Guillermo González Prieto a Clarín.com.
Unos 300 extranjeros desembarcan cada año en la Argentina para hacer algún tratamiento médico. Pagan en promedio 6 mil dólares y gastan 4 mil más en estadía. "Esta suma triplica lo que deja habitualmente un turista", dice Guillermo González Prieto, el representante local de la Asociación de Turismo Médico (MTA), una entidad estadounidense que acaba de anclar aquí.
Hasta ahora la Argentina forjó fama internacional en el campo de la cirugía estética, sin embargo la MTA tiene entre sus objetivos cambiar el foco de la atracción y posicionar al país como un destino de alta calidad en prestaciones de mediana y alta complejidad, con el diferencial de que en la Argentina cuestan hasta un 70 por ciento menos que en Europa o Estados Unidos. Con el propósito de convertir al país en un destino diferencial en la medicina global, y contando con la bendición de las autoridades americanas de la MTA, una comitiva Argentina está haciendo pie en el Congreso Mundial que se celebra esta semana en San Francisco, Estados Unidos.
Se trata de conseguir una tajada en un mercado mundial que crece un 20 por ciento cada año. Son 3 millones de europeos y norteamericanos que viajan a países del tercer mundo para hacer algún procedimiento médico a costos más bajos. Según la MTA, en Estados Unidos hay 50 millones de personas que carecen de cobertura médica y 200 millones con una cobertura parcial. "Se trata de gente con una necesidad concreta de resolver algún problema de salud complejo, que por motivos económicos no lo pueden hacer en su país. Ahí tenemos un mercado potencial enorme", señala González Prieto.
Los prestadores que quieran abrir sus puertas a la demanda internacional deberán ser miembros de la MTA y lograr una acreditación de la Joint Commission International, que garantizará a los ojos del mundo la calidad de sus servicios médicos. "El principal interés de abrirse al mercado internacional es que eso nos va a obligar, como prestadores médicos, a levantar nuestros estándares de calidad de atención y seguridad del paciente. Y esa mejora va a beneficiar los pacientes locales", dice Daniel Vazquez Ger, director de desarrollo internacional del Hospital Universitario Austral.
¿Por qué hace falta que vengan europeos y norteamericanos para mejorar los estándares de atención? "Si bien tenemos el Instituto Técnico de Acreditación de Establecimientos de Salud (ITAES) que funciona desde hace varios años en nuestro país, las normas de la Joint Commission son aceptadas a nivel global. Ser un referente dentro de la red de prestadores para atender a estos pacientes internacionales hace que necesitemos una acreditación de trascendencia global. De todos modos, tengo entendido que el ITAES ya está trabajando en un convenio con la Joint Commission para lograr un equilibrio", explica Ger.
"Es cierto que en otros países esto generó una modificación de los aranceles de la atención para los pacientes locales, pero no cabría esperar que suceda aquí", aclara González Prieto.
Y asegura que tampoco "se va a ver restringida la atención para pacientes argentinos de centros privados, porque esos centros tienen capacidad para absorber la nueva demanda. Por otra parte, el sector público de salud no será un prestador de servicios para pacientes de turismo médico".
Fuente: Diario Clarín/ Por María Farber