Emoción, adrenalina y muchas sacudidas en un recorrido 4×4 entre rocas, arroyos semisecos y cerros de un verde interminable. El Unimog avanza rápidamente por el sinuoso camino de tierra, mientras se mueve de un lado a otro intentando evitar los pozos y las ramas que bordean el ripio. "Sujétense fuerte que vamos a entrar en el río", anuncia Sebastián, el chofer-guía, mientras el vehículo sale del camino y comienza un descenso vertiginoso y empinado…
Con el motor rugiendo, el camión cae dentro del cauce de un río que hace rato perdió la fuerza de su caudal. Enseguida, comienza a sacudirse como si estuviese poseído; arriba, abajo, a los costados, nuevamente arriba, otra vez a los costados resulta difícil mantenerse en los asientos.
"Estamos en el río Tafí y si bien ahora hay poco agua, en épocas de deshielo el río es muy caudaloso", explica Sebastián, mientras hace maravillas con las manos para controlar, al mismo tiempo, el volante y las palancas de la tracción.
El río es uno de los más importantes de esta puerta de entrada a los Valles Calchaquíes que es Tafí del Valle, pequeña ciudad ubicada 100 kilómetros al noroeste de San Miguel de Tucumán, y que se precia de ser uno de los puntos turísticos más importantes de la provincia, a 2500 metros sobre el nivel del mar. No por nada, los pobladores originarios bautizaron el lugar como Taktillakta o pueblo de la entrada espléndida . Y razón no les faltaba.
Segundos más tarde, una roca enorme impacta contra una de las ruedas y nos zarandea como plumas; cuando pensamos que el vehículo se va a caer de costado, rápidamente se acomoda y sigue sin prisa ni pausa hacia delante. Como si nada hubiese pasado, el guía arranca con una explicación sobre los orígenes geológicos de la zona. "Estos cerros son ricos en cuarzo, ágata y otras piedras semejantes. Miren, ahí hay cuarzos", dice mientras señala un grupo de rocas que se esparcen sobre el cerro Pelado, uno de los límites naturales del río.
Mientras el vehículo se desplaza a los tumbos por un terreno que parece intransitable, el recorrido se interna en el verde muy verde de los cerros y permite una visión poco conocida de las bellezas naturales de esta región.
Un rato después, el camión, ya sobre terreno seguro, se dirige hacia un puente peatonal que parece abandonado (uno se pregunta qué hace un puente peatonal en medio del cauce de un río), y el sol se va cubriendo con una espesa capa de nubes bajas que parece recorrer el valle sin rumbo fijo. "Los indígenas lo llamaban alpapuyo , que significa manto que cubre la tierra, y si lo siguen con atención van a ver que da la vuelta alrededor del valle, como si quisiera abarcarlo todo. De ahí el respeto que le tenían los indígenas", comenta Sebastián.
Luego de subir la margen izquierda del río, el camión se interna en un camino de tierra consolidado. Un poco más adelante aparece el cementerio local, última escala antes de regresar a la ciudad. Casi con el crepúsculo, la vista es sobrecogedora: centenares de cruces están cubiertas por una cantidad increíble de flores y adornos multicolores y cada una muestra un trabajo y un cuidado que sorprenden. "Los lunes es el día en el que las familias vienen al cementerio. Cuidan mucho las tumbas porque aquí el culto a los muertos se vive de otra forma, más alegre si se quiere y no como un drama. Es más, luego de los entierros y tras nueve días de rezos se hace un gran fiesta en honor al difunto", dice Sebastián mientras el camión se pone nuevamente en marcha con destino a Tafí.
Fuente:Suplemento Diario La Nacion/Por Diego Cúneo
Enviado especial
Quesos e historia, a un paso
Muy cerca de Tafí del Valle, en el kilómetro 13 de la ruta provincial 325, y en medio del interminable verde del paisaje tucumano, se encuentra la estancia Las Carreras.
Unica en su tipo en la zona, el establecimiento tiene una larguísima y rica historia: fue fundada en 1718 por misioneros jesuitas que llegaron aquí para evangelizar a los nativos y enseñarles un oficio. Al poco tiempo se convirtió en un sitio destacado de producción agrícola-ganadera por la diversidad y calidad de su producción, al tiempo que su tambo fue ganando reputación gracias a los exquisitos quesos manchegos que ahí se elaboraban. Seis décadas más tarde, la finca fue adquirida por la familia Frías Silva y desde entonces en propiedad de sus descendientes.
En todos estos años, la estancia supo conservar no sólo la estructura edilicia original, sino también el estilo de producción que se concibió hace casi tres siglos.
Hoy, con 9000 hectáreas estratégicamente ubicadas y rodeada de cerros que van de los 2600 a los 4500 metros, Las Carreras es más que un establecimiento de producción rural, ya que en su oferta conjuga un hotel de campo, un restaurante gourmet basado en comida regional y una moderna planta elaboradora de quesos artesanales.
Inés Frías, descendiente de los primeros propietarios y una de las responsables del lugar, comentó: "Si bien se hicieron algunas reformas y ampliaciones, conservamos varios de los edificios originales construidos por los jesuitas".
Con 10 habitaciones realizadas con materiales autóctonos (paredes de ladrillos de adobe y techos de paja, caña y madera de aliso atadas con tientos de cuero) y decoradas con tejidos de la zona, propone una inmersión en la cultura de la zona, tanto en lo que hace a la producción agropecuaria (además del tambo posee corrales con llamas, vacas y otros animales) como en lo que tiene que ver con las tradiciones y costumbres.
Cabalgatas, trekking, demostraciones de tejido en telar, avistamiento de flora y fauna, recorridos por zonas arqueológicas, charlas y clases de cocina, y circuitos en mountain bike (Inés es una reconocida especialista y corredora de carreras de aventura) son parte del amplio abanico de actividades que se pueden realizar en Las Carreras. "Queremos que nuestros huéspedes se sientan como en su casa y que puedan relajarse y descansar, o disfrutar de los enormes atractivos de los Valles Calchaquíes", finaliza Inés.
Datos útiles
Cómo llegar
Lan tiene vuelos diarios desde Buenos Aires a Tucumán desde $ 607,28 con impuestos incluidos. Desde San Miguel de Tucumán, está a 107 kilómetros por la ruta 307.
Dónde alojarse
La estancia Las Carreras ofrece habitaciones por $ 420 la noche con desayuno buffet incluido.
Más información
www.turismotucuman.gov.ar
www.estancialascarreras.com.ar
www.lacumbretafidelvalle.com.ar