Entre la cordillera y el mar

La mítica ruta 40 une a la Patagonia entre hielos milenarios y el horizonte infinito.Interminable. De los más de 5.200 kilómetros de la ruta 40, 1.400 los recorre en Santa Cruz, donde el asfalto les cambió la vida a los anfitriones y a los viajeros, porque permite optimizar el tiempo y disfrutar del manejo…

La provincia de Santa Cruz es la única de las once provincias que recorre la mítica ruta nacional 40 de la Argentina donde la traza une el mar con la cordillera, los hielos milenarios y los secretos del horizonte infinito. La ruta 40, es la más larga del país, con sus 5.200 kilómetros desde Cabo Vírgenes (Santa Cruz) hasta La Quiaca (Jujuy) y es en suelo santacruceño donde se exhibe el mayor tramo con 1.400 kilómetros.

El trayecto describe una travesía por la historia del planeta de los tehuelches y los pioneros de un siglo atrás que imprimieron la impronta en este territorio todavía virgen. Los 1.400 kilómetros que recorre en esta provincia, contiene al Cero en Cabo Vírgenes, el extremo más austral continental a donde llega y revela un sinfín de historias inmersas en la sensación de infinito y es dónde el navegante Hernando de Magallanes pasó en 1520.

Allí está el Faro con la casa original del farero convertida en un museo que se puede visitar y permite descubrir cómo era la vida en aquel rincón del mundo. A pocos pasos en la costa, existe una reserva provincial, alberga la segunda pingüinera más grande de Sudamérica con ejemplares de pingüinos de Magallanes.

Las estancias de más de un siglo comparten historia en la travesía con hoteles de los años 40 donde recalaban y llegan pescadores y aventureros.

Es en Río Gallegos, la capital santacruceña donde la mayor infraestructura impone el primer alto en el camino donde además se puede conocer la arquitectura de las primeras construcciones y recorrer museos, iglesias y restaurantes, y hasta áreas de reservas provinciales. Desde aquí también muchos cumplen otro sueño, el de llegar a las Islas Malvinas, porque la empresa Neyem, con su producto «Tierra de Héroes», que incluye siete noches, es la pionera en los viajes a conocer aquella porción de suelo argentino.

La travesía rutera por la llamada «Columna vertebral» de la Argentina como le dicen a «la 40», conduce hacia el oeste provincial y siempre corre junto a las vías de trocha angosta del tren comercial más austral del mundo, el que fue construido para trasladar el carbón mineral de Río Turbio.

El corredor resguarda historias de la cuenca carbonífera del siglo pasado y una visita al Museo y al primer socavón dimensiona la producción. En especial desde la primavera hasta el otoño, el tramo rutero es pasión de los motoqueros y de los amantes de las 4×4 que pasan por las localidades como Turbio Viejo, Paraje Julia Dufour, Mina 3, Rio Turbio y 28 de Noviembre, que crecieron al ritmo del carbón mineral.

A esta altura, la ruta 40 toma rumbo norte al que no abandonará jamás hasta la Quiaca (Jujuy) y conecta con otras maravillas santacruceñas. El acceso a El Calafate, la villa turística por excelencia junto al Lago Argentino, exige varios días para conocer las alternativas que ofrece además de estirar los días y apasionarse con El Chaltén, la Capital Nacional del Trekking.

Una excursión obligada es la visita al glaciar Perito Moreno que resulta increíble, pero es apenas una de las cientos de opciones, porque el Parque Nacional Los Glaciares preserva más de 200 glaciares muchos de los cuales aún no tienen nombre. Las propuestas para conocer los secretos de la naturaleza imponente está en constante crecimiento, cada temporada.

El Chaltén es una localidad joven y los más de cincuenta circuitos de treckking que ofrece su imponente paisaje le valen el nombre de ser la Capital Nacional del Trecking. Desde senderos para caminar una hora hasta travesías sobre el hielo eterno son un desafío que se suma al estreno de snorkeling, rafting, que se combinan con cabalgatas, kayac y escalada.

En esa zona del oeste santacruceño, camino al Lago del Desierto, dormir en un Domo (carpa con el confort de un lodge) es la pasión de los viajeros más exigentes. Tres lagos, Gobernador Gregores, son la antesala para llegar al nuevo Parque Nacional Perito Moreno y desde Bajo Caracoles es un «stop» para retomar la travesía y acceder a la localidad de Lago Posadas.

El asfalto les cambió la vida a los anfitriones y a los viajeros, porque permite optimizar el tiempo y disfrutar del manejo y la estadía en los pueblos llenos de encanto. Los nueve mil años que ostentan las pinturas en la Cueva de las Manos, que junto con el PN Los Glaciares son Patrimonio de la Humanidad, son ejes que conectan al viajero con la historia del planeta.

El verano en Los Antiguos y Perito Moreno, llega con las cerezas, y la proximidad al nuevo Parque Nacional Patagonia, donde se preserva al Macá Tobiano, proponen un recorrido hacia lo más exclusivo de este punto de la Patagonia argentina. Desde aquí, se depliega un circuito binacional que con 500 kilómetros se unen estas dos localidades, junto con Lago Posadas y las vecinas Valle Chacabuco, Puerto Bertrand y Chile Chico.

Pero los amantes de las travesías ruteras, eligen la ruta escénica 41 que une a estas localidades sumergida en bosques nativos y que resguarda además de la flora y la fauna la mística de la Patagonia Infinita y la fuerza de la naturaleza virgen.

Fuente: www.lacapital.com.ar

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