Córdoba:Alojarse en las Sierras costará 27% más este verano

Es el promedio de los incrementos de tarifas, según el relevamiento en hoteles, cabañas y campings. Los ajustes varían: van del 10 al 42 por ciento.Los turistas que opten por pasar sus vacaciones en las sierras cordobesas deberán pagar por el alojamiento en el verano próximo, en promedio, un 27 por ciento más que en la temporada anterior…

La cifra representa la media de los ajustes aplicados. La lista que acompaña este informe muestra que hay establecimientos que apenas suben un 10 por ciento sus valores, mientras que otros aplican incrementos superiores al 40 por ciento.

Los datos surgen del relevamiento que, como cada año, realiza La Voz del Interior comparando los precios para enero en los mismos 20 establecimientos, de nueve localidades serranas.

La lista, que se repite desde 2009, contempla hoteles y cabañas de variadas categorías, pero también casas de alquiler, hospedajes y campings.

El incremento promedio para este año es el mayor –aunque por leve diferencia– de los siete que lleva este relevamiento.

Matices

El cuadro adjunto muestra la amplia ­variedad de ofertas de alojamiento relevadas. En cada localidad, de todos modos, hay precios por encima y por debajo de los ci­tados, que sólo son indicativos para dar cuenta de la evolución de un año a otro.

“Hay para todos los gustos y bolsillos. Para este verano, unos podrán alquilar una cabaña para cuatro personas a 500 pesos por día, sin desayuno ni pileta, y otros pagar hasta 3.000 pesos, también para cuatro, pero con pileta climatizada, desayuno, instalaciones deportivas, mucama y yacuzzi. Entre medio, hay de todo y el valor depende de los servicios, infraestructura y ubicación”, graficó un cabañero de Traslasierra.

En promedio, una cabaña para cuatro personas, con pileta y desayuno, rondará este verano entre 900 y 1.500 pesos. El anterior, ese promedio se ubicaba entre los 700 y 1.100 pesos.

Coincidencias

El aumento promedio del 27 por ciento coincide, esta vez, con las estimaciones que hace un mes planteaban las cámaras empresarias y direcciones de Turismo de municipios serranos. La mayoría –según publicó este diario en octubre pasado– estimaba un ajuste del 25 al 30 por ciento, cuando aún pocos habían fijado sus precios.

¿Retoques?

Casi todos los propietarios de establecimientos argumentan que en los últimos años vienen actualizando sus tarifas por debajo de la inflación real. “Y esta temporada no será distinto. Si pasamos a las tarifas los aumentos de costos reales, serían más altas”, marcó el dueño de un mediano hotel de La Falda.

Otro, propietario de uno de los principales hoteles de Santa Rosa, aumentó un 20 por ciento respecto del verano pasado, aunque a cada cliente que consulta o reserva le aclara que no descarta un ajuste adicional ya entrada la temporada.

 Eso, pendiente

El verano pasado se estimó que más de la mitad de los establecimientos de alojamiento en las Sierras no aceptaban tarjetas de crédito o débito como medio de pago. No es muy diferente en otros destinos nacionales.

Esa carencia, que no ofrecería cambios este verano, es percibido como un déficit en el servicio para los usuarios.

No pocos dueños de hoteles o cabañas, sobre todo de menor envergadura, justifican que no pueden sumar costos fijos ni reducir ya sus ingresos por comisiones bancarias. Otros agregan otro argumento: el cobro en efectivo facilita el “dibujo” de facturaciones ante los controles impositivos.

Siete años de inflación

De 2009 a 2015. Los relevamientos de los últimos siete años, sobre los mismos establecimientos, marcan que en 2009 aumentaron un 25 por ciento respecto del verano anterior. En 2010 fue un 14 por ciento. En 2011, el ajuste fue del 19. En 2012, los precios crecieron en promedio un 25 por ciento. Para 2013, llegó al 26. El verano pasado, el salto fue del 23 por ciento. La lista se cierra, para 2015, con otro aumento promedio del 27 por ciento.

Comparaciones. Cotejando los veranos de 2009 y 2015, en seis años el mismo hotel de cuatro estrellas de Carlos Paz, por ejemplo, pasó de 450 pesos a 1.590 pesos, con un aumento del 253 por ciento. A la vez, un hotel de tres estrellas de Santa Rosa elevó su precio de 260 a 780 pesos (200 por ciento en siete años). Otro caso: una cabaña para cuatro personas en Nono que hace siete veranos costaba 300 pesos, ahora saldrá 1.200 (300 por ciento de incremento).

Fuente:www.lavoz.com.ar /Por Fernando Colautti

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