«Estamos inaugurando este centro en lo que es el acceso sureste al Camino del Inca y que incluye un área de interpretación, otra de informes, una para proyecciones, espacios para la exposición y venta de artesanía y para una cafetería», señaló a Télam Sofía Van Balen Blanken, subdirectora de Planificación y Desarrollo de la Secretaría de Turismo provincial.
En ese sentido, destacó que lo que se busca con el centro es, además de brindar información turística, permitir una interpretación del sitio patrimonial y que el turista se empape de la historia pre incaica e incaica en general y su impronta en la región.
La iniciativa, que se materializó con fondos del programa nacional de inversiones turísticas y de la Secretaría de Turismo de Jujuy, también busca impulsar el turismo de la región Yungas, que incorpora naturaleza e historia con el Parque Nacional Calilegua y pintorescos poblados como Santa Ana, Valle Colorado, Valle Grande, Pampichuela y San Francisco, entre otros.
El tramo del Camino del Inca, que recorre más de 30.000 kilómetros desde el suroeste de Colombia hasta el centro oeste de los actuales territorios de Argentina y Chile, se presenta en Jujuy uniendo los pueblos de Santa Ana y Valle Colorado, ambos en el departamento de Valle Grande, en una extensión de más de 15 kilómetros.
Para llegar, el visitante que parta de la capital jujeña deberá dirigirse por ruta nacional 34 hasta Libertador General San Martin y de ahí tomar por la ruta provincial 83 hasta Valle Colorado.
Por otro lado, el turista que se encuentre recorriendo la Quebrada podrá llegar directamente desde Humahuaca por la ruta provincial 73, hasta Santa Ana.
En la provincia es posible encontrar restos de escaleras construidas en épocas incaicas, tramos que actualmente son transitados por los pobladores de ambas localidades y que está rodeado de un paisaje que fusiona la selva, la aridez, la vegetación de altura y la humedad: una transición rápida entre la Quebrada y las Yungas.
Al lugar, que ya es muy visitado por turistas extranjeros, sólo se puede acceder a pie, a través de caminos que recorren las laderas cercanas como testigo muy bien conservado de aquella cultura ancestral americana.
La recomendación para quienes deseen realizar la travesía es recurrir a los guías locales de Quebrada y Yungas, que se encuentran preparados para recibir a los visitantes, en una actividad de trekking que suele durar alrededor de seis horas.
Uno de los puntos más interesantes del recorrido es el Abra del Valle, donde la vista es increíble y el camino empieza a descender por senderos literalmente «clavados en la montaña».
Otro de los atractivos importantes son las escalinatas zigzagueantes incaicas, que se encuentran a 4.000 metros de altura, cuidadosamente construidas piedra por piedra y que forman parte de la identidad de los pueblos originarios de la región.
Fuente: Télam