Un circuito que integra ciudades costeras de la Patagonia austral desde Caleta Olivia hasta Río Gallegos ofrece un sinfín de historias que se mixturan con la naturaleza que desde la primavera hasta finales del otoño se expresa con una concentración de biodiversidad que atrapa a los visitantes…
El litoral marino costero de Santa Cruz conjuga el magnífico paisaje de la meseta y el mar con los pueblos y puertos plenos de la historia de navegantes, de la vida rural y de la naturaleza virgen unidos por la ruta nacional 3.
Este corredor sigue la traza de la ruta 3 y desde Caleta Olivia, donde el imponente «Gorosito» le da la bienvenida, como monumento al trabajador petrolero y la Reserva Faunística le brindará una postal rutera junto al océano y se unirá a Fitz Roy y Jaramillo, cerca de la cual está el Parque Nacional Bosque Petrificado.
Son Fitz Roy y Jaramillo quienes le mostrarán un recorrido a pie por los diez puntos históricos de estas localidades que cada 21 de octubre festejan su aniversario con una semana de actividades.
El orgullo de contar con el Parque Nacional Bosque Petrificado, es hoy un destino en sí mismo y donde el recorrido desde Jaramillo y Fitz Roy hasta el portal de acceso al área es una travesía «sonora» con las flamantes audioguías vehiculares. Uno de los troncos alcanza los 37 metros de longitud y yace a flor del suelo de un recorrido de dos mil metros sobre la historia del planeta.
Las distancias son enormes, como el mismo horizonte pleno de 360 grados que se admira en parte de la travesía que ofrece la naturaleza virgen en Puerto Deseado. Aquí, en octubre, los deseadenses estrenan su temporada de excursiones con la llegada de los pingüinos de penacho amarillo a la Isla Pingüino, sitio preservado como Parque Nacional. La ría de Deseado, con sus 42 kilómetros de océano que ingresan al continente por el cauce del río Deseado ofrece un sinfín de atractivos en biodiversidad.
En vehículo, en bici, caminando o navegando, la experiencia de observar la avifauna lo convierte en un lugar único. Pero es, quizás, la historia de adelantados, piratas, navegantes y naturalistas como Charles Darwin los que atraparán su alma. Porque en un lugar de la ría, hoy Reserva Natural Provincial, en sus costas, aún se puede ver el sitio donde acampó el naturalista inglés.
Pero muchos navegantes tallaron la historia en estas costas. Tan sólo visitar el Museo Mario Brozoski, que vuelve a abrir sus puertas a los visitantes en plena ciudad le permitirán conocer en detalle la vida de ultramar de 1770. Allí están los restos arqueológicos de la Corbeta Swift, rescatados por el equipo de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (Conicet) que conduce Dolores Elkin.
El paso de Hernando de Magallanes tiene su detalle en el actual PN Interjurisdiccional Isla Pingüino mientras que los frutos de mar, el famoso Kanikama y hasta la carne de guanaco son parte de la movida productiva y gastronómica de esta provincia donde es famoso el cordero y las cerezas, además de los frutos rojos y el calafate. De allí que el chef local, José Basualdo, diseñó un plato «magallánico» a base de pejerrey, con algas de la costa y condimentos especiales que también pudieron degustar los marinos adelantados hace cinco siglos.
La Ruta Azul continúa y luego de Tres Cerros, donde puede hacer un alto y descansar además de proveerse de vituallas, llegará hasta Puerto San Julián, donde sobre la playa está la Nao Victoria, es la réplica perfecta de una de las naves de Hernando de Magallanes cuando surcó los mares y llegó a este sitio en 1520.
Las costas de San Julián recorren unos 27 kilómetros y es en este paseo donde además de sitios arqueológicos está la plazoleta héroes de Malvinas y un imponente Mirage Dagger despegando rumbo a las islas. Además, en San Julián está el Parque Nacional Makenke, una de las tres áreas de máxima protección nacional marino costero.
El corredor conduce hasta Comandante Luis Piedrabuena que junto a la margen norte del río Santa Cruz es un oásis por la forestación y el verde de sus costas donde la Isla Pavón resguarda la réplica de la casa -hoy museo-, de este marino con cientos de historias sobre nuestros mares y la soberanía nacional.
En Piedrabuena, con sus macetones poblados de flores y figuras enormes de Dante Quinterno, el creador de «Patoruzito», la historieta del pequeño indio tehuelche y sus amigos también integran el Parque Temático Accesible.
Muy cerquita está el Parque de los Murales y «El Señor de Los Sueños», el Papá Noel a bordo de un carro tirado por guanacos, la convierten en una ciudad única. Es la Capital Nacional de la Trucha Steelhead (cabeza de acero) y en marzo la cita es con los pescadores, y en octubre la Fiesta del Salmón Chinook. Una visita a la estación ictícola, un cine 3D, y un museo histórico en una de las primeras casas donde funcionó la ex telefónica.
Puerto Santa Cruz, la Capital Histórica del Territorio, con su costanera recuerda a la gesta Magallánica mientras que la diversidad de avifauna e historia la convierten en un paso imperdible antes de recalar en el Parque Nacional Monte León, el primer parque marino costero del país, quienes conducen vehículos pueden disfrutar del autocamping.
El último punto de la Ruta Azul es la capital provincial, Río Gallegos, a 2.636 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con la mayor oferta cultural de este territorio, el punto de mayor concentración de museos históricos, una Reserva Costera Urbana y un estuario que por su valor natural fue elegido por la Red Hemisférica de Reservas de Aves Playeras Migratorias (MHSRN) como sitio internacional para la preservación de estas aves. Además, muy cerca también, la Reserva Geológica provincial Laguna Azul.
La perla histórica es recorrer los 124 kilómetros desde esta ciudad hasta Cabo Vírgenes, donde el faro de más de un siglo, señala el accidente geográfico que divisó Hernando de Magallanes en 1520, que une al Mar Argentino con el Estrecho de Magallanes, el paso que unió a los dos océanos. Allí también hay una reserva natural con una de las pingüineras más grandes del continente y un museo, en la que fue la casa del farero que reconstruye las historias del lugar señalizado como el kilómetro «0» del gran corredor de la ruta nacional 40, la más larga de la Argentina, que en sus casi 5.200 kilómetros une este extremo continental austral con la Quiaca, en Jujuy, el límite con Bolivia.
El territorio santacruceño está abierto a las almas viajeras y quienes sueñan con vivir una experiencia en medio de la naturaleza virgen, es el sitio ideal que le permitirá descubrir un suelo donde el paisaje majestuoso de glaciares, lagos y meseta se unen en una travesía junto al mar. Más info: www.santacruzpatagonia.gob.ar
A cinco siglos de la Gesta Magallánica
La Primera Vuelta al Mundo celebra sus cinco siglos de historia y en el litoral marino costero de la provincia de Santa Cruz, en la Patagonia argentina, está todo listo para recibir a los visitantes que buscan las huellas históricas y la naturaleza plena.
Bajo el lema “Ciudades Magallánicas de La Ruta azul”, la Secretaría de Estado de Turismo santacruceña, que conduce Valeria Pellizza, presentó la semana pasada los atractivos históricos y de naturaleza que ofrecen las localidades del Corredor de la Ruta Azul, que une los pueblos y ciudades del litoral marino costero santacruceño.
En la presentación estuvieron el vicegobernador de la provincia, Pablo González; la directora de Casa de Santa Cruz, Matilde Massa; y el ministro de la Producción, Comercio e industria de Santa Cruz, Leonardo Alvarez.
Las localidades de Puerto Deseado, Puerto San Julián, Comandante Luis Piedrabuena, Puerto Santa Cruz y Río Gallegos revelaron detalles de la historia y los atractivos naturales que desde octubre comienzan a lucirse de cara al verano 2020.
Durante esta presentación, el chef deseadense José Basualdo brindó una clase magistral con degustación de la cocina magallánica que se diseñó especialmente con motivo de la celebración mundial de la primera vuelta al mundo protagonizada por Hernando de Magallanes y Sebastián El Cano en 1520.
De esta forma, Santa Cruz permanece en el mapa mundial de los viajeros desde hace cinco siglos y con la mayor concentración de Parques Nacionales y Reservas Provinciales se convierte en el territorio provincial con más áreas protegidas de la Argentina, y combina la naturaleza virgen con la historia. El evento se desarrolló en la sede de Casa de Santa Cruz en Buenos Aires, Calle 25 de Mayo 279 en pleno centro porteño
Fuente;Por Sonia Renison – Especial para La Capital