Uno de los edificios más emblemáticos de este estilo es la confitería del Molino, ubicada en la esquina de avenida de Mayo y Rivadavia, inaugurada de forma oficial en 1917.La ciudad de Buenos Aires tiene entre sus tesoros arquitectónicos unos 200 edificios Art Nouveau, lo que la convierte en una de las urbes del mundo con más construcciones de este estilo, que se han constituido en un atractivo turístico apreciado y buscado por visitantes de diferentes países que los recorren en un circuito especialmente diseñado por el gobierno porteño, y otro diagramado por la Asociación Argentina de Art Nouveau…
Willy Pastrana, presidente de esa asociación, dijo a Télam que todos los martes, jueves y sábados, se realizan recorridos que permiten conocer algunas de esas joyas de la arquitectura, como el Palacio Barolo, la Torre Otto Wolf, y los edificios de Los Lirios y Los Pavos Reales, en los barrios de Balvanera y Almagro, con visitas guiadas auspiciadas por el Ente de Turismo de la ciudad de Buenos Aires.
«En las visitas guiadas participan sobre todo turistas extranjeros que vienen a Buenos Aires a ver este arte que en Europa tuvo escuelas en Francia, Italia, España, Bélgica, Alemania y Austria, y que acá -subrayó- se pueden ver todas las escuelas juntas en una sola ciudad».
Fuente y fotos: Télam