Los consejos para disfrutar de la expedición.El 2010 culminará con un millar de visitas al coloso.Equipamiento y advertencias El volcán Lanín es la estrella del parque que lleva su nombre, cuyas autoridades se preparan para recibir a los visitantes en la llamada temporada alta de ascensos, que se inició en diciembre y culmina en abril, aunque el acceso al coloso de 3.776 metros sobre el nivel del mar está abierto todo el año, con las restricciones que impongan en cada momento las condiciones climáticas…
El 2010 culminará –según los últimos registros– con un millar de ascensos, y la expectativa para 2011 va en aumento. En los últimos 15 años, el pico se produjo en 2002, con la visita de 2.066 personas. La novedad para cerrar el año es que en las próximos días se inaugurará en el área Tromen, al pie del volcán, una subcentral de incendios y emergencias, que servirá para albergar al personal destacado allí. La inversión en obra alcanzó los 160.000 pesos, afrontados del área protegida. En esta temporada alta, las autoridades del Parque insistirán en dos aspectos: comunicación y equipamiento adecuado para los visitantes que intenten hacer cumbre, y especial cuidado con los residuos: cada andinista deberá traer consigo la basura generada durante sus ascensos y descensos.
La localidad de Junín de los Andes es la más cercana al volcán y puede servir de sitio de acopio de vituallas y chequeo de equipos antes de emprender el viaje al área Tromen. A su turno, la ciudad de San Martín de los Andes es el asiento de la intendencia del Parque Nacional Lanín y de todas sus dependencias operativas. En ambas ciudades se pueden contratar servicios de guías profesionales, reconocidos y habilitados por el PNL. La contratación de los guías es obligatoria en caso de que el visitante y/o su grupo no acrediten experiencia en montaña.
El emblemático volcán, que da su nombre al parque y su imagen al escudo de la provincia del Neuquén, se ubica en el límite fronterizo entre Argentina y Chile, constituyéndose en el máximo «techo» del área protegida nacional y sus 412.000 hectáreas de bosques andino patagónicos. Como se apuntó, el cono siempre nevado alcanza los 3.776 metros sobre el nivel del mar, y su base está a 1.200 metros sobre el mismo punto de referencia, lo que lo convierte en uno de los colosos de mayor ascensión real de la cordillera (distancia a recorrer entre la base y la cumbre).
El ascenso por la cara norte (la cara sur es de mayor grado de dificultad y exige conocimiento técnico de escalada en hielo) discurre por sendas definidas, que facilitan el paso incluso de las personas no habituadas a este tipo de ascensión, siempre que se haga con tiempo favorable y el equipo adecuado (ver recuadro). En efecto, la base de la cara norte es el punto de inicio de la llamada «ruta normal», y entre diciembre y abril está garantizada la presencia permanente de personal y guardaparques. Del mismo modo, el grupo de emergencias (que, como se señaló, en los próximos días contará con una subcentral propia) es el encargado de registrar a los caminantes y pone atención su seguridad.
El ascenso implica dos jornadas, con pernocte en la cota 2.300 en cualquiera de los refugios habilitados. En términos de caminata y ascenso, la denominado «travesía» de inicio (desde el centro de informes hasta el comienzo del camino conocido como «espina de pescado») presenta pendiente leve y lleva una hora aproximada de marcha, el «tramo uno» (espina de pescado) tiene una pendiente de 15 grados y exige una hora de caminata, el «tramo dos» (camino de mulas) es de unas tres horas, con pendiente de 20 grados»; el pasaje entre refugios demanda unos 40 minutos sobre pendiente de 45 grados y el «tramo tres» (desde refugios a la cumbre) requiere seis horas de marcha y escalada en una pendiente de 45 grados.
Equipamiento y advertencias
El equipo exigible para la expedición incluye grampones y piquetas (no se autorizan equipos caseros) VHF (frecuencia 155675), calzado adecuado para hielo y nieve, indumentaria de abrigo para montaña, con guantes, lentes UV, linterna y pilas; botiquín, bolsa de dormir y un calentador cada cuatro personas.
Pero también el descenso exige observar ciertas conductas que, logrado el objetivo de la cumbre pueden ser «olvidadas» y terminar por empañar lo que debería ser un logro personal: no apurar el descenso, no correr por las sendas y, sobre todo, caminar sin cortar tramos, siempre por la traza conocida y habilitada. (ASM)
Fuente: www.rionegro.com.ar /JUNÍN y SAN MARTÍN DE LOS ANDES (ASM).-