Hoy el turismo predominantemente activo, requiere destinos con adecuada animación

Por Antonio Torrejón: En este Siglo XXI, cambió la demanda predominante de los mercados turísticos, el visitante busca las “cosas diferentes, Provocadoras de ser visitadas , con movimiento”, los “productos participativos, animados, de grato pasar”, los que le provean, por encima de todo –satisfacción-. “gastar adrenalina”….

Según la Organización Mundial de Turismo, en las últimas décadas el turista, dejó de tener una aptitud “estática” (de sol, playa o sierras en varias semanas de vacaciones), para pasar a un turismo “activo”, donde el hombre desea y se convierte en un protagonista de aventuras, actividades y movimientos. El hombre pasó de la platea, a vivir el escenario.

Lo que requiere hoy el turista, por la vía de preparados profesionales, es el transcurrir, vivir, horas agradables, animadas, entretenidas.
La rutina de quedarse en un lugar en un destino turístico, no sólo significa “lo antiguo” (de un turismo estático, de casinos, salas de juego, o espectáculos públicos), sino que más allá un nuevo “swing”, (caso Península Valdés) desde los centros de hospedaje, a los servicios emblemáticos que originan esencialmente, los viajes (avistaje de ballenas, de toninas, pingüinos, elefantes, lobos, orcas, buceo deportivo, etc., trekking u overlands por la naturaleza, en  balnearios, etc.) agregando actividades y previsiones que pueden hacer sentir al ser humano como alguien que a partir de ser “respetado”, se le aproximan opciones, culturales, sociales, de información o propuestas de actividades, que le aportan conocimiento (vía programas modernos de interpretación), u horas de un “ocio activo”, que ayude en la recreación con métodos gratos y entendibles.

El sujeto, pues, de este perfeccionamiento es siempre el lugareño que sale a recrearse o el turista; personas que aportan su disposición a la información que le da alguien, profesional y “con buenos métodos y onda”. En todos los casos, nos encontramos casi siempre con viajeros que, al relacionarse, e ingresar a lo que constituye el turismo activo, se benefician por las propuestas que forman parte de un servicio de cierto standard de calidad, ofrecido, convenido.

Los Clubes de turismo, tipo “Mediterrané” fueron algo pionero para esta evolucionada alternativa, segmentada en este tipo de propuesta, hoy sin ingresar en ese nivel de especialización, la mayor parte de los servicios turísticos, comenzando por los de hospedaje, tienen que prepararse en dicha dirección.

 

Hoy el turismo itinerante lleva a disminuir las estadas en los destinos y establecimientos de servicio, de allí lo necesario de prever las opciones que ayuden a retener momentos, horas y si es posible días, ya que alguien que viaja en forma individual y se quedó hasta media tarde en un lugar con satisfacción, seguramente, tratará de cenar y pernoctar en dicho lugar.

Justamente por ser éste un proceso formativo y optimizante, sin retorno, habrá que prever, desde el Estado, como se forman los nuevos “movilizadores, animadores de los “Destinos, Complejos y Sistemas Turísticos”, desde un sector emprendedor y Pymes o de otra dimensión integral para acompañar, a la nueva demanda. Estudiar los ámbitos que habrá que disponer o agregar y desde la búsqueda de futuro de los jóvenes, como se preparan para esta nueva demanda de trascendente valor, que en el primer mundo turístico ya ocupan un lugar en la cadena de trabajo y servicio. Por lo que, de modo obligado, es importante abordar este tema. El animador profesional está destinado a crear y descubrir los temas, haciéndolos valiosos y agradables en las estadas del turista y aumentando la satisfacción de las personas y de los –destinos turísticos”.

Hoy sobran ejemplos que demostraron que ante oferta de playas o atractivos, similares, la gente elige, los centros de mejor e integral propuesta animada.

De poco sirve un hotel lujoso, sino hay una grata movilidad y animación bajo su techo y servicios, como tampoco es requerida una playa del Caribe, con mucha naturaleza en lo diurno, que al caer la tarde, todas son opciones aburridas y lo peor en muchos casos “de un nivel de inseguridad”, que nos encontramos esclavos de -cárceles cinco estrellas-.

Si a través de estos contenidos teórico- prácticos logramos estándares de calidad y animación crecientes conseguiremos una mayor consecuencia comercial y por allí el grado de bienestar material y espiritual, personal y social, con los que alcanzaremos haber crecido en nuestra condición competitiva, dando pasos, hacia las metas que, en el fondo, todos deseamos la mayor satisfacción y felicidad, para los usuarios, habitantes de las Comarcas o turistas y por encima de todo, ampliar las alternativas de trabajo y riqueza en los Centros Turísticos y sus naturales e inseparables Comarcas, o Corredores Turísticos.

Deja una respuesta