Las festividades atraen a miles de peregrinos que visitan año tras año la provincia de la fe.La fe del pueblo salteño y sus festividades religiosas atraen a cientos de peregrinos que la vistan año tras año. Sus iglesias y la catedral son de inigualable belleza arquitectónica. En Semana Santa, en cada uno de sus municipios y localidades, el pueblo recrea la pasión y crucificción de Cristo a través de sus Vía Crusis…
Desde hace tres años en la capital, jueves, viernes y sábado santos se hace un circuito guiado a pie que incluye siete iglesias que forman una cruz dentro de la ciudad. Ellas son la catedral básilica donde está el santuario del Señor y la Virgen del Milagro, la iglesia San Francisco, la San José, la parroquia León XIII, la iglesia de la Viña, la de la Merced y la de San Alfonso. Se sale a las 17 y la caminata finaliza a las 19.30. Tiene un costo de 150 pesos, no es necesario inscribirse previamente y el punto de partida es la puerta de la catedral. Otra actividad que realizan los fieles todos los años es el ascenso al cerro San Bernardo el Viernes Santo por el camino de las escalinatas y van transitando las 15 estaciones que tiene el cerro hasta culminar en la cima.
El pueblo de Cachi conmemora la Semana Santa con una ceremonia que se realiza a horas de la noche en la plaza principal denominada la Quema de Judas. Allí la gente de pueblo quema un muñeco de trapo que representa a Judas Iscariote. La localidad de Metan, donde el Vía Crusis es recreado por los gauchos, los fortines recorren las 15 estaciones y al final se dramatiza la crucificción de Jesús gaucho. Otro lugar para destacar es en la localidad de Chicoana; en el Vía Crusis participa la gente del pueblo en la puesta en escena.
Santuarios
El turismo religioso está presente todo el año y la ciudad capital se ha convertido en un atractivo para los creyentes que desean conocer los maravillosos templos católicos que alberga esta ciudad. La iglesia catedral es fastuosa y de una arquitectura barroca, imponente con sus pálidos pasteles rosados y celestes es el edificio más destacado del casco histórico. Fue fundada en 1852, se levanta en el solar destinado desde la fundación para la iglesia matriz. Como en todos los trazados de las ciudades coloniales la iglesia ocupaba un lugar relevante en frente a la plaza principal. La fachada se enmarca en un estilo italiano clásico, con frisos y cornisas muy trabajadas sobre las que se asientan dos campanarios con arcos que rematan en una cruz de hierro forjado.
De corte basilical y tres naves, posee una ornamentación exuberante en policromías, creando sin lugar a dudas uno de los ámbitos religiosos de mayor fastuosidad en el país. Su altar mayor, de estilo Barroco Tardío es una obra del arquitecto Franciscano Luis Giorgi. En el templo se encuentra también el Panteón de las Glorias del Norte donde reposan los restos del general Martín Miguel de Güemes, del general Antonio de Arenales, del general Alvarado y de Doña Martina Silva de Gurruchaga, entre otros celebres protagonistas de la historia nacional. Fue declarada monumento histórico nacional en 1941. En el museo catedralicio se pueden apreciar, entre otras obras, pinturas, orfebrería, imágenes del alto Perú y de misiones jesuíticas.
El convento San Bernardo es una de las construcciones más antiguas de Salta que guarda su arquitectura colonial con características de barroco americano. Construido a fines del siglo XVI o comienzos del siglo XVII. Ermita de San Bernardo fue el tercer patrono de Salta en sus albores. Sufrió los efectos del sismo en 1692, pero fue reconstruida en 1723. En 1782 se edificó a la par un conjunto de salones con galerías para albergar al hospital de San Andrés, puesto a cargo de los Padres Bethlemitas, que luego ampliaron el edificio. Con el paso del tiempo sobrellevó varios inconvenientes y tuvo que cerrar sus puertas, tomando distintos nombres al reabrirlas en 1787 y 1805.
El hospital fue perdiendo interés, el presbítero Don Isidoro Fernández, hizo venir de Chile en 1846 a unas monjas carmelitas descalzas con el propósito de crear un beaterio al que dio el nombre «Nuevo Carmelo de San Bernardo». La primitiva ermita y el hospital anexo quedaron convertidos en el Convento de San Bernardo. La decoración que se realizó en el frente de la Iglesia, fue desarrollada por Isidoro Fernández. En la nueva entrada al convento se colocó una prestigiosa puerta del siglo XVIII, que pertenecía la familia de Bernardo de la Cámara. Fue declarado monumento histórico nacional en 1941. Se puede apreciar con gusto el resalte de los relieves y molduras gracias a las luminarias.
La Iglesia de la Viña es una de las obras arquitectónicas más destacada de la ciudad. La iglesia colonial fue reemplazada por la actual, imponente, de línea italianizante. En 1873 comenzaron la obra a cargo de la firma Macchi Hnos. El templo fue bendecido el 25 de marzo de 1886. La torre, exenta del cuerpo del templo, fue proyectada por el maestro italiano Francisco Righetti, fue terminada en 1908 conjuntamente con la refacción de la fachada. Se costeó con donaciones llegadas de Perú y Bolivia, y para estimular las limosnas entre los fieles se sacaba a caballo la réplica de la imagen de la Virgen de la Candelaria, conocida como «La Sentadita».
A partir de su declaratoria como monumento histórico nacional en 1982, se comienzan obras de restauración de envergadura como la consolidación estructural, liberación de construcciones agregadas, arreglo de techos, espacio exterior, recupero de los colores originales, la iglesia fue planteada en tonos celestes, ocres, rosados y grises destacando su decoración en fondo y figura. La planta, en cruz latina, tiene tres naves con crucero, acentuado por ábsides en semicírculo. El presbiterio, que precede al ábside central, incluye al altar mayor. Las naves laterales, más bajas que la bóveda de cañón corrido de la nave central, permiten su iluminación natural. El acceso se realiza por tres arcadas, enmarcadas por seis pares de columnas corintias que sostienen un vibrante entablamento. Es uno de los pocos edificios públicos cuyos techos con cubierta de ladrillos cerámicos pueden ser recorridos. Tiene gruesos muros de piedra y ladrillo, el piso es de mosaico calcáreo decorado. La imagen que se venera seria originaria de Coimbra-Portugal, y de la primera mitad del siglo XVII.
La Iglesia San Francisco con su contraste de colores, hace que se destaquen columnas y elementos decorativos ya que su estilo es italianizante. Don Hernando de Lerma entrego a los Padres Franciscanos una cuadra de terreno para la construcción de su iglesia y su convento. El arquitecto Luis Giorgi modificó el frente levantando la torre que acompaña al templo, la más alta de Sud América con sus 53 metros de altura y posee cuatro cuerpos que se van alivianando a medida que se va elevando. El ático fue hecho con elementos barrocos. Las cortinas de los arcos de la fachada un invento del Padre Georgi que corresponde a un periodo de modernidad, muy fino.
El 14 de Julio de 1941 es declarado monumento histórico nacional. Una solemne entrada embellece el atrio. Es triple acceso al atrio desemboca en una sola nave de caños corridos de ricas proporciones, con foco en el altar menor.
En busca del milagro
La Virgen del Cerro Salta es la Inmaculada Madre del Divino Corazón Eucarístico de Jesús. En 1990 comienzan las apariciones de la Santísima Virgen en Salta a una mujer, quien hasta 1990 fue ama de casa cumpliendo con sus deberes y llevando una vida muy apacible y feliz. Ella jamás imagino ver a la virgen y tampoco lo pidió. A partir del año 1990, comienza a tener las primeras manifestaciones sobrenaturales, siendo ella misma la primera impresionada. Un día escucha una voz interior que le habla, esta voz es extraordinariamente radiante y celestial, inmediatamente provoca un cambio en su corazón. Movida por un gran deseo de compartir esta dicha y felicidad, lo comenta con su pequeño entorno familiar, padres y hermanos; lo hace de manera espontánea y natural. En ese entonces María Livia medita en su interior y piensa que esto no va a trascender más allá de la intimidad de su alma. Las peregrinaciones son solamente los días sábado. La Jornada de oración termina cuando el último de los peregrinos que así lo desee ha recibido la oración de intercesión por parte de la señora María Livia. Por ello, el horario de ingreso al santuario es de 8 hasta las 12 exclusivamente, no permitiéndose el acceso después de ese horario ni en los vehículos en que se traslada a las personas impedidas ni a pié por sus propios medios.
La Fiesta del Milagro es otro atractivo religioso; miles de peregrinos llegan cada año en el mes de septiembre para renovar su pacto de fidelidad a los santos patronos, el Señor y la Virgen del Milagro. El 13 de septiembre se realiza la primera procesión alrededor de la plaza 9 de Julio, dedicada a María con la cruz original que vino con el Señor del Milagro; este acto se viene realizando al igual que en 1692, luego de los terremotos. El 14 de septiembre en conmemoración a la cruz, se realizan misas cada hora y la Catedral permanece abierta toda la noche. El 15 de septiembre es cuando los peregrinos renuevan su pacto de fidelidad a los patrones de Salta con la procesión del milagro. Es acompañada por miles de peregrinos que llegan del interior de la provincia como del resto del país y países cercanos. Culmina con el pacto de fidelidad que se realiza en el predio del monumento 20 de Febrero, de allí las imágenes emprenden el regreso a la catedral y los fieles los despiden con miles de pañuelos blancos y pétalos de flores hasta el año próximo.
Fuente: www.lacapital.com.ar /Por Delcia Karamoschon