Bariloche inolvidable

Bariloche invita a disfrutar de sus bellos paisajes y se pueden realizar todos los deportes de aventura. El nombre de la ciudad, mezcla del paso cordillerano hallado por un jesuita al sur del cerro Tronador, Vuriloche, y del nombre del comerciante alemán que construyó la primera casa en 1895, Don Carlos Wiederhold, que por error trascendió como San Carlos;…

Por una equivocación de imprenta de fines del siglo XIX se cambió el vocablo indígena por Bariloche». El 3 de mayo de 1902, por medio de un decreto presidencial, se da carácter oficial de fundación al asentamiento que lleva el nombre de San Carlos de Bariloche.

Entre 1876 y 1902 el Dr. Francisco Pascasio Moreno, perito argentino en límites, recorre exhaustivamente la región y la describe como que «…contiene la reunión más interesante de bellezas naturales que he observado en la Patagonia…», y en sus Apuntes Preliminares en el año 1896 ya anticipa la idea de crear un parque nacional para proteger toda esta maravillosa zona de lagos, valles y montañas.

Explorador, geógrafo, antropólogo, legislador, educador, conservacionista, perito en la demarcación de los límites con Chile, creador y promotor de instituciones de bien público, padre del Parque Nacional Nahuel Huapi y del Museo de La Plata, su obra difícilmente tiene comparación en la historia de nuestro país. Recompensado por el gobierno nacional por su labor en la demarcación de límites con Chile, donó las tierras que recibió en la región del Nahuel Huapi «con el fin de que sea conservado como parque natural (…) para el mejor provecho de las generaciones presentes y de las venideras, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos y de otras naciones que poseen soberbios parques naturales». Murió en la pobreza, en 1919, a los 67 años. Sus restos descansan en la Isla Centinela, en el lago Nahuel Huapi, a poca distancia de la costa de Bariloche.

 

 

 

  

Parque Nahuel Huapi

El Parque Nacional Nahuel Huapi resguarda muestras de tres unidades naturales: altoandino, bosque andino-patagónico (incluyendo sectores de selva valdiviana), y estepa patagónica. Por encima de los 1.600 metros sobre el nivel del mar se desarrolla la naturaleza altoandina cuya vegetación es rala y está compuesta por pequeñas hierbas adaptadas a la rigurosidad del frío, la nieve y el viento.

Las partes bajas de las montañas y los valles de este parque están cubiertos en gran parte por extensos bosques andino-patagónicos. Lo integran, según la altura, distintos arboles tales como lengas, coihues y ñires. Durante la primavera estos bosques ofrecen uno de los más coloridos paisajes silvestres de la Argentina. En esa época del año, dentro del marco que le brindan lagos y montañas, se destacan plantas nativas como el notro, de vistosas flores rojas, la mutisia, una trepadora de flores anaranjadas, la virreina, semejante a la anterior pero con flores lilas, y el amancay, que tapiza el sotobosque con sus flores amarillas.

En la zona de Puerto Blest, casi sobre el limite con Chile, donde las precipitaciones son de aproximadamente 4.000 milímetros anuales, se desarrolla la selva valdiviana, con especies vegetales propias como el ciprés de las guaitecas, los maniú macho y hembra y el fuinque. Son numerosos los lagos esparcidos entre los bosques. El más destacable Nahuel Huapi, cuya superficie es de 560 kilómetros cuadrados y su profundidad de hasta 454 metros. Otros lagos de menor extensión son el Traful, el Gutiérrez, el Mascardi y el Guillelmo.

Flora autóctona

Las orillas de estos lagos y ríos se encuentran pobladas de especies vegetales de lugares húmedos como los arrayanes y pataguas. En los acantilados de algunas islas del Nahuel Huapi, existe una población de cormorán imperial, hecho curioso ya que se trata de una especie preferentemente marina. Es frecuente también encontrar a la gaviota cocinera siguiendo las embarcaciones.

Una de las especies típicas de la fauna de la región es el huillín, mamífero carnívoro que tiene en este parque las principales poblaciones de la Argentina. Se trata de una nutria nativa que habita las costas de los lagos, lagunas, ríos y arroyos. Su cuerpo alargado esta cubierto por un pelaje castaño con reflejos anaranjados o rojizos, y posee patas cortas y cola larga. Otra especie interesante es el tuco-tuco colonial. Este es un roedor que vive en madrigueras subterráneas cuya distribución natural está restringida al Parque Nacional Nahuel Huapi.

Hacia el este de los bosques andino-patagónicos se extiende una faja de transición con la estepa patagónica. Allí se presenta un bosque abierto de cipreses de la cordillera junto a radales, ñires y maitenes. La especie descollante aquí es el ciprés, cuya esbelta figura cónica se destaca en las laderas rocosas, como se puede apreciar en el Valle Encantado, un lugar de gran belleza escénica. Continuando hacia el este, la disminución de las precipitaciones da paso a un paisaje de cañadones y mesetas semiáridas, con neto predominio de la estepa patagónica. Es el reino de pastos de tonos amarillos y anaranjados, típicos del distrito mas occidental y húmedo de la estepa. Zorros, pumas y guanacos, junto a aves rapaces como el gavilán ceniciento y el halconcito colorado, caracterizan la fauna de esta zona.

– Circuito Chico. Es un paseo para disfrutar y saborear. La belleza del paisaje está presente en todo el recorrido. Diversos puntos del camino y algunos miradores naturales, como Bahía López y Punto Panorámico, son ideales para contemplar esta maravilla. La aerosilla del Cerro Campanario, ubicada en el «centro del paisaje» (Km. 17), lo eleva «a la altura justa del asombro» para disfrute de la más hermosa vista de la zona. Formando parte del paisaje varias casas de té y restaurantes, le dan la opción de agregarle sabor al paseo con manjares que deleitarán su paladar.

Frente a Puerto Pañuelo, el Hotel Llao Llao y la Capilla San Eduardo, son atractivos singulares para el visitante. Si tiene tiempo, los suaves senderos del Parque Municipal Llao Llao brindan la posibilidad de tranquilas caminatas por el bosque. Otra alternativa puede ser transitar unos kilómetros más hacia la tradicional Colonia Suiza, para vivenciar su singular ambiente de antiguo poblado histórico y rural. El Circuito Chico es un paseo más que completo. Además del paisaje, existe una variada oferta de productos regionales de elaboración artesanal: tejidos, maderas, velas, cerámicas, productos cosméticos, entre otros, son parte ineludible de este paseo.

– Isla Victoria y Bosque de Arrayanes. La excursión se inicia en el Puerto Pañuelo, ubicado a 25 kilómetros de la ciudad en la zona de Llao Llao, accediendo allí con el servicio de traslado de la excursión, con los ómnibus de línea regular de la Empresa 3 de Mayo o con vehículo propio. En 30 minutos de navegación se llega a Puerto Anchorena, situado en la zona central y más angosta de la isla y centro de servicios de la misma. Existen distintas opciones de caminatas guiadas o libres por senderos demarcados, entre las que se destacan: Sendero Ex Vivero Nacional, Sendero de Interpretación «Antonio Pargade», Puerto Gross y antiguo poblado, pinturas rupestres y Playa del Toro, Balcón del Cerro Bella Vista, entre otros. Cada rincón de la isla, con sus maravillosos paisajes, su riquísima historia y su ambiente natural, convierten a este paseo en una experiencia para disfrutar a pleno.

 

– Cerro Catedral. El Cerro Catedral es el centro de esquí más grande del Hemisferio Sur y ofrece una amplia y variada infraestructura de servicios para practicar los deportes invernales, disfrutando de fantásticos paisajes. Recibe su nombre por la similitud de sus agujas rocosas que coronan la cumbre, con las de una catedral gótica. Diversos medios de elevación permiten acceder a él en distintas épocas del año. Hotelería, gastronomía y una variedad de locales satisfacen los gustos y necesidades de la gran cantidad de esquiadores y turistas que llegan cada año. En verano diversas actividades permiten gozar a pleno la naturaleza en sus boscosas laderas. La temporada de esquí se extiende hasta el 15 de octubre de 2007.

– Siete Lagos. El recorrido de este hermoso circuito, incluye toda la gama de paisajes que se pueden disfrutar en esta privilegiada región. El trayecto hacia San Martín, en un camino boscoso que cruza ríos y arroyos y bordea varios lagos (Nahuel Huapi, Correntoso, Espejo, Escondido, Villarino, Falkner y Machónico) en cuyas orillas, algunas playas y diversos puntos panorámicos permiten disfrutar paisajes maravillosos. Bordeando el Lago Lacar, se llega a San Martín de los Andes para almorzar y conocer la ciudad.

– Cerro Otto. Si va con su auto, ingresando en el Km. 1 de la avenida Los Pioneros se asciende por un camino levemente sinuoso hasta el complejo invernal Piedras Blancas. Un poco más delante se encuentra el Centro de Esquí Nórdico y el Refugio Berghoff, este último sitio histórico municipal. Se puede continuar unos tres kilómetros más por un angosto camino de montaña hasta la playa de estacionamiento del complejo del Teleférico, desde donde es posible ascender.

Existe un transporte sin cargo que parte desde las esquinas de Mitre y Villegas, y de Pagano y San Martín (frente a la Intendencia de Parques Nacionales). Hay diferentes frecuencias previstas de ida y vuelta desde y hacia la ciudad. El paseo incluye el ascenso en góndolas panorámicas, hasta la cumbre, ubicada 1.405 metros sobre el nivel del mar y el ingreso al complejo, con su confitería que gira en un radio de 360º en un tiempo de 20 minutos, desde donde se observa un paisaje fascinante.

Allí se puede visitar además la sorprendente Galería de Arte, donde se exhiben los calcos de las obras de Miguel Angel «El David», «La Piedad» y «El Moisés», realizadas por la Galería Pietro Bazzanti de Florencia, Italia. Calcos exactos, idénticos a los originales, con un 80% de polvo de mármol y 20% de resina acrílica.

En el complejo Teleférico Cerro Otto los amantes de la naturaleza hallarán incontables razones para pasar un día único. Lleno de inigualables tesoros para los sentidos, el lugar ofrece a los visitantes su imponente espectáculo en cualquier momento del año. En invierno se realizan variadas actividades, contando con tres pistas para trineos con y caminatas guiadas con raquetas sobre la nieve.

La novedad del complejo turístico es el nuevo funicular, con dos unidades para 30 personas cada una, con el que se aprovecha mejor el tiempo, pudiéndose disfrutar de las pistas de trineo con mayor comodidad. Los alrededores son ideales para un paseo en el bosque; con nieve en invierno, con un manto de flores en primavera y verano o con los mágicos colores del otoño

Fuente: Suplemento Diario La Capital

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