Sofía Haudet, de 19 años, representante de Guaymallén, fue elegida esta madrugada reina nacional de la Vendimia en el acto central realizado en el Anfiteatro Griego Frank Romero Day, ante unos 25.000 espectadores..El triunfo de Sofía fue abrumador, y las expectativas se dieron por el lugar de la virreina, ya que María Agustina Cano, de Tupungato, le ganó en el desempate a la representante de San Rafael…
Más de 870 artistas se fueron danto cita y la multitud aplaudió a rabiar a la principal atracción danzante, Hernán Piquín, en tanto que por primera vez se apostó a presentar la música en su totalidad en vivo, con una orquesta compuesta por 40 músicos.
La dirección y puesta en escena fue de Alejandro Grigor (quien también fue coguionista junto a Celia Sáez), que propuso un espectáculo lleno de historia, recuerdos, vivencias y acentuando el patriotismo y el propio avance de una Mendoza vendimiadora.
Para ello se apeló a diferentes recursos de efectos especiales, vestuarios originales, diferentes apuestas lumínicas, y una escenografía majestuosa compuesta por cajas lumínicas y LED, que tuvieron un signicativo protagonismo.
El título, «Sinfonía Iluminada de Gloria», conmemora los 200 años de San Martín gobernador de Cuyo, que eligió Mendoza para organizar la gesta libertadora y crear el Ejercito de los Andes.
También evoca la celebración de los 100 años del monumento que identifica a Mendoza, ubicado en el Cerro de la Gloria, en una de sus laderas donde este colosal anfiteatro se recuesta.
Además de estos dos ejes temáticos centrales, la puesta se complemtó con temas vinculados a producción provincial, en especial a la vendimia y a la industria vitivinícola, al agua, o los relacionados a los pueblos originarios y a las corrientes inmigratorias.
El espectáculo comenzó con la presentación de la Virgen de la Carrodilla, luego hubo un acto dedicado al Cerro de La Gloria interpretado por la acción actoral, mediante trabajo aéreo, frisos, acción constructiva de los artistas, creando una atmósfera diferente y simbólica.
Los cuadros fueron haciendo eje en ritmos o en bailes como vals criollo, zamba, cueca, gato cuyano, chaya, chacarera, tango.
Y uno de los últimos cuadros fue el homenaje a San Martín, en el que se representó el valor del Padre de la Patria a través del malambo, en un momento que aparecen los artistas ataviados con vestuarios de los granaderos, y otros como arrieros ejecutando un malambo.
La parte técnica jugó un rol preponderante, ya que si bien desde hace años el uso de videos en la puesta en escena de los festejos vendimiales han aportado nuevos elementos estéticos, en “Sinfonía Iluminada de Gloria” la disposición de las pantallas juega un rol tan importante como su contenido, porque integran y complementan creativamente la escenografía.
En esta ocasión el `mapping` asombró, ya que desde las fuentes se ejecutaron chorros de vapor y sobre los mismos se proyectaron imágenes que aparecían como en el medio de la nada, y con las que el director invitó al espectador a reflejar su fantasía.
El agua ha sido y es un factor preponderante para que la mano del hombre haya transformado un desierto en este vergel lleno de viñedos.
Y así, en otro de los cuadros, al ritmo del agua caudalosa, basado en el guión de esta propuesta, se ha considerado la poética del mismo: lo que une el cielo y la tierra, el agua y su ciclo natural, desciende de las cumbres hasta los viñedos y vuelve nuevamente a Los Andes.
El público, que agitaba banderas argentinas o le daba al Frank Romero Day matices celestes y blancos con cartones que les entregaron, terminó disfrutando los fuegos artificiales.
Es que en este escenario natural rodeado de cerros, los fuegos de artificio que iluminaron el cielo y saben danzar al ritmo de la música, se disfrutan como en ningún otro lugar.
Fuente: Télama
Foto: Alfredo Ponce (Télam)