Descanso, aventura, naturaleza, cerros, monumentos, rincones llenos de misterio y energía. Hoy, cuando la primavera ya está instalada con todo su esplendor y el verano golpea la puerta es bueno acordarse del primer balneario de «el paisito»: Piriápolis…
Ubicado en el departamento de Maldonado, a tan sólo una hora en auto de Montevideo, la ciudad ofrece una gran cantidad de hoteles y bungalows donde alojarse para disfrutar de una ciudad donde la amistad y cordialidad del lugareño hacen sentir al turista como en su casa.
Piriápolis está ubicada a 60 kilómetros de Atlántida, a 130 de La Paloma y a tan sólo 35 de Punta del Este. La ciudad tiene como eje principal la rambla de Los Argentinos y la avenida Costanera Francisco Piria, quien fue su fundador. Las playas se ubican a lo largo de una franja de 25 kilómetros de costa, desde los arroyos Solís hasta el hito de Punta Negra. Todas ellas, de blancas arenas y aguas limpias, reciben cada verano infinidad de turistas.
Sin dudas, uno de los principales atractivos de Piriápolis es el Castillo de Piria, construido bajo el diseño del arquitecto Monzani en 1897, era la residencia particular del fundador de la ciudad. La construcción hecha en ladrillo recuerda a las villas italianas de la época, y se accede a ella atravesando un gran parque por un camino arbolado con palmeras.
En aquella época este jardín estaba decorado con valiosas terracotas, y un bronce del «Mercurio en descanso», réplica del hallado en las excavaciones de Herculano. El edificio se distribuye en dos plantas y un sótano no habilitado al público. En el segundo nivel, desde cuyos balcones también se tiene una buena vista panorámica, se puede apreciar mobiliario de la época, utensilios, armas y piezas artísticas.
La capilla de San Antonio es uno de los atractivos que el visitante no puede dejar de conocer durante su estadía en la ciudad. Presenta una vista maravillosa y se puede llegar a ella a través de las aerosillas que suben desde el puerto o bien en vehículos por un camino que trepa hasta lo más alto del cerro y ofrece panorámicas únicas de la ciudad, imborrables de noche.
El cerro del Toro, de 252 metros de altura, es uno de los que rodea la ciudad. En su base en medio de un hermoso parque se encuentra la fuente de Venus, copia exacta de la existente en Villa Paravicini en Italia. En el camino hacia la cumbre, a 100 metros de altura está la fuente del Toro, traída de París. De su boca sale constantemente un chorro de agua mineral encauzada desde un manantial natural y a la cual Piria atribuía propiedades terapéuticas.
Para los amantes del deporte, Piriápolis ofrece la posibilidad de escalar el cerro más alto de Uruguay, el Pan de Azúcar, que se encuentra a poco más de cinco kilómetros del balneario. El cerro tiene una altura de 386 metros. En la base se encuentra la mayor Reserva de Fauna y Flora del país, con animales en semicautiverio. Se destaca por el éxito obtenido en la reproducción en cautiverio del venado de campo que posibilita que allí se encuentre el mayor rebaño del mundo de esta especie en vías de extinción. También hay especies como aguará guazú, jaguar, coatí. puma y pecarí, entre otros.
El camino de recorrido que se adentra en la ladera del cerro? Pan de Azúcar incluye caminos laterales «laberínticos» que posibilitan la observación de los numerosos ejemplares de fauna autóctona. A la cumbre se accede por senderos convenientemente señalados que hacen del paseo una verdadera prueba. En la cumbre hay una cruz de cemento armado, mide 35 metros de altura, se puede ascender por su interior hasta sus brazos y observar una inigualable vista del departamento de Maldonado.
Las Sierras de las nimas. En el paraje «Los Cardos», donde la ruta 9 y la Interbalnearia se confunden en una sola, se encuentra el acceso a esta sierra de 501 metros de altura. Con sus quebradas, sus montes serranos indígenas y sus ya famosos «Pozos Azules» ofrecen alternativas con diferentes duración horaria, especiales para disfrutar en familia.
Pesca deportiva. Para los amantes de la pesca deportiva, además del puerto y sus escolleras existen puntos como Punta Fría, Punta Colorada y Punta Negra, ideales para pescar corvinas y pejerreyes, ya que son formaciones rocosas que se convierten en magníficos pesqueros cuando sube la marea. Por todos estos atractivos, al igual que por la excelente y variada oferta gastronómica que atesora la ciudad tanto en carnes como en mariscos, Piriápolis es una de las ciudades que el visitante no puede dejar de conocer, ya sea en verano como en cualquier época del año.
Fuente:www.lacapital.com.ar