belleza incomparable, y es hoy un sofisticado balneario con una agitada vida nocturna. En la baja temporada Buzios se transforma en un paraíso para quienes aprecian buenos restaurantes, arte, ecología y buen gusto.La historia de Armaçao dos Buzios como destino turístico comenzó con la llegada de Brigitte Bardot en los años 60 y no paró nunca más. Brigitte Bardot eligió Buzios para pasar unos meses en la década del ’60 y a partir de ahí la ciudad no paró de coleccionar huéspedes ilustres. La trajo su novio, el playboy brasileño Bob Zagury en 1964, Brigitte -la más famosa artista de cine de la época- redescubrió en Buzios la alegría de vivir, encontrando un refugio para la persecución de los reporteros y fotógrafos.
En 1976, Mick Jagger, de los Rolling Stones, terminó en la playa do Canto tocando su guitarra y cantando para un grupo de chicas y muchachos. Fue la primera vez que Buzios vio una limusina, con chofer de gorra y todo, andando por sus calles de tierra. Jagger era muy agradable. La juventud se le pegó, él tenía unos 25 años y fue una experiencia formidable.
Todo por ver y disfrutar
En Buzios se puede disfrutar de restaurantes sofisticados cuya especialidad son los frutos de mar, grills y hasta de comidas exóticas, donde se puede realizar un verdadero tour gastronómico por las cocinas japonesas, tailandesas, marroquíes, francesas e italianas.
Se puede disfrutar de las escuelas de buceo, vela, surf, windsurf, kitesurf, todos los deportes náuticos a su disposición. El proyecto "Piratas da Armaçao" invita a todos a conocer la intensa vida marina. También hay clubes de golf y de hipismo, alquiler de buggys, autos, veleros, paseos en barco, salidas de pesca y paseos ecológicos.
Buzios es un pueblo alegre y relajado, con su cultura de aldea de pescadores sumada a un resort francés, formando un espíritu único. Bares, "points" y discos para la agitación nocturna. Pizzerías, creperías y restaurantes para todos los gustos. Boutiques y griffes nacionales e internacionales junto a galerías de arte y de artesanía local. Música, arte, librerías, cine (muestra internacional), y festivales gastronómicos completan las opciones de entretenimiento de la ciudad.
Buzios tiene una agitada vida nocturna con shows, discos, fiestas, restaurantes y bares para todos los gustos. Además la noche de Buzios es un ítem aparte. El movimiento se da en la Rua das Pedras, una simpática y ecléctica calle, donde es fácil toparse con personas famosas y oir idiomas extraños por todos lados. Es allí donde se percibe realmente el gran número de extranjeros que frecuentan la ciudad.
La calle tiene un poco mas de 600 metros, pero es un encanto del principio al fin. Sin esta calle, Buzios no sería la misma. Los restaurantes sirven platos de todos los idiomas grastronómicos. Simpáticos bares con shows en vivo -algunos frente al mar- invitan a sentarse y apreciar el movimiento. Galerías de arte, un comercio con griffes nacionales y extranjeras, mucha gente linda y bronceada durante todo el año completan el escenario.
Playas
Amores. Como el propio nombre lo dice, esta es la playa de los verdaderos Amores. Tranquila y acogedora, poco frecuentada, su paisaje es una permanente invitación a enamorarse. Para llegar a este paraíso es preciso caminar partiendo de la Praia do Canto o pedir a algún barco que lo acerque.
Armaçao. Es el escenario, junto a la Ilha do Caboclo, del origen de Buzios, la Armaçao de Baleias (Armadero de Ballenas) que se instaló en 1728. Hoy es permanentemente pintada por los colores de los caícos (barcos a remo) perfectos para paseos suaves y lindos. La Orla Bardot que la contornea, lleva a caminar frente a predios históricos, caserones coloniales y entre los pescadores que estiran sus redes; muestra el estilo de vida a lo largo del camino. Una escultura muestra a Brigitte Bardot, sencilla como en el Buzios de los años 60. Más adelante, otra escultura homenajea a los pescadores. El píer de madera garantiza el desembarque en esta playa del centro, lugar privilegiado para la puesta del sol.
Azeda. Pequeñita e incrustada en costas vírgenes, esta playa es una verdadera perla. El acceso es saliendo desde la Praia dos Ossos, o en lanchas "aquataxis", desde la Praia da Armaçao. El recorrido del viaje es maravilloso. Mar cristalino, piscina natural en las piedras y vegetación nativa preservada. En medio de este paisaje, un caserón colonial ayuda a contar un poco más de la historia. construido por el inmigrante Eugenio Harnold en el inicio del siglo XX, se volvió la carta postal de Buzios.
Canto. Es la playa del centro de la ciudad. De aguas calmas y transparentes, abrigo seguro para típicos barcos de pesca artesanal. Traineiras coloridas cruzan su horizonte que también trae la novedad de barcos llegados de lugares distantes y bien diferentes de Buzios.
Ferradurinha. Recientemente elegida por Embratur como una de las diez playas más bonitas de la costa brasileña, Ferradurinha es realmente especial. Su ubicación geográfica deja las aguas permanentemente calmas, invitando a una zambullida. Increíbles formaciones rocosas hacen del rincón derecho una atracción aparte. Andar sobre las piedras, sentir su aspereza y tu temperatura caliente, es una diversión cierta. Los más osados todavía disfrutan una sensación extra; zambullirse desde lo alto, una caída aproximadamente de 12 metros de altura.
Forno. Arena colorada, agua helada. Marcas registradas de la Praia do Forno. Ubicada en una larga ensenada de rocas milenarias, posee uno de los más lindos paisajes de esta región.
Geribá. Es la playa de la juventud local, con dos kilómetros de extensión y una ancha faja de arena fina. Uno de los puntos más buscados de la península, y de los más concurridos para Fin de Año. Reúne mucha juventud en bares y restaurantes, donde la alegría se une al amor y al romanticismo. El lugar mezcla casitas de pescadores, que dan encanto al lugar, con imponentes mansiones.
Joao Fernandes. Para quien le gusta el confort en la playa, es el lugar ideal. Rodeada de restaurantes permite la degustación de platos típicos y bebidas variadas. Buceadores y practicantes de pesca submarina utilizan esta playa, partiendo y volviendo sin precisar del auxilio de barcos.
Joao Fernandinho. Pequeña playa con una excelente vista, aguas calmas y transparentes. Continuación de su vecina praia Jo ao Fernandes. Un lugar especial.
La pura sensualidad
El Hotel Brava, en el pintoresco balneario brasileño de Buzios, está enclavado sobre un morro, al filo del mar. Su arquitectura, inspirada en el estilo Santa Fe, se mimetiza con la naturaleza a la vez que rescata de ella sus tonos tierra en la ambientación, favoreciendo un toque reposado y de buen gusto.
Hay hoteles que nos hacen sentir en casa por su espíritu cálido y hogareño. Y luego están los otros, los hoteles con mayúscula. Aquellos que provocan suspiros tan sólo con ver las fotografías. Hoteles emplazados en verdaderos paraísos naturales, con habitaciones amplias e iluminadas, piscinas de cuentos, restaurantes de cocina internacional, magníficas instalaciones deportivas y diversión ilimitada en un escenario de total privacidad, confort y seguridad.
Mucho de esto ofrece el Hotel Brava, (www.bravahotel.com) un pedazo de cielo enclavado en el exclusivo balneario brasileño de Buzios. Esta ciudad sobre el Atlántico, ubicada a dos horas de Río de Janeiro, recibe cada año a miles de turistas americanos, europeos y latinoamericanos que encuentran en sus célebres playas, famosas por los deportes acuáticos, el refugio perfecto para pasar unos días de descanso.
Los turistas, sin embargo, no son todos iguales. Mientras unos prefieren paquetes de oferta y se limitan a las opciones de alojamiento más sencillas, otros buscan que su estadía en Buzios sea tan espectacular como la ciudad misma y se inclinan por hoteles selectos y refinados como el Brava, que cuenta con helipuerto propio para recibir a sus huéspedes más ilustres.
El complejo turístico está ubicado en la Punta del Morro y abarca 6.500 metros cuadrados de los cuales 2.200 están construidos. El diseño y la decoración corrieron por cuenta del arquitecto Marcelo García de la Peña, quien se inspiró en el estilo Santa Fe para dar vida al proyecto que tardó tres años y medio en terminarse.
La edificación logró fusionar las áreas externas e internas generando espacios mixtos de libre tránsito, donde es posible entrar y salir sin notar cambios bruscos en el escenario. El efecto no es gratuito, ya que el lugar fue concebido de modo que la energía fluyera y así estimulara constantemente los sentidos.
Magia energética
Se escogieron materiales nobles como piedra y madera, los que combinados con cemento, alcanzaron un aspecto natural que encaja perfectamente con el carácter del morro. "Construir en una montaña siempre tiene sus cosas buenas y no tan buenas. Fue un gran desafío, no sólo en la construcción sino también en la parte humana. Buzios tiene una magia energética muy especial que también se percibe en su gente y sus actitudes. Lo que hice fue darle al hotel un carácter netamente espiritual aplicando los cuatro elementos del feng-shui: agua, tierra, aire y fuego. El agua circula y atraviesa todo el hotel. La construcción, sin irrumpir en la naturaleza, se mimetiza con ella y se deja influir por sus tonos tierra en el trabajo de interiorismo", agrega el profesional.
El mobiliario en obra es diseño de García de la Peña, y los únicos muebles comprados son los que se dispusieron en el restaurante y el lobby. El hotel reúne treinta habitaciones y cada una tiene un estilo particular. Las presidenciales son estupendos lofts de cinco metros de altura con vista al mar. Las estándar y ejecutivas cuentan con amplias terrazas, televisor, DVD, minibar y baños de lujo. Las áreas públicas están repartidas a lo largo y ancho del hotel, lo que permite a los huéspedes ir descubriendo rincones encantadores, como salas de estar tranquilas, estancias con música y recintos muy frescos y naturales.
"Importantes son las cortinas que vuelan con el viento. Las transparencias son sinónimo de sensualidad y placer. El hotel tomó esa tendencia con la que fue aceptado y reconocido, y no voy a apartarme. Creo que la sensibilidad es un don de cada uno; la he aplicado y fue bien recibida", sintetizó García de la Peña.
El hotel ofrece un servicio de playa, donde se lleva a los huéspedes en carro de golf hacia la playa Brava, donde al llegar en un lugar especialmente reservado están las sombrillas y reposeras. El mejor momento del día es el atardecer. Para disfrutar de la puesta del sol, el hotel cuenta con agradables estares bajo techos de caña en los que se destacan amplios camastros con colchonetas de loneta blanca, y cortinas del mismo tono.
Por último pero lo más top, Brava Hotel tiene su exclusivo barco "Brava", con las características del hoteldonde los huéspedes pueden disfrutar de un almuerzo o cena romántica frente a las bellas playas de Buzios, o bien elegir un paseo durante el día con una copa de champán y frutos secos. Con semejantes lujos y mimos, el primer impulso es alargar las vacaciones para gozar al máximo de los privilegios de vivir como un rey en uno de los hoteles más exclusivos de Buzios.
Cualidades
Las cortinas blancas aportan un toque de sensualidad y ayudan a crear la sensación de cobijo en espacios mixtos.
El agua circula y atraviesa todo el hotel. En el centro hay un espiral energético desde donde fluye para generar buenas vibraciones, según el feng shui.
El hotel cuenta con varios rincones donde los huéspedes pueden descansar a cualquier hora.
La cama se encuentra sobre una plataforma de madera y su presencia abarca la habitación.
La decoración se basó en los conceptos del feng shui donde se combinaron los elementos agua, fuego, tierra y aire.
Todos los muebles fueron diseño del propio arquitecto y decorador, Marcelo García de la Peña.
El blanco se rompe con detalles en rojo. Junto a las cortinas que se mueven al viento, dan a la sala de estar un aire seductor.
El deck forma una pasarela sobre la pileta creando dos ambientes relajados.
Una actividad favorita de los huéspedes es descansar en los camastros y observar como el azul del cielo se funde con el mar
Praia brava, eden de surfistas
El nombre de Praia Brava viene de la fuerza de sus olas. El clima de aventura y lo colorido de los deportes acuáticos atrajo a surfistas de todas partes del mundo. Sus costas propician la pesca de linea y es común encontrar grupos pescando a cualquier hora del día y de la noche.
La hermosa Praia Brava es una de las mejores playas de Buzios para la práctica del surf, y es la preferida de los adeptos de este deporte que genera adrenalina.
La Praia Brava está ubicada a poco más de un kilómetro del centro del pueblo. La faja de arena solamente aparece cuando se produce la bajamar. Sus aguas turquesas y transparentes hacen de esta bella playa un lugar agradable para bañarse; pero su punto fuerte son las grandes olas.
El hermoso paisaje de esta playa, en donde la naturaleza casi intacta encuentra un mar de gran belleza, atrae visitantes que vienen admirar este rincón del paraíso.
Fuente: Suplemento Diario La Capital