La postal de los chicos en el centro de la ciudad es un clásico.Empresarios del sector destacaron que el servicio no ha parado de crecer desde 2001 en cantidad pero también en calidad…
El turismo estudiantil de Bariloche vive su mejor año en más de una década y todo indica que se encamina a batir todos los records históricos del segmento. Se estima que 130 mil estudiantes habrán arribado a la ciudad para cuando termine su temporada.
Es todo una cifra pensando en que en 1947 Bariloche recibió un único pero emotivo contingente de 17 chicos. Desde entonces el negocio se modificado de muchas maneras. En los últimos 10 años la actividad dio un salto de calidad que la instaló en la cima del rubro turístico. Las cifras hablan por sí solas. En 2010 arribaron unos 106 mil pibes, en 2011, en plena crisis de las cenizas del volcán Puyehue, otros 106 mil desafiaron las malas noticias para concretar el viaje de su juventud. En 2012 se registró un pico de 115 mil estudiantes.
Claro que los registros oficiales de la municipalidad colocan por ahora a 1997 como el año más exitoso, con 160 mil visitantes.
El desarrollo del segmento tiene fundamentos concretos. «Para nosotros un estudiante es un turista como cualquier otro turista. No hay diferencia. Cuando los empresarios entendimos que un chico es un turista, cambió todo, todo», le subraya a «DeBariloche» Néstor Denoya, presidente de la Asociación Empresaria de Turismo Estudiantil. Las nuevas generaciones han sido privilegiados testigos de como se elevaba la calidad del servicio en términos muy amplios. Hoteles de 3 y 4 estrellas, con camas provistas de cómodos colchones y televisores de plasma, salones de juego y buena comida, confortables colectivos de línea, ropa adecuada para afrontar el frío, conforman hoy el atractivo paquete. A esto se le suma el entretenimiento tradicional como la nieve y las discos. Dos piezas infaltables del menú.
Las compañías también apuntan a que el estudiante pase su semana en medio de un verdadero operativo de seguridad. Como consecuencia la vigilancia se incrementó en las discotecas (allí funcionan tres equipos de acompañantes distintos), en la calle, puesto que los chicos deben ir a bailar y regresar en el mismo colectivo que pone la empresa, y en los hoteles donde el estado de su salud es chequeada por tres médicos contratados por las operadoras.
El sistema implementado en Bariloche de turismo y resguardo estudiantil sedujo a los padres y a los chicos de otros países. Esto asociado a un cambio monetario favorable explica el aumento de estudiantes chilenos que llegaron este año en número de 15 mil y de uruguayos que alcanzaron los 6 mil. Brasil todavía permanece por debajo de su récord histórico que supera los 5 mil. El fenómeno Puyehue afectó la imagen del destino en este segmento en ciudades como Río de Janeiro y San Pablo. De modo que en 2012 «sólo» vendrán 2 mil pibes cariocas. El resto es turismo nacional puro y lleno de ilusiones.
Este año el valor del paquete rondó los 8 mil pesos por chico. En 2014 el valor tendrá un alza de 9.500 pesos por chico. Un aumento significativo pero obligado por el alza de los costos operativos y la inflación. «El negocio del turismo estudiantil no ha parado de crecer desde que comenzó, solamente hubo un parate y no fue total durante la Guerra de Malvinas en el 82, por lo demás siempre se mantuvo fiel. Bariloche representa uno de esos momentos claves en la vida de los chicos», dice Denoya.
Las redes sociales son una prueba muy interesante de la alta expectativa que tienen los estudiantes con el destino así como del nivel de satisfacción que obtienen de su viaje. «Quiero irme a Bariloche ya, qué parte no se entiende», dice una chica en su cuenta de Twitter. En otras cuentas de las redes sociales se acumulan las fotografías de los estudiantes posando en el Centro Cívico y en el Catedral junto a la nieve.
Fuente:www.rionegro.com.ar /DeBariloche