El crecimiento del segmento catalogado «escapadas» tuvo un alto crecimiento, a tal punto que la Secretaría de Turismo bonaerense lo incluyó en su informe del pasado fin de semana largo como uno de los más convocantes.Según la Encuesta de Ocupación Hotelera de esa secretaría, este segmento generó ocupaciones que llegaron al 100% San Pedro, 80% en San Miguel de Monte, 65% en Chascomús, 50% en Lobos, 47% en San Nicolás y 45% en Ramallo, entre otros…
El turista de la zona urbana que elige esos destinos tiene un amplio abanico a menos de 100 kilómetros de su residencia, tanto en pequeñas estancias familiares como en otras organizadas para visitantes exigentes, con todos los servicios de un 5 estrellas o un lodge de campo.
Como ejemplos de ambas posibilidades se puede mencionar a las estancia Chica y La Candelaria, la primera un emprendimiento familiar en San Andrés de Giles y la otra en Lobos, con habitaciones que se pueden definir como suites de ensueños.
Estancia Chica, a 108 kilómetros de Capital Federal, rodeada de una frondosa arboleda, el lugar es especial para disfrutar de un día inolvidable en contacto con la naturaleza.
La jornada comienza a las 11 y la bienvenida es justo lo que a esa hora se apetece: empanadas caseras acompañadas de una copa de vino y otras bebidas sin alcohol.
Luego habrá tiempo para realizar paseos a caballos o en bicicleta, recorrer corrales de animales mamíferos y de aves, visitar la huerta orgánica, refrescarse en la piscina y divertirse probando suerte con juegos infantiles y de campo.
Tras un aperitivo con quesos y salames regionales y cazuelitas varias, el almuerzo consiste en el clásico asado al asador, embutidos, pollo, ensaladas de la propia huerta, papas fritas, postres caseros y vinos de las mejores cepas.
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Luego se puede recorrer el campo en carruaje y sorprenderse con un espectáculo de destrezas gauchas con carrera de sortijas y cuadreras, para al llegar la tarde compartir una mateada y contemplar un atardecer en el corazón del típico campo argentino.
Para los más chicos -si no quieren compartir esas actividades con los mayores- hay un rincón con juegos infantiles, mesa de ping pong, metegol, sapo y tejo.
Jardines coloridos, árboles centenarios, perfumados atardeceres, confortables instalaciones, son algunos elementos que hacen de Estancia Chica un lugar ideal, para un «family day», jornadas de trabajo, encuentros empresariales o fiestas diversas.
Pero si lo que se quiere es pasar todo un fin de semana y alojarse en una suite de ensueños, el establecimiento puede ser La Candelaria, a 115 kilómetros de la ciudad, sobre la ruta 205.
Esta estancia tiene 10 suites clásicas, con lujoso mobiliario europeo; otras 10 de estilo campestre, en el casco colonial; la «Suite Molino», de dos plantas, en medio del parque, para quienes buscan intimidad, y los bungalows del bosque, que son dos cabañas independientes de un ambiente, con baño privado y hogar a leña.
La Candelaria ofrece una experiencia única que atesora buena parte de la historia y la tradición argentina, que una visita guiada develará paso a paso.
Allí, cabalgar y pasear en sulkys de época, sorprenderse con el show de danzas tradicionales y las habilidades del gaucho en una muestra de destreza criolla, se alternan con la degustación de cocina autóctona, como asado, empanadas y pastelitos y dulces artesanales.
Además, de forma regular, tres veces por semana se realiza la Fiesta Gaucha, para lo que se ofrece un servicio de traslado a la mañana desde la Ciudad de Buenos Aires, con regreso a la tarde.
En cambio, la jornada de campo puede ser cualquier día, desde las 10.30 hasta las 18.30, e incluye gastronomía típica, cabalgatas, paseos en sulky, piscina descubierta, canchas de tenis, fútbol, voley y caminatas por el frondoso bosque de más de 40 hectáreas.
También se puede disfrutar de una visita al Castillo Normando, con charla histórica dos días a la semana, y clases de polo para todas las edades y niveles de juego.
El parque, de más de 100 hectáreas, contiene unas 240 especies de árboles y fue diseñado por el famoso paisajista francés Carlos Thays, con centenarias araucarias, palmeras, casuarinas, cedros, pinos y ombúes, que enmarcan el Castillo Normando y las avenidas y calles de la estancia.
Fuente: Télam