La temporada comenzó con una muy buena ocupación y varias actividades para los veraneantes.La importante afluencia turística que recibe Viedma en estos días demuestra que los nuevos visitantes…
se sorprenden al descubrir el circuito de playas de río y mar con variados escenarios en un recorrido costero de 50 km de largo.
«Los turistas que llegan desde Buenos Aires y otros puntos del país se quedan gratamente sorprendidos al descubrir nuestro escenario de paisajes fluviales y marítimos, unidos en distancias tan cortas», sostuvo Erica Ramus, subsecretaria de Turismo municipal.
La funcionaria contó que «hay pocos sitios en la geografía del país donde es posible acompañar el avance de un río hasta la desembocadura en el mar, observar el estuario donde se mezclan aguas dulces y saladas, y recorrer extensas playas casi vírgenes, como aquí en Viedma».
«Esta temporada arrancó con mucho turismo y al día de hoy tenemos cubierto el 95% de nuestra capacidad de alojamiento local, lo que nos llevó a pedir que se inscriban aquellas personas que cuentan con disponibilidad en casas de familia y viviendas de verano desocupadas» explicó.
La oferta turística de la capital rionegrina, tiene dos escenarios bien diferentes: el río y el mar.
En el primero se destaca la muy arbolada y bien parquizada costanera del río Negro, con más de 2,5 kilómetros de extensión, donde hay zonas de balneario con servicio de guardavidas, amplios solariums, baños públicos, restaurantes, confiterías y heladerías.
Para conocer el río en navegación una forma muy frecuentada por los turistas es el cruce en las lanchas que en forma permanente, de 6 a 21 y todos los días, unen a Viedma con la vecina Carmen de Patagones en un trayecto de cinco minutos y la módica tarifa de 1,50 pesos.
También se puede disfrutar de la excursión de dos horas, incluyendo el recorrido entre las islas, que realiza de jueves a domingo a partir de las 17 el Catamarán Currú Leuvú, con el precio de 50 pesos por persona.
En Patagones, por otra parte, el recorrido por el circuito histórico del casco colonial y la visita a sus museos es otra atracción.
Para llegar al escenario marítimo es necesario transitar 30 kilómetros por la ruta pavimentada número 1, hasta el balneario El Cóndor y sus inmensas playas, zona de desembocadura y sector de acantilados.
El histórico faro del río Negro, el más antiguo de la Patagonia, puede ser visitado de jueves a domingo, entre las 17 y las 19, y desde lo alto de su atalaya el visitante tendrá una vista panorámica inolvidable.
La ruta sigue otros 20 kilómetros, al borde del acantilado, hasta La Lobería, donde existen enorme piletones naturales formados entre las restingas rocosas que cuando la marea está baja se mantienen llenos de agua y permiten la práctica de la natación.
Fuente:(Télam) y www.rionegro.com.ar
Fotos:Julio Ramirez