Sólo cuatro kilómetros separan la ciudad de Esquel de la Reserva Natural Urbana «Laguna La Zeta», un remanso de la naturaleza poco conocido por el turista que llega a la comarca andina de Chubut, pero valorado y utilizado como lugar de esparcimiento y recreación.La laguna está enmarcada por un paisaje de particular belleza: en dirección norte, el centro de esquí La Hoya; hacia el oeste, el cerro La Torta, y para el otro lado, el cordón montañoso donde se encuentra el Cerro 21…
«En el cerro La Torta, bautizado así por su particular forma y que es de propiedad de la provincia, está proyectado ampliar el pequeño parque de nieve que inauguramos el invierno pasado», contó a Télam el secretario de Turismo de Esquel, Américo Austin.
En medio de ese espectacular entorno se encuentra la Laguna La Zeta, que ocupa 60 hectáreas de las 700 que conforman la Reserva Natural Urbana.
Austin explicó que «todo lo que es forestación que rodea la laguna no es bosque nativo, sino que pertenece a una plantación de pinos que se empezó a hacer en 1956».
También hay sectores donde se conservan los bosques nativos de cipreses, maitenes y ñires, entre otras especies, que tienen un tratamiento especial bajo el asesoramiento de una comisión de manejo.
«Para nosotros, Laguna La Zeta es el patio de la casa. El hecho de tener a sólo cuatro kilómetros una laguna tan linda, que es una Reserva Natural Urbana, es un privilegio», destacó el funcionario.
Entre los años 2012 y 2013 se comenzó a discutir en Esquel el destino de la laguna, que entonces pertenecía al Ejército y que, tras largas gestiones, pasó a manos del municipio.
«Se hicieron charlas y foros con una participación muy importante de organizaciones e instituciones de la ciudad, en lo que fue un proceso enriquecedor y profundo que culminó con la decisión de crear una Reserva Natural Urbana», de la que -recordó Austin- participan tanto el sector público como el privado, además de un Plan de Manejo.
El funcionario explicó que, «por otro lado, hay también una comisión asesora conformada por distintas instituciones de Esquel, como la universidad local y el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agraria), entre otros organismos, que evalúa cada cosa que se quiere hacer».
«Todas esas cuestiones se discuten en el seno de la comisión y con la comisión asesora donde se ha logrado una dinámica de trabajo muy interesante entre el sector público y el privado», precisó. secretario de Turismo.
Al ingresar a la zona donde se encuentra la laguna, lo primero que se observa es una glorieta, que es el punto obligado en el que la gente se fotografía o contempla el paisaje.
A unos 200 metros hay una playa «que se ha trabajado de tal manera de conservar, de no tocar mucho lo que es naturalmente la playa, pero si a dar servicios», señaló Austin.
En tal sentido, se realizó un diseño para tener una cancha de voley y otra de fútbol, y para marzo está proyectada la construcción de nuevos sanitarios.
«En las cabeceras de la laguna los tenemos, pero donde más gente se nos junta es en la playa, entonces ya tenemos dentro del presupuesto asignados los fondos para hacer mas sanitarios», detalló.
En el cerro La Torta se encuentra el río Percy, donde la comunidad que vive allí se organizó de tal manera que desde hace dos años trabajan fuerte con el turismo.
«Hoy tiene personería jurídica y es una propuesta muy interesante de agroturismo que en estos dos años ha crecido mucho. Han desarrollado productos locales como el jamón de capón que lo están trabajando a buena escala», precisó.
La laguna tiene la particularidad de que es de uso compartido de la gente de Esquel, que acostumbra acercarse a sus costas para tomar uno mates y a descansar.
El titular de Turismo explicó que «es por ello que hemos tratado en este último tiempo de desarrollar mejores servicios para que el poblador local y el turista se encuentre con las condiciones mínimas para pasar un día o una tarde agradable».
Por ese motivo se trabaja en el desarrollo de circuitos que coincidan en su recorrido en el paso por la laguna, como el del Cañadón de Borques y el del Arenal.
Además, por su ubicación, la laguna tiene la particularidad de albergar más de 110 especies de aves, para lo cual está en desarrollo un mirador destinado al avistaje en uno de sus extremos.
Este verano, el segundo en que se explota la laguna con una visión más turística, se avanzó en los trabajos para la gente que realiza paseos con kayacs, bicicletas o simplemente va pasar una tarde de descanso.
Fuente: Télam Por Alejandro San Martín