Almería y Cabo de Gata seducen al visitante con sus paisajes desérticos, sus playas, su gente y su cultura.Milenaria. Almería es una ciudad del sureste del país, cuyo casco histórico posee pequeñas callejuelas. Tiene un clima privilegiado durante todo el año, en el que sus inviernos son templados y sus veranos cálidos…
Sí, esta región al sur de España, ubicada en Andalucía, tiene todas las condiciones necesarias para pasar unos días haciendo miles de planes. La región de Cabo de Gata. Parque Natural de 38 mil hectáreas, situado a unos 30 kilómetros de la ciudad almeriense está en alza y no por la cantidad de turistas que la visitan —por suerte—, sino por el amplio abanico de opciones que ofrece. Desde, playas vírgenes entre montañas con increíbles calas escondidas en el inmenso Mediterráneo, y acantilados que se asoman al pie de la carretera, hasta un bar de motoqueros en el medio del desierto. Además, el imperdible Mini Hollywood, parque temático, donde se rodaron películas del lejano oeste de los años 60 y 70 e inalcanzables paisajes surrealistas, escenario elegido para grabar varias escenas de la enigmática serie «Game of Thrones».
Además de los inmensurables paisajes y playas que hacen que Andalucía sea un elegido para pasar unos días de verano recorriendo esta estupenda costa salvaje, lo tentador de visitar esta zona es que en el suelo sureño se encuentran las mejores y auténticas «tapas» españolas. Donde salir de tapas es un verdadero ritual para los andaluces de pura cepa. En las noches de verano el casco antiguo de Almería se convierte en el epicentro del tapeo, los bares y restaurantes explotan de gente. No sólo sirven una tapa —invitación de la casa— para que acompañes tu cerveza, sino que hay cartas para que elijas con qué maridar tu caña, que pasan por más de 15 variedades diferentes, que van desde pulpo al ajillo hasta chipirones a la vinagreta, donde este maravilloso rito se transforma en un circuito sin fin: nueva caña, nueva tapa. Sin dudas la ciudad de Almería es el lugar indicado para saltar de bar en bar y conocer una excelente y legítima ruta de tapas.
Qué playas visitar, dónde comer y deleitarte escuchando jazz con una vista privilegiada a La Alcazaba, —fortaleza construida por los árabes en la segunda mitad del siglo X—. Además, un espectacular restaurante marroquí, perdido entre las magníficas y diminutas calles del casco histórico almeriense.
Las playas que hay que conocer —desde pequeñas calas desérticas hasta la famosa Mónsul, lugar donde se filmó parte de la película Indiana Jones—. La mejor manera de explorar las estupendas playas que esconde el territorio de Cabo de Gata, es alquilando un auto, ya que acceder a esta paradisiaca costa es toda una expedición. Si optas por conocer las playas vírgenes más remotas y desoladas -en mi opinión las mejores- como Cala Rajá, paraíso natural que se oculta entre las montañas y de difícil acceso, hay que ir preparado para sumergirse a la aventura.
No sólo hay que manejar un rato desde la ciudad de Almería, también hay que dejar el auto y hacer una caminata de aproximadamente treinta minutos, subiendo y bajando la montaña. Una vez ahí, relájate. Te aseguro que la aventura tuvo su merecido. Darte un baño en las cálidas aguas transparentes del Mediterráneo, rodeado de un paisaje subliminal, entre medio de montañas y en medio de la nada es literalmente el paraíso. Dato: llevarse algo para el picnic y algo fresco para beber, ya que en verano las temperaturas son muy altas.
Otras playas para visitar y unas de las más famosas del Parque Natural, son las del pueblo pesquero de San José: Genoveses y Mónsul, a 45 kilómetros de Almería —paraje obligado para los amantes de las playas grandes—. Kilómetros de dunas de arena fina, rocas, agua cristalina y vegetación por doquier complementan un genuino escenario salvaje y natural. Nada de chiringuitos, wifi, ni alquiler de sombrillas, la naturaleza es la protagonista en su estado más puro.
Mónsul, además es conocida por su célebre roca que aparece en una escena de la película Indiana Jones. A estos enclaves naturales se puede acceder en autobús desde Almería, pero si se quiere trasladar de una playa a otra, sin tomar el bus que las conecta, hay que prepararse para una extensa caminata. El panorama entre pitas y chumberas (planta de la familia del cactus y autóctonas de la zona), la arena dorada, rocas y el azul mediterráneo es una infalible postal que no se puede perder. Para los que no se bancan mucho tiempo el sol, la playa de Genoveses tiene mucha vegetación, ideal para dormir una siesta bajo los árboles, dirección al mar, y por qué no también para sacar la manta y armar el picnic.
No solo las playas son las protagonistas de esta imperdible parada costera. El pueblo de San José es muy pintoresco e ideal para recorrerlo a pie. Abundan las pequeñas casas blancas que se encuentran entre subidas y bajadas por diminutas y estrechas calles, donde al fondo de la escena se asoma el intenso color azul del océano, combinando a la perfección y creando unas vistas inigualables.
En medio del recorrido entre playa y playa es buena idea sentarse a comer en algún restaurante de ruta el pescado fresco del día, a precios muy accesibles. Otro imperdible es hacer una parada en el faro de Cabo de Gata y detenerse en el mirador para poder ver el fabuloso Arrecife de las Sirenas, una de las vistas más emblemáticas y fotografiadas de toda la región. Un lugar indudablemente mágico. Se trata de unas chimeneas volcánicas de formas variadas que, desde lo alto, y en con—trastaste con el fondo del mar —donde las tonalidades del agua varían según las profundidades- regalan una vista inédita y encantadora. Dice la leyenda que su nombre se debe a que los antiguos marineros confundían los gritos de las focas monjes —antiguas habitués del mar y de estas rocas— con el canto de las mitológicas sirenas. Dato interesante: abajo se esconde una pequeña calita ideal para bucear.
Una de las más lindas de la reserva natural de Cabo de Gata es el Playazo de Rodalquilar, esta playa de origen volcánico se encuentra entre medio de acantilados, montañas y en pleno desierto almeriense. Lo alucinante son las piscinas de aguas naturales que se forman, buen plan para relajarse y pasar una tarde entre playas vírgenes y placenteros baños a orillas del Mediterráneo.
Otro punto acertado, si te gusta el snorkel, es que este lugar es el indicado para ponerse las máscaras y salir a explorar las calas turquesas que se encuentran alrededor de esta estupenda costa salvaje. Además, para que realmente sea una postal inmejorable, en la montaña, junto a la playa se levanta el castillo de San Ramón, fortaleza construida en el siglo XVIII, para la defensa de la mina de alumbres de Rodalquilar, ante los numerosos ataques de piratas berberiscos. Lo mejor es que es de fácil acceso, se puede llegar en auto desde un camino de tierra cercano al pueblo de Rodalquilar, y estacionar muy cerca de la playa. A tener en cuenta que tampoco hay servicios.
Motos y mucho rock en el desierto
Con el paso de los años «El bar de JO» un fabuloso espacio ubicado en el medio del desierto, en los Escullos precisamente, se ha convertido en un referente del mundo motoquero internacional. Si, un bar en el medio del desierto -totalmente a cielo abierto y con una colección de Harley estacionadas en la puerta-, donde motoqueros de todas partes del globo llegan con la intención de pasar un momento único en un lugar donde parece que el tiempo se detiene entre paisajes cinematográficos y buena música.
Un francés llamado Jo, de espíritu libre, apasionado por la naturaleza, y un fiel motoquero de la vieja escuela, quién llegó montado a su Harley Davidson, a principios de los años 90, fue el encargado de plantar bandera en el suelo árido de los Escullos para crear este tremendo bar, único en el mundo. Paso obligado y la meca para todo viajero que se encuentre explorando nuevas rutas en su motocicleta y también para aquellos que quieran vivir una experiencia inolvidable y tomarse una cerveza fresca entre paisajes desérticos, bañaderas recicladas -parte de la original decoración- bandas en vivo y mucho rock and roll. En el bar de Jo sólo se prohíben dos cosas: el reggaeton y la mala onda.
En el verano explotan los conciertos, y diferentes bandas suenan al ritmo del rock o blue, y muy al estilo Jo, la entrada es gratuita. Artistas como Joe Strummer —líder de la mítica banda The Clash, ícono del movimiento punk de los años 70 y 80 — se ha convertido un fiel habitué y ha elegido durante años consecutivos, —hasta el 2002, año de su muerte— este bar fuera de serie, de ambiente totalmente relajado y cálido, para festejar sus cumpleaños. Dato: Abre a partir de las 19 y sólo en los meses de julio y agosto. Atento. No te puedes ir del Bar de Jo sin haber probado la famosa bebida de la casa, un chupito conocido como «tóxico» o «chupito de Jo», hecho a base de ron.
El cine, Texas Hollywood y Fort Bravo
Cuando nos referimos a esta seductora e interesante ciudad andaluza —una de las provincias con más historia cinematográfica de España—, no nos podemos olvidar de la intensa y cruzada relación que la sureña tiene con la pantalla grande. El suelo almeriense fue escenario privilegiado durante muchos años, y el elegido para el rodaje de decenas de películas —aquí era más barato que en EE. UU y el paisaje idéntico al del oeste—.
Texas Hollywood, uno de los estudios cinematográficos más importantes de Europa, —y hoy día un parque temático— se construyó a principios de los años 60 como decorado para el rodaje de incontables películas del denominado Spaguetti Western —coproducciones hispano-italianas de Western—. Recorrer este parque es alucinante, su estilo de antaño, sus tabernas y su onda desértica hacen que puedas sumergirte por un rato en una película del antiguo oeste. Otro parque para visitar es Fort Bravo, ubicado a unos pocos kilómetros del primero, con un paisaje natural del desierto de las tabernas y armado bien al estilo wild west —salvaje oeste americano y mexicano—. Su decorado está intacto. También hay un bar ambientado al estilo Texas. Películas como «La muerte tenía un precio», «Por un puñado de dólares» o «El bueno, el feo, y el malo», fueron rodadas en territorio almeriense, protagonizadas por Clint Eastwood de joven.
En la actualidad, la provincia de Almería, sigue siendo escenario muy aclamado a nivel internacional y el lugar elegido por directores como Ridley Scott o Roman Polanski, para el rodaje de sus películas. Además, capítulos de la serie «Game of thrones» fueron grabados aquí. También se rodaron escenas de «Black Mirror», —concretamente su cuarta temporada—.
Un integrante de la famosísima banda inglesa «The Beattles» también dejó su marca en la tierra andaluza. John Lennon pasó una temporada viviendo en Almería cuando estuvo rodando «Como gané la guerra». La casa donde vivió es ahora el museo de cine. Y dicen que allí compuso la canción «Strawberry fields forever», porque en la casa había un campo de fresas que parece que inspiró y conquistó a John.
Un restaurante marroquí y la imperdible vista a La Alcazaba
Es imposible visitar Andalucía y no salir de tapas. Pero si te gusta salir de lo tradicional y descubrir esos diminutos y no tan concurridos sitios donde se puede encontrar auténticas delicias, Almería es la ciudad perfecta. Inmerso entre pequeñas callejuelas del centro histórico se esconde Almendina, restaurante y tetería. Un pequeño y auténtico restaurante marroquí, donde la comida es elaborada cuidadosamente con ingredientes de primera calidad.
Se destaca por sus exquisiteces como el famoso cuscús, o el magnífico tajín de cordero —con ciruelas, sésamo y almendras—, una verdadera obra maestra para el paladar. El plato galardonado es la bastela, una empanada de hojaldre rellena de pollo, almendras y canela. Además de la calidad de sus platos, la ambientación oriental es alucinante, su mágico patio de suelo empedrado, con tenues luces de colores e invadido de plantas crean una atmósfera más que placentera y acogedora. Fiel a sus costumbres musulmanas, no se puede consumir alcohol. Atención a la extensa carta de tés, cuenta con más de treinta variedades diferentes. Recomendación: El tibet, lleva té verde, naranja, canela, cardamomo, clavo y aroma.
Otra parada obligada es pasar una noche en la Guajira escuchando jazz frente a La Alcazaba, fortaleza construida por los árabes en la segunda mitad del siglo X. Ver esta poderosa fortaleza de noche, desde la terraza de este encantador y relajado bar es algo soñado. Aquí no encontrarás platos de lujo, pero si unas buenas cañas frescas o una copa de vino que acompañen perfectamente la velada, mientras disfrutas escuchando las excelentes bandas que suenan en vivo al ritmo del flamenco, jazz, swing o bossa las noches de verano. Hay que ir temprano o mejor reservar, ya que el espacio no es muy grande y la terraza es concurrida.
El pescado más codiciado de la tierra almeriense. ¿Dónde se encuentra? Si se quiere deleitar comiendo el mejor pescado y mariscos de la zona, tenés una parada infaltable. El pescado de lujo se encuentra en el Bello Rincón, un impecable restaurante ubicado en la carretera, camino a Aguadulce. Este restaurante es sinónimo de calidad y buen gusto.
Los más pedidos son los pescados a la parrilla y frituras. Pero su especialidad son los exquisitos mariscos a la sal, que pueden ser quisquillas, gambas o gambón rojo. El pescado es servido al estilo gourmet y los precios un poco más elevados de lo normal, pero sin dudas, el mejor pescado fresco que probarás, de eso doy fe. Carretera Nacionall 340, Km. 436.
Fuente y fotos: www,lacapital.com.ar /Por Martina Mazzia – Especial para La Capital