La ciudad está colmada de turistas trasandinos que llegan atraídos por los precios, el tipo de cambio favorable y la gastronomía. Desde 2006, el paso fronterizo Cardenal Samoré registra un incremento anual de cerca de 5 mil chilenos que viajan hacia Bariloche…
Una rápida recorrida por la zona céntrica de la ciudad alcanza para notar el sustancial flujo de turistas de Chile que circulan por las calles. Es que al tradicional atractivo de la gastronomía, desde hace un tiempo a esta parte se sumaron los precios y el tipo de cambio.
Los registros que posee la delegación local de la Dirección Nacional de Migraciones indican que en enero cruzaron por Cardenal Samoré 67862 personas. Desde el organismo informaron que de esa cantidad, arribaron a Bariloche unos 19 mil turistas provenientes del país vecino.
Sin dudas febrero es el mes en el que los trasandinos colman la ciudad, ya que muchos empleados se encuentran de vacaciones por la feria judicial.
La afluencia del turismo chileno crece notoriamente durante este periodo del año y eso se ve reflejado en la cantidad de personas que atraviesan la cordillera para visitar la localidad.
Ignacio Santos, delegado a cargo de Migraciones en Bariloche, informó a ANB que en lo que va de febrero llegaron a esta ciudad casi 33 mil chilenos, 14 mil más que enero. “El cambio les conviene y los precios les resultan muy accesibles”, destacó y confió que la cifra subirá considerablemente en este fin de semana.
Indicó que desde 2006 hasta hoy, Samoré registró un aumento anual de 5 mil personas de Chile que atraviesan la frontera para visitar la localidad. Aclaró que no se tienen en cuenta los números de 2011, año en el que el complejo volcánico Puyehue entró en erupción.
El funcionario remarcó que del total de chilenos que cruzan este lugar de ingreso al país, el 80 por ciento pasea por Bariloche, debido a que “por una cuestión hasta cultural, es el lugar de referencia”. Dijo que el resto va a La Angostura, El Bolsón y zonas aledañas.
La oferta gastronómica local es un importante aliciente para los trasandinos. Pueden deleitar sus paladares con exquisitas comidas. Muchos vienen en busca de carnes, teniendo en cuenta que los cortes que se ofrecen no los encuentran en sus lugares de residencia.
Tanto en enero como en febrero, los niveles de ocupación hotelera en Bariloche superaron el 80 por ciento, lo cual da cuenta de una muy buena temporada estival.
Fuente:(ANB)