Moisés Ville es una comuna del departamento San Cristóbal, apenas al noroeste de la provincia. Fue fundada en 1889 por judíos europeos del este y rusos que escapaban a las persecuciones y los levantamientos populares antisemitas en la Rusia zarista, conocidos como pogroms…
Fue la propuesta que hizo el Centro Wiesenthal ante el organismo en San Petersburgo. La presentaron como un «paradigma de la contribución de refugiados al entramado nacional».
Un museo histórico al aire libre
Moisés Ville es una comuna del departamento San Cristóbal, apenas al noroeste de la provincia. Fue fundada en 1889 por judíos europeos del este y rusos que escapaban a las persecuciones y los levantamientos populares antisemitas en la Rusia zarista, conocidos como pogroms.
Es considerada como la colonia judía más antigua del país y supo ser una localidad canónica de los gauchos judíos que trabajaron la tierra en la Argentina a fines del siglo XIX y principios del XX. Supo ser bautizada como la colonia agrícola semita más grande de América y como la «Jerusalén» del continente.
Junto a sus colonias hermanas de Mauricio y Clara en la provincia de Santa Fe, Moisés Ville fue uno de los ejemplos paradigmáticos del trabajo de la Asociación Barón Hirsch de Colonización Judía.
Benefactor. Maurice de Hirsh era un millonario alemán que resolvió comprar tierras en la Argentina, destinadas a fundar colonias para salvar de los pogroms a los judíos de Rusia.
Su decisión sobrevino cuando se enteró que 800 judíos rusos arribados a la Argentina estaban abandonados en medio de la pampa santafesina, cavando con las manos las tumbas de sus primeros 60 muertos. Los habían engañado, les prometieron tierras que a su llegada jamás aparecieron. El barón se propuso la misión de ayudar a estas personas que fueron los primeros pobladores de la colonia de Moisés Ville. También se propuso rescatar de la Rusia de Alejandro III a todos los otros que vivían bajo la amenaza de la policía secreta o de cualquier cosaco algo achispado.
Así es como a través de su asociación colonizadora dejó su impronta en numerosos pueblos no sólo de Santa Fe sino de Entre Ríos, La Pampa y la provincia de Buenos Aires. En el caso de Moisés Ville y en muchos otros, el ascenso social causó una baja poblacional porque los jóvenes se fueron a las grandes urbes en búsqueda de educación superior y oportunidades.
Hoy este museo al aire libre donde el floreciente ayer es motivo de orgullo y que en 1999, cuando cumplió su centenario fue declarado «pueblo histórico», recibe el merecido reconocimiento internacional a través de la propuesta del Centro Wiesenthal ante la Unesco.
Moisés Ville.— Esta localidad del norte santafesino podría incluirse en la lista de patrimonio mundial de la Unesco si prospera una propuesta en este sentido formulada por el Centro Wiesenthal durante la 36ª sesión del Comité de Patrimonio Mundial del organismo, que se desarrolló entre el 24 de junio y el 6 de julio en San Petersburgo, Rusia.
En una comunicación dirigida al director de las jornadas, Kishore Rao, el director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal y delegado observador ante el Comité de Patrimonio Mundial, Shimon Samuels, manifestó que ese centro «desea enfatizar la importancia del patrimonio histórico como una poderosa herramienta al servicio de la memoria y de la promoción de la tolerancia y el respeto. El imperativo que rige nuestro trabajo es la transmisión de la memoria para confrontar los prejuicios en las sociedades contemporáneas».
La propuesta se basa en que «cada comunidad étnica o religiosa, tanto en niveles locales como nacionales, merece el respeto a su narrativa, como una contribución tanto a su propio país como un mensaje universal. Nuestro centro, en consecuencia, alienta a los estados miembros del Comité de Patrimonio Mundial a conmemorar tales sitios de sus comunidades», explicó Samuels.
Un «paradigma». «Como un paradigma de la contribución de refugiados al entramado de una nación que abrió generosamente sus puertas, queremos presentar como un modelo de «mejores prácticas» a la comunidad rural judía de Moisés Ville, en la Argentina», anunció el representante de la ONG ante el auditorio.
La gestión del Centro Wiesenthal contó con el apoyo del Museo Histórico Comunal y de la Colonización Judía Rabino Aaron Halevi Goldman, de Moisés Ville, de Amia y del representante permanente de la Argentina ante la Unesco, Miguel Angel Estrella. La ONG destacó además la colaboración con este objetivo de la presidenta Cristina Fernández, quien desempeñó un importante papel en la preservación de la sinagoga principal de la comunidad.
Representante. En ausencia de una delegación argentina en esta sesión del Comité de Patrimonio Mundial, el Centro Simon Wiesenthal fue el organismo encargado de presentar a Moisés Ville, y las enseñanzas que ese lugar evoca, como una proposición preliminar para su inscripción como un sitio cultural de patrimonio mundial.
«Nuestro centro trabajará de manera próxima a la República Argentina para asegurar que se puedan llevar adelante los procedimientos adecuados según la Convención, de acuerdo con el Centro de Patrimonio Mundial y sus órganos asesores. El patrimonio mundial judío tiene ciertamente significado a nivel nacional en diversos países miembros de la Unesco, así como de manera evidente, en la relación de 3.500 años del pueblo judío con la tierra de Israel», enunció Samuels.
En ese sentido, remarcó que «la designación de Moisés Ville demostraría un reconocimiento de «mejores prácticas» en la diáspora, así como un ejemplo para sitios de otras comunidades religiosas o étnicas de migrantes en todo el mundo».
Fuente:www.lacapital.com.ar /Por Luis Emilio Blanco / Lizi Domínguez /