Semana Santa ofrece aguas cálidas y relajantes

Se acerca Semana Santa y muchos ya deben estar pensando en hacerse una escapada hacia algún destino cercano a su lugar de origen. La idea es pasarla bien junto a la familia y amigos, y una buena opción es acercarse a algunos de los complejos termales ubicados en la provincia de Entre Ríos, y allí entregarse al relax, al descanso y a la diversión en un marco de naturaleza, buenos servicios y el inmejorable trato tan característico del entrerriano…

A 250 kilómetros de Rosario y a 60 de Paraná se encuentra ubicado el complejo termal de María Grande. El predio es de 47 hectáreas de montes nativos atravesado por una cañada, lo que le otorga una belleza particular.

El complejo cuenta con nueve piscinas, tres de ellas cubiertas, de formas circulares, triangulares y trapezoidales, con distintas temperaturas que varían entre los 39º y 46.5º, y la profundidad de las mismas van desde los 30 centímetros a 1.60 metros. Dos de ellas tienen hidrojet y sus aguas saladas son de excelentes propiedades terapéuticas.

Termas de María Grande cuenta con todos los servicios, sanitarios, duchas, vestuarios, enfermería, guardavidas. Tiene cuatro sectores bien definidos, el balneario propiamente dicho, el sector hoteles, una zona para acampar y el barrio privado donde se levantan dos docenas de cabañas. En sus inmediaciones funciona un restaurante y una proveeduría para aquellos que les agrada degustar comidas típicas o procurarse su comida.

Villa Elisa

Las aguas termales han resultado una de las mejores opciones a la hora de escoger turismo de esparcimiento, descanso y relax. Por su importante acción terapéutica resultan atractivas para toda clase de público. Entre las más reconocidas de Entre Ríos se encuentran las Termas de Villa Elisa, ubicadas a unos escasos cuatro kilómetros de la ciudad, sobre la ruta nacional Nº 130.

El complejo se extiende sobre 41 hectáreas de naturaleza, y en él las aguas alcanzan una temperatura de 41º. Paisaje encantador, piscinas de diferentes profundidades, y un amplio lago artificial resumen gran parte de su atractivo.

Dispone de la tecnología necesaria para abastecer las piscinas con aguas templadas para la época estival, pudiendo el visitante optar por diferentes temperaturas, según su preferencia y necesidad. Existen en el complejo de Villa Elisa dos piscinas de uso pasivo, con una profundidad de 80 centímetros al ingreso y 1,40 metro en el centro.

Una de las piletas está totalmente cubierta, entre otras comodidades posee hidrojets y ostenta bancos interiores y periféricos que permiten permanecer sentados dentro del agua.

La piscina recreativa de estas termas posee la misma característica que las anteriores pero sin hidrojets y al aire libre. La pileta nueva posee un espejo de agua de 270 metros cuadrados, una profundidad máxima de 1,30 metro, y está prevista para trabajar en verano con agua fría no termal.

Fuente: Suplemento Diario La Capital

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