En coincidencia con la fecha patria El Faro de Viedma cumplió ayer 126 años al servicio de la navegación. Se encuentra sobre el acantilado y desde allí mira hacia el horizonte marítimo y la desembocadura del río Negro en el Atlántico, a unos 32 kilómetros de la capital rionegrina…
Está considerado como el primer faro continental y más antiguo de los que se encuentran en servicio en el país.
Fue inaugurado el 25 de mayo de 1887 gracias a la tarea coordinada del entonces gobernador general Lorenzo Vintter y del teniente Coronel de Marina, Martín Rivadavia, que interpretaron la importancia de contar con un faro a la entrada del río Negro, por la existencia de obstáculos que dificultaban la navegación segura.
Para satisfacer esta urgente necesidad se designó al mismo Martín Rivadavia para iniciar su construcción el 8 de octubre de 1886. Al año siguiente fue inaugurado con las características que aún mantiene.
Hoy es la señal más antigua del país que mantiene personal de custodia. Lástima que ayer ni una bandera lucía.
Es una estructura octogonal de más de 13 metros de altura, compuesta de una torre de nueve metros.
Funciona con energía eléctrica, su altura sobre el nivel del mar es de 45,62 metros, y señala el comienzo del acantilado que caracteriza a la costa Patagónica.
En un comienzo la torre tuvo una altura de 12 metros y su iluminación era con una lámpara de aceite. Con el tiempo se reemplazó por un equipo a gas de kerosene y luego a gas acetileno.
Actualmente posee una lámpara de 1.000 watts alimentada con electricidad y un sistema óptico concentrador de luz con un alcance luminoso de 16 millas náuticas.
El Faro de Viedma tiene una estructura cilíndrica blanca con garita superior y una casa habitación hexagonal con 64 escalones hasta su torre. Depende de la autoridad portuaria del Servicio de Hidrografía Naval.
Todo un símbolo y paseo turístico
En el verano es un paseo frecuente de los turistas no sólo por su valor histórico sino por la visión panorámica que ofrece de las interminables playas viedmenses y la inmensidad del mar.
Es un símbolo de las señales marítimas, cuyo origen se remonta a los primeros intentos de la navegación, de explorar nuevas rutas para el comercio.
A medida que esta actividad avanzó en el mundo también lo hicieron estas superficies reflectoras para amplificar la luz y que ésta fuese visible a mayor distancia para más protección y guía de los navegantes.
Fuente:www.rionegro.com.ar /(AV).-
Fotos: Julio Ramirez