Ciudad Autónoma y de interés cultural por la Cámara de Diputados de la Nación, en 2008 publicaron su primer libro, Buenos Aires tiene historia , en el que vuelcan el trabajo realizado desde 1999 a partir de 11 recorridos transformados en capítulos. Estos circuitos transitan los lugares más conocidos de la ciudad y otros menos turísticos, aunque igualmente atractivos, como el centro histórico, el primer arrabal, el puerto gringo, la París de Sudamérica, el cementerio de la Recoleta, Palermo Viejo, los barrios olvidados de ese "otro" sur y sus monumentos, entre otros.
"Cuando terminamos la carrera de Historia y se nos presentaban como posibles horizontes la investigación o la docencia, no imaginábamos que además de volcarnos hacia ellas abordaríamos también la relación entre la historia y el público en un ámbito diferente", relata Ricardo Watson, uno de los fundadores del grupo.
Con algunos circuitos prediseñados, apenas se largaron a la calle encontraron temas y objetos que demandaban explicaciones e interpelaciones. Recorrer, observar, relacionar, pensar y, finalmente, proponer una lectura crítica resultaron ser los ejercicios que dieron origen a su propuesta. Abordar la ciudad en movimiento les permitió una divulgación de su historia, que evidentemente resulta original y efectiva.
"La bibliografía es muy diversa: textos sobre una variedad de temas; mapas y planos urbanos de distintos períodos; análisis de obras y proyectos públicos y privados; historias de familias y de barrios; crónicas sociales; diarios y revistas; álbumes de fotos publicados e inéditos", detalla Watson sobre las fuentes consultadas.
Y agrega: "Buena parte de la información que terminó volcándose en nuestros recorridos urbanos por Buenos Aires surgió tanto del diálogo con el público que asistió a ellos y a los cursos que comenzamos a dictar en 2002, como a nuestras conversaciones con otros historiadores, arquitectos, funcionarios, docentes y familiares, y por supuesto entre nosotros y los profesionales que se fueron sumando como guías culturales a Eternautas, que aportaron también lo suyo desde distintas disciplinas como Letras, Artes, Geografía, Antropología, Sociología, Economía, Comunicación".
Porteños inquietos y ciudadanos de paso acudían los sábados y domingos en la librería Clásica y Moderna, de donde partían sus recorridos en combi. Tiempo después Eternautas se mudó a la esquina de Florida y Marcelo T. de Alvear, desde la que salen muchos de sus viajes históricos. En 2006, empezaron a desarrollar proyectos editoriales, audiovisuales y educativos, que se plasmaron un año después en sus investigaciones y asesoría histórica para el nuevo canal de TV Encuentro, y la ampliación de su oferta de cursos sobre historia ciudadana.
Según Watson, para superar la crisis de 2001 debieron reconvertir muchos de los paseos en intensivas caminatas, y a la par profundizaron su vínculo con otro público, creciente desde la devaluación del peso en 2002 y casi tan demandante como el anterior: los extranjeros que visitan Buenos Aires.
Los interesados en viajar en el tiempo pueden consultar el calendario de salidas en www.eternautas.com
Por Alejandro Rapetti
Para LA NACION
Palermo Viejo y Avenida del Libertador
Eternautas realiza dos caminatas para profundizar en la historia de dos barrios. La primera es por Palermo Viejo, arranca en plaza Italia y avanza por Borges hasta adentrarse en Villa Alvear, el corazón del barrio cuyo centro es la plazoleta Cortázar. Se explican los orígenes del nombre del actual barrio, el papel del arroyo Maldonado en la urbanización de la zona, la fundación mítica que Borges ubicó ahí y mucho más.
La segunda caminata pasa por los monumentos que se encuentran entre Recoleta y Palermo Chico. El eje de la Avenida del Libertador, y por momentos Figueroa Alcorta, concentra complejos estatuarios destacados, resultado de decisiones estatales o fruto de iniciativas privadas. El recorrido se concentra en el proceso de embellecimiento que se produjo en Buenos Aires desde finales del siglo XIX, cuando proliferaron monumentos con carácter educativo.