La Ruta del Telar propone un circuito turístico con 50 postas integradas por más de 300 artesanos del departamento Belén, que atraviesa 27 localidades a lo largo de unos 300 kilómetros en los que se elaboran los más finos y delicados ponchos catamarqueños de lana de oveja, llama o vicuña…
La secretaria de Turismo, Natalia Ponferrada, que lleva adelante la iniciativa, la definió como «una muy fuerte apuesta al turismo, desde el tejido artesanal catamarqueño», al presentar el Manual Producto Turístico Ruta del Telar.
«Se procura y se busca, mediante el desarrollo de la Ruta del Telar, en la jurisdicción de Belén, llamada Cuna del Poncho, perseguir el crecimiento turístico paulatino del destino y de cada posta, compartiendo con el visitante todos los recursos disponibles del lugar; y brindándole los servicios para satisfacerlo en su estadía», dijo la funcionaria.
El Manual de Producto Turístico Ruta del Telar pone de manifiesto las particularidades históricas y culturales de las artesanías textiles desarrolladas en Belén, para poder dimensionar los múltiples elementos de continuidad en las prendas, desde tiempos prehispánicos.
En su introducción, refiere que «el punto de partida que inicia y enaltece este Manual de Producto Turístico Ruta del Telar, son todos y cada uno de los artesanos/as tejedores del departamento Belén que forman parte de la Ruta Turística propuesta».
Al presentarlo hoy, Ponferrada comentó que tales artesanos «han sido la esencia primordial y el núcleo central de este proyecto, que ha pretendido destacar y valorizar su cultura, visible en una práctica que atesora historia y pertenencia identitaria».
La Secretaría de Turismo de Catamarca, el Consejo Federal de Inversiones, la Secretaría de Agricultura Familiar y la Cadena de Valor de la Lana/Fibra Belén (CAVALAF) son los responsables de llevar adelante el proyecto y de brindar las herramientas necesarias para su ejecución.
También participan activamente los municipios de Belén, Corral Quemado, Hualfín, Londres, Puerta de Corral Quemado, Puerta de San José, Pozo de Piedra, San Fernando y Villa Vil.
El manual crea las bases de contenidos teórico-prácticos para situar al lector en los contextos socioculturales, antropológicos y turísticos de esta ruta «emplazada -dice- en un departamento que nos muestra el rescate cultural de una herencia aborigen, plasmada en las técnicas textiles que desde épocas milenarias, en manos de nuestros primeros habitantes, fueron transmitidas de generación en generación».
Cabe señalar que la propuesta se inició con la necesidad de optimizar la comercialización de los productos textiles-artesanales de Belén, para que los mismos puedan ser promocionados y conocidos por los interesados en el destino y al mismo tiempo, para revalorizar a los hilanderos y tejedores como «Tesoros Humanos Vivos» (UNESCO, 2003) y patrimonio cultural de Catamarca.
Además, a lo largo de esta Ruta del Telar que ya es visitada por turistas y catamarqueños, se abarcaron aquellos lineamientos que caracterizan a la actividad turística sustentable en relación directa con el desarrollo socioeconómico de las poblaciones locales, como impulsores respetuosos de las mismas, logrando ofrecer al visitante experiencias turísticas que impregnen su imaginario.
Ponferrada explicó que «los recorridos y visitas in situ, han dejado visibilizar muestras culturales en cada tejido, realizado no sólo como sustento de vida, sino como valor y acervo ancestral».
«Estas manifestaciones se ubican como atractivos directos de la Ruta del Telar y consecuentemente se pretende que cada artesano pueda lograr un equilibrio entre lo que ama hacer y lo que el turista espera encontrar», afirmó la funcionaria.
La Ruta del Telar ofrece en su recorrido más de 50 puestos con tejidos artesanales tradicionales, que han sido relevados y fiscalizados por la Secretaría de Turismo para ofrecer a los consumidores garantía sobre su autenticidad y calidad, generando seguridad y confianza en los usuarios y consumidores.
En un completo y detallado trabajo, se describen las postas con todos los datos necesarios para el que turista identifique y conozca las características de cada artesano, sus productos, su historia y su técnica, permitiendo al visitante aprender sobre cada tejido de lana de oveja, vicuña o llama.
Excelentes fotografías, mapas, folletería, carteles y otros servicios básicos completan la información sobre la Ruta del Telar para la total satisfacción del turista, incluyendo la imagen del proyecto (imagotipo) que representa los trazos verticales utilizados en las urdimbres (hilos verticales) que, en los tejidos belenistas, son los de mayor peso debido a que definen los diseños en los ponchos más tradicionales.
«La representación vertical alude a aquel instrumento que aprieta el punto y que es, por decirlo de alguna manera, el objeto más sobresaliente en el proceso de la producción artesanal: las palas textiles», explicó finalmente Ponferrada.
Fuente: Télam