España:El Camino de Santiago en primera persona

«Caminante no hay camino, se hace el camino al andar» es una de las frases líricas más conocidas de Antonio Machado, por hacer referencia a la ruta de peregrinación. Siete días, 120 kilómetros, y un viaje inolvidable.¡Ultreya!. El espíritu peregrino lleva a los visitantes a recorrer encantadores parajes y pueblos de varias provincias del norte español . El Camino de Santiago atrae a turistas de todo el mundo y ya lleva más de 1.200 años…

El Camino de Santiago es la ruta de peregrinación más importante de Europa y Patrimonio de la Humanidad, declarada por la Unesco desde 1993. Hay tantas definiciones sobre el Camino de Santiago como peregrinos, pero en pocas palabras es el recorrido sagrado que se realiza hacia Santiago de Compostela para visitar la tumba del Apóstol Santiago.

La tumba del santo Santiago fue descubierta una noche del año 813 en el monte del Libredón. Este fue el puntapié para la creación de una de las más prestigiosas parroquias de España: la Catedral de Santiago. A partir de este santuario, miles de peregrinos buscan llegar hasta el apóstol realizando el famoso Camino de Santiago de Compostela hasta convertir a esta ciudad en un destino con el eco de toda Europa.

Los principales caminos son: el del Norte, el Aragonés, el Primitivo, el Inglés y el Francés. A la vez, hay muchas formas de hacerlos: a pie, en bicicleta o a caballo, solo o en grupo, pero siempre en pos de una única meta: conseguir la Compostela de Santiago. Físicamente, el recorrido en sí no es complejo, especialmente el Camino Francés, la ruta más reconocida internacionalmente y, por consiguiente, la más importante a nivel económico y social del mundo.

El Camino de Santiago es una manera diferente de hacer turismo por el norte de España, en donde se descubren icónicos monumentos, encantadores pueblos y espectaculares paisajes. El de Santiago es un camino histórico, con más de 1.200 años, único en el mundo entero. No es casualidad que vayan 300.000 personas de diferentes países a hacerlo cada año. No importa que en nuestro pais haya paisajes más asombrosos, platos más deliciosos, playas más curiosas, montañas más altas o lo que sea, lo mágico de este lugar es el espíritu peregrino, ese que iguala a todos los caminantes sin importar el origen, el status o la edad. Porque, lo importante es «El Camino, ¡Ultreya!

La palabra Ultreya viene del del latín: ultra –más allá– y eia –interjección para mover–. Significa ánimo, y es la exclamación de los fieles en las peregrinaciones hacia el Camino de Santiago de Compostela. Frío, calor, viento, sol, lluvia, neblina, todos estos climas pueden tocarte en un tramo de 30 kilómetros del Camino de Santiago. Así de diverso y fabuloso es el Camino que dura seis días, tiene siete etapas, recorre los últimos 120 kilómetros desde Samos hasta Santiago y descubre un sinfín de experiencias únicas: día por día.

Día 1: Samos

La historia de Samos está íntimamente ligada a la de su monasterio San Xian. Edificado a orillas del río Oribio y benedictino desde el Siglo XII, es un compendio de estilos que conjuga estructuras románicas, góticas, renacentistas y barrocas, donde residió su magisterio el padre Feijoo en el Siglo XVIII, cuya huella forma parte de la Historia de Galicia. Desde Samos, caminamos ocho horas hasta la primera etapa: Sarria.

Día 2: Sarria

Sarria es la localidad más poblada del Camino Francés en Galicia, y Primer Itinerario Cultural Europeo. La primavera es la mejor época para realizar este famoso viaje ya que el clima es ameno, la vía está despejada y la vegetación más verde que nunca. En la parte alta de Sarria se conserva el torreón de la vieja fortaleza de Sarria. La fortaleza fue construida en el Siglo XIII, destruida por los Irmandiños y reconstruida después dando como resultado esta hermosa villa.

Día 3: Portomarín

Con un día nublado, fresco y primaveral, salimos hacia la segunda etapa: Portomarín. Después de 23 kilómetros llegamos a esta villa medieval, donde nos recibe el famoso puente de Portomarín sobre las aguas del Miño, el río más famoso de Galicia. Subiendo las escalinatas, nos encontramos con este bello y acogedor pueblo con aires andaluces, repletos de flores primaverales.

Día 4: Palas del Rei

Llegamos a Palas de Rei donde predomina el estilo románico del Camino de Santiago, dejando sus huellas más importantes en la arquitectura religiosa. Esta villa gallega cuenta con un amplio patrimonio artístico que refleja su pasado señorial de estas tierras y conserva restos de fortalezas, castillos, pazos y viviendas.

Día 5: Arzúa

Nuevos 20 kilómetros recorridos en las 10 horas diarias de caminata. A medida que vamos bajando hasta Arzúa, la visibilidad es mejor y los valles aparecen por izquierda o por derecha con pequeñas aldeas donde nos encontramos con las capillas y viviendas típicas gallegas, sus campesinos trabajando sus huertas, y sus animales por el campo. Al llegar a Arzúa, nos esperan con un té caliente y unos churros gallegos en el Pazo de Santa María, un lujo de estadía en el medio de las colinas del Camino de Santiago.

Día 6: O Pedrouzo

La llegada a O Pedrouzo es triunfal, por ser la última etapa antes de llegar a la gran meta: Santiago de Compostela. «Pedrouzo», indica un «montón de piedras». La iglesia parroquial está situada en la aldea de Pousa, de estilo barroco, fue construida en 1718. Caminando ocho horas por unos paisajes «de la hostia». Mañana toca la etapa más emocionante y con más subidas y bajadas, el último tramo hasta Santiago.

Día 7: Santiago de Compostela

Emocionante llegada a esta hermosa ciudad, en donde es inevitable sentirse desbordado. El final de esta larga peregrinación, no una etapa más. El resumen de este viaje: la llegada a este lugar. Acá se unen los caminos, los sacrificios, los dolores, las alegrías y algo más fuerte: los testimonios de aquellos que fuimos parte de un mismo Camino, donde las emociones se entretejen hasta explotar de felicidad.

La ciudad

Como dice Paulo Coelho, «Santiago no es el final del camino, es el principio.» La historia de Santiago se remonta a la prehistoria, la llegada de los romanos y su larga historia católica. Por eso, Goethe afirmaba: «Europa se hizo peregrinando a Compostela». Desde el siglo X, comenzaron a llegar a la Península peregrinos de más allá de los Pirineos; durante la Edad Media miles de caminantes de las islas británicas, Francia, Italia y los territorios germánicos viajaron hasta Compostela, embarcandose en un viaje sólo de ida y su máximo punto de inflexión: el encuentro del Apóstol Santiago.

Santiago es la capital de la Comunidad Autónoma de Galicia, Provincia de la Coruña. Santiago de Compostela fue declarada en 1985 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, como resultado de su belleza urbana, integridad monumental, significación espiritual como santuario apostólico y destino del más importante movimiento religioso de la Edad Media: la peregrinación del Camino de Santiago.

La Plaza del Obradoiro es el centro monumental de Santiago de Compostela. Los edificios que cierran la plaza -la Catedral, el Hostal de los Reyes Católicos, y el Palacio de Raxoi- son los principales polos de la vida de la capital gallega: la religión, la educación, el peregrino y la gastronomía. «Reconozco la puerta principal de la catedral muy fácilmente (…) y creo que la quiero más y significa más para mí que cualquier otro edificio en el mundo», decía Ernest Hemingway.

La Catedral de Santiago es la más importante del arte románico en España. Además de ser la meta final de todos los Caminos de Santiago, es la piedra inaugural para la construcción de Santiago de Compostela, que nació en un núcleo sagrado del fin del mundo con vocación de Ciudad Santa. Uno de los mayores símbolos de su misa es el «botafumeiro», el mayor incensario del mundo, durante la misa de las 19:30 horas, como un homenaje de la ciudad de Santiago al peregrino.

Al salir de la Catedral, nos volvemos a enamorar de Santiago y su amplia herencia folclórica de cultura y gastronomía; porque en Galicia también se viaja a través de los sabores y, al ser una región rodeada de mar, los bichos de mar no pueden faltar en la gastronomía gallega. Un clásico Menú de Peregrino es: merluza rellena, pulpo a la gallega y la famosa «Tarta de Santiago», un tradicional postre gallego a base de harina de almendras, azúcar y huevo, una delicia diaria y digna como recompensa para cada kilómetro caminado en el inolvidable Camino de Santiago de Compostela

Fuente:www.lacapital.com.ar /Por Victoria Agulla / Freelance Journalist — www.byvitus.com

Deja una respuesta