Hemos escuchado en diversas oportunidades que los reconocimientos a personas, que por meritos propios, se deben realizar en vida.En esta oportunidad queremos referirnos a alguien que ha logrado trascendencia internacional por su desempeño en una actividad que inicio desde muy joven, cuando correteaba por las veredas de su ciudad natal – Puerto Madryn – en los alrededores de la librería de sus progenitores.Nos referimos a Antonio Torrejón, quien supo trascender en la apasionante actividad del turismo…
Paso por interminables lugares dejando su experiencia y opinión, siendo permanentemente consultado desde la actividad privada como la oficial.
De muy joven con amigos llegaban a las costas de su ciudad, donde mucho de ellos daban sus primeros pasos en el buceo, lo que con posterioridad serviría como uno de los motivos principales para difundir turísticamente ese lugar, a lo que le fueron agregando los otros ricos recursos turísticos, como el avistamiento de ballenas, lobería, isla de los pájaros, elefantes marinos y las diversas posibilidades que ofrecía esa zona.
Se contacto con la Sociedad Zoológica de Nueva York, que a partir de 1970 financia las investigaciones y estudios sobre las “ballenas francas”.
Fundaciones conservacionistas de los Estados Unidos, lo reconocieron por el modelo de áreas protegidas en Chubut.
Pero no se detuvo solo en eso, sino que en sus primeras funciones en un organismo oficial de turismo, se hizo cargo de la Dirección de esa actividad en la Provincia del Chubut, a la que llevo a un primer plano en la consideración nacional e internacional, ya que fue avanzando en poner en valor otras posibilidades, como ser la pinguinera de Punta Tombo y el centro de esquí La Hoya, en proximidades de Esquel.
Su pasión por la actividad le permitió fundar el Ente Oficial Patagonia Turística, en la que logro reunir a todas las provincias del sur del país, para lograr diversas acciones coordinadas, a favor de la actividad del turismo.
En prácticamente la mayoría de las provincias argentinas dejo su impronta sobre qué hacer y de qué forma, para difundir lo que cada uno de esos estados pueden ofrecer a los visitantes.
Conversando con Torrejón, entre diversas manifestaciones podemos resaltar la que expresa que “no se descubre nada nuevo al afirmar que el turismo, como realidad socioeconómica de nuestro tiempo, se encuentra aun en una fase inicial de consolidación, en la que los cambios en sus modos de producción y consumo son todavía mucho más importantes. Además, todo este proceso se está produciendo en un mundo en continua globalización, con una demanda en crecimiento y fuerte aumento de la competencia”.
Resalta también que “los profesionales del turismo –SKAL u de niveles académicos- tenemos como objetivo propio el impulso del conocimiento científico de la realidad turística y su difusión entre los conjuntos de interesados, por lo que la creación de publicaciones de análisis turísticos, es una respuesta a tal inquietud y una obligación moral a nuestra propia existencia”.
En nuestros intercambios de opinión con Torrejón hace mención a un tema fundamental que en ocasiones los funcionarios no le otorgan la importancia que tiene, bajo el resguardo de que no se cuenta con los fondos necesarios, el de la capacitación algo indispensable para el logro del turismo en el mundo.
Al respecto Torrejón opina que “en un país considerado potencial y posible para el éxito turístico y en el que tal actividad contribuye de un modo importante y eficaz a alcanzar nuestros objetivos económicos y sociales, es indispensable mejorar sustancialmente nuestro grado de conocimiento turístico de manera que formación, investigación e innovación, constituyen un solo sistema capaz de asegurar en el tiempo nuestro liderazgo en esta materia y poder continuar como pieza clave del bienestar de nuestra sociedad, así como el de todas aquellas comunidades que encuentran en el turismo la mejor opción, cuando no la única, para salir del subdesarrollo emergente”.
Muchos han sido los encuentros que hemos tenido con Torrejón, incluso recorriendo la amplia Patagonia Argentina e incluso otros lugares del mundo en que nos hemos encontrado participando de reuniones de la actividad.
Por eso son muchos los conceptos que tenemos de sus respetadas opiniones, como cuando die que “el turismo en la Argentina surgió sobre la base de un dinamismo empresarial, no siempre comprendido por la sociedad o los poderes públicos de turno, y sin el justo reconocimiento de lo que en términos de generación de riqueza, bienestar y empleo, genera para nuestra economía”.
Explica también que “resulta importante no perder la perspectiva de lo que el turismo ha representado para Argentina en términos sociales, políticos y en lo que se refiere estrictamente a una inteligente geopolítica”.
A partir de 1957 integro el grupo pionero de la Comisión Regional de Turismo de Puerto Madryn y en 1964 fundó el Organismo Turístico de la Provincia de Chubut, el que dirigió en varios periodos.
Bajo su presidencia el Ente Patagonia Turística alcanzo una respetada consideración, no solo de los gobiernos provinciales que la integran, como de las autoridades nacionales que vieron como una región amplia en extensión geográfica, lograba la coordinación necesaria para difundir su riqueza en recursos turísticos.
En 1977 apoyo con todo su entusiasmo la realización del congreso mundial de SKAL –la entidad que nuclea a los profesionales del turismo en el mundo- que se llevo a cabo en la ciudad de Buenos Aires.
Cuando el Dr. Horacio Massaccesi gobernaba la Provincia de Rio Negro, creo el Ministerio de Turismo, función que asumió Torrejón, donde se desempeño entre los años 1989-1996, otorgándole una fundamental consideración a esta actividad, que paulatinamente otras provincias fueron otorgándole el mismo rango al turismo.
La Organización Mundial del Turismo, en 2011, lo integro al Comité Internacional de Etica Turística, reconociendo su permanente aporte a la actividad.
En las conversaciones destaca la importancia de la cultura en el turismo, destacando su expresión que “los museos son importantes para el intercambio cultural, la identidad, el enriquecimiento de las culturas y para el desarrollo de la comprensión mutua, de la cooperación y de la paz entre los pueblos”.
Resalto la existencia de la “huella andina”, que permite unir mediante senderos unos 540 kilómetros en la Cordillera de los Andes, desde Villa Pehuenia –en la Provincia de Neuquén- hasta el área del lago Baguil, en Trevelin, pasando por Junín y San Martin de los Andes, Villa la Angostura, San Carlos de Bariloche, El Bolsón. Lago Puelo, Cholila y Esquel.
Definió a ese camino por sus posibilidades de acercar al conocimiento de la variedad y riqueza del territorio argentino patagónico, que incluye volcanes, lagos, ríos, bosques de araucarias, arrayanes, coihues, alerces.
Siempre ha venido colaborando con el Automóvil Club Argentino, en los aspectos turísticos de esa institución.
En la actualidad con la vitalidad que lo caracteriza sigue aportando sus conocimientos.
El Ministerio de Turismo argentino hace unos años le otorgo su nombre a su salón de actos, en una ceremonia que compartimos con emoción junto a él.
Recibió las distinciones de doctorado honoris causa, otorgado por las universidades de Mar del Plata, Morón y Autónoma de Entre Ríos.
La Universidad Nacional del Comahue le otorgo la mención de honor, a través de la Facultad de Turismo, en 2014, por su gestión en la planificación turística de la Patagonia, para la conservación y educación del turismo.
Mucho más se podría expresar sobre el protagonismo que ha tenido Torrejón en el turismo de nuestro país, lo que le ha aportado.
Por ello nuestro reconocimiento a quien dedica su vida a esta actividad, el turismo, que se ha convertido en una parte substancial de la moderna transformación e historia de la Argentina.
(*) Licenciada y expertoen turismo