El avistamiento de cetáceos como una actividad organizada se remonta a 1950, cuando el Monumento Nacional Cabrillo de San Diego, EE.UU. Océano Pacífico, se declaró lugar público para la observación de la ballena gris…
En 1955 comenzó a cobrarse una cuota de US$ 1, en observación de “catalejos” y o/una cifra mayor, por viaje para ver las ballenas al acercarse a las costas y el turismo se expandió por todo el borde occidental de los Estados Unidos sobre la siguiente década.
El espectáculo se volvió muy popular, y atrajo a unos 1.000 visitantes en su primer año para la recreación ,.1971, tambien en la Provincia del Chubut-Patagonia Atlantica –
Argentina, para el estudio de: Ballenas, y pingüinos, lo visualicè estando en el Organismo Provincial de Turismo de Chubut, del 1966 y lo gestione por importante subsidio de estudio científico ante las Autoridades del zoologico de Nueva York, Vicepresidente, Robert Goelet Vice-Presidente de la SZNY y William Conway en ese 1966
La Beca recibida en 1970 de la Soc. Zoo. de Nueva York, me permitio, viajar a los EE. Y Canada y consolidar conocimientos del Turismo y la Conservacion de la Naturaleza y la ayuda subsidiada por ellos, de esta espectacular investigacion al asignar el Zoo. de NY, al biólogo Royer Payne para iniciar y concretar, el mas completo trabajo, sobre estas especies trascendentes, que se comenzó, meses depues, junto al hoy “Patrimonio Natural de la Humanidad, Peninsula Valdes, y su extensión en los pinguinos de Punta Tombo,
En 1971, la Sociedad Zoológica de Montreal comenzó sus actividades de avistamiento de cetáceos en la parte oriental de América del Norte, y se ofrecieron excursiones en el río San Lorenzo para ver rorcuales comunes y belugas.
A fines de 1972 el tamaño de la actividad turística con escala industrial se multiplicó gracias a las operaciones en Nueva Inglaterra. En 1985 viajaron más visitantes a ver cetáceos de Nueva Inglaterra que a California. Este rápido crecimiento en Nueva Inglaterra se ha atribuido a la relativa densa población de ballenas «yubartas», cuyo comportamiento acrobático, como sus saltos fuera del agua, resultaban mucho más llamativo para los espectadores.
A lo largo de los ochenta y los noventa la observación de cetáceos creció en todo el mundo. En 1998 se llevó a cabo el mayor estudio sistemático de observación de cetáceos y concluyó que los viajes para observación de ballenas eran disponibles en 87 países de todo el mundo, con más de 9 millones de participantes (una actividad de escala industrial millonaria que necesita de gran infraestructura, como alojamiento, restaurantes y transporte), de más de mil millones de dólares. Su estimación para el año 2000 fue de 11,3 millones de participantes, con un gasto de $1,475 millones.
Regulaciones
En Argentina, se han superado los recaudos, al calificarse a la Península Valdés, Patrimonio Natural de la Humanidad en 1999)
Evitar en el «Espacio Móvil de Protección» la realización de cualquier conducta que pueda causar muerte, daño, molestia o inquietud a los cetáceos;
dañar o afectar a los cetáceos:
. cualquier, contacto físico;
. alimentar a los animales o arrojar comidas,bebida, basura o elemento en general;
·impedir el movimiento libre de los animales, interceptar su trayectoria, cortar su paso o atravesar un grupo de cetáceos;
·separar o dispersar al grupo, especialmente entre madre y cría;
·producir ruidos y sonidos fuertes o estridentes, incluso bajo la mar;
·bañarse o bucear en la «Zona de Exclusión del Espacio de Protección de Cetáceos».
Por otro lado, activistas medioambientales, preocupados por lo que consideran la mentalidad del «dinero rápido» en algunos propietarios de tierras costeras en Areas Protegidas, y de embarcaciones, sugieren una serie de normativas con el fin de que esta actividd de escala industrial no altere el hábitat de los cetáceos.
Estas normas incluyen:1
· minimizar la velocidad de las embarcaciones;
· evitar giros bruscos;
· minimizar el ruido;
· no perseguir, rodear ni movilizarse entre los cetáceos;
· no permitir la natación con delfines (esta última regla es más polémica y con frecuencia se ignora, por ejemplo, en el Caribe).
Lugares de observación
Oceano Atlantico Sur
Avistamiento de ballenas en el Golfo Nuevo, Península Valdés (Argentina).
·Océano Atlántico
La Península Valdés (Patrimonio Natural de la Humanidad) , en la Prtovincia deel Chubut, Patagonia argentina, donde recibe con avistaje accesible, la mayor población reproductora de ballenas francas australes, con más de 2.000 catalogadas por el Whale Conservation Institute y el Ocean Alliance. La región contiene once reservas naturales, y está considerada uno de los principales y más importantes destinos de avistamiento de ballenas en el planeta, particularmente alrededor del Golfo Nuevo y en el ámbito de la ciudad de Puerto Madryn. Además se avistan delfines, toninas overas, pingüinos, elefantes marinos y gran variedad de aves, entre otros.
*(Prof. y Doctor H.C.) Antonio Torrejón
Asesor Honorario del Ministerio de Turismo de la Presidencia de la Nación
Vocal del Comite Internacional de Etica Turistica de la Organización Mundial de Turismo (2012 al 2016)
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