Tailandia:El mito de Phuket

El sur de Tailandia se ha convertido en uno de los destinos playeros más populares del mundo, cuestión que puede significar grandes desilusiones y malos ratos. Sepa desde ya que en la idílica playa de DiCrapio no hay lugar para tender la toalla, y que muchos pueblos que prometen desconexión total cuentan con McDonald’s y Burger King. Para que sus vacaciones en el paraíso no se conviertan en un infierno, aquí está todo lo que debe saber antes de partir a las fotogénicas playas tailandesas…

La playa de DiCaprio

Primero, la culpa es de Alex Garland, el autor de La Playa, libro en el que está basada la película de Leonardo DiCrapio. Luego, son culpables los diseñadores de folletos y webs que continúan publicando fotos de Maya Bay sin una sola persona, a lo más dos, con un lindo botecito meciéndose sobre el suave oleaje. Culpables, porque nada de eso existe y hoy día Maya Bay –ubicada en la isla Phi Phi Ley– es una de las playas más sobrepoblados del planeta.

Como no hay infraestructura, lo normal es que sea el bocado principal de los clásicos paseos por el día que salen desde Phuket.

La ilusión de la playa perfecta se diluye de lejos, al ver medio centenar de lanchas en la orilla. De cerca, hay tanta gente como en Times Square. No diga que no se lo advertimos.

Como tampoco que Patong, Karon y Kata (las playas más famosas de la isla de Phuket) corresponden al litoral de mini ciudades, lejos del sueño rústico que atrae a muchos hasta el sur de Tailandia. Hay McDonald’s, Burger King, Starbucks y un sinnúmero de tiendas para reventar la tarjeta de crédito.

Por regla general, tenga en cuenta que las playas más tranquilas están siempre lejos de aeropuertos, muelles y sectores comerciales. Y que –por sobre las arenas de Krabi, Phang Nga y Phuket– las mejores playas están en Phi Phi Don, la única isla habitada de las dos Phi Phi.

Precios de liquidación

Parejas de luna de miel, mochileros y familias enteras llegan por la promesa de playas paradisíacas y precios bajos. Eso es verdad, pero sólo a medias, porque existen hoteles y restoranes tan caros como en Londres.

El problema es para quienes optan por un alojamiento con las comodidades de un cinco estrellas, léase: aire acondicionado, jacuzzi, TV plasma con 50 canales, buen café y un personal de sonrisa imborrable e inglés perfecto.

En Phuket y Phi Phi abundan hoteles y resorts de este tipo, donde se deben desembolsar desde unos 300 dólares por noche por una doble; nunca menos de lo que pagaría en un buen resort de Brasil o el Caribe.

En plan mochilero el panorama es distinto y la promesa económica es cierta. Cerca de playas de postal hay cuartos sencillos pero limpios desde 5 dólares. Sin lujos como el aire acondicionado, por cierto.

Con la comida sucede lo mismo, pues existen restoranes –para turistas– irrisoriamente caros versus los clásicos chiringuitos callejeros, donde puede comer dos platos con una botella de agua, bebida o cerveza por unos mil pesos.

Tenga presente que Krabi es el más económico de todos los destinos en la región. El más caro es Phi Phi, el mejor sitio para bucear de la zona.

La mejor del mundo

"A peor decoración, mejor la comida", podría ser la máxima.

No se deje llevar por los sitios de diseño occidental (habitualmente son restoranes caros y de sabores sosos). Ni hablar de asomarse por restoranes buffet, mexicanos e italianos, porque es cierto eso de que la comida tailandesa es una de las mejores del planeta.

En el sitio correcto, cada bocado es una mezcla perfecta de sabores dulces, amargos, ácidos y picantes –sobre todo picante–, por lo que la regla es comer sólo con agua, para no alterar el delicioso sabor.

Después de un par de días de adaptación estomacal, el consejo es buscar un chiringuito callejero con mucho público y rodeado de autos caros, señales inequívocas de la destreza del cocinero. En este tipo de puestos y en los restoranes de manteles plásticos es posible encontrar las recetas más sabrosas y baratas del país.

¿Un dato? Vale la pena buscar el local que está al lado del templo chino de la calle Chawfa, en pleno centro de Phuket Town. La dueña se llama Yaw y, aunque no habla inglés, entenderá si usted pide tom yam goong (sopa de camarones), pad thai (tallarines estilo tailandés) o bamii (plato en base a fideos, verduras y cerdo).

Vida nocturna

El gusto por la bohemia es otro factor a considerar.

Phuket es el destino si la variedad de bares es una de sus prioridades al elegir un lugar de vacaciones. Aquí, en playas como Patong y Kata, la fiesta dura hasta la madrugada en decenas de sitios que podrían estar en cualquier gran capital de Occidente.

Más hippie, Krabi también tiene una generosa oferta nocturna, pero concentrada en kioscos rústicos o con reggae sobre la arena.

Si prefiere evitar hordas de adolescentes sedientos de cerveza, duerma en Phi Phi, ideal para quienes buscan tranquilidad.

Temporada de lluvias

Por clima y precios no da igual cuándo visitar el paraíso tailandés. Sepa que justo ahora –y hasta fines de mayo– es la época más calurosa, con hasta 40 grados que hacen casi imposible estar bajo el sol entre diez de la mañana y cuatro de la tarde. En opinión de este reportero, el sol pega tan fuerte que calienta el agua más allá de lo agradable.

Así las cosas, por estos días los alojamientos tienden a ser más baratos que en el período octubre -febrero, la mejor época del año, según los entendidos. Entonces, las temperaturas bordean los 30 grados, llueve poco y el oleaje es suave. Entre junio y septiembre el tiempo es inestable, llueve de manera frecuente y con mucho viento, por lo que el mar se vuelve turbio y, peor, las marejadas no permiten hacer algunas de las mejores expediciones.

Mejor no ahorrar

A la hora de los tures en Phuket, mejor no escatimar en gastos. En especial, si se trata del imperdible paseo por el día que incluye navegar en kayak por la bahía de Phang Nga.

Guías y folletos insisten con la cantinela de la isla de James Bond, pues aquí fue filmada The man with the golden gun, cuestión que poco importa al apreciar en vivo y en directo los islotes que forman el archipiélago, una de las postales de naturaleza más hermosas sobre la Tierra.

Lo del agente 007 importa aún menos navegando en kayak por las cavernas tapizadas de murciélagos y, luego, por el interior de los islotes, observando en completo silencio monos, aves y una vegetación exuberante.

Sin embargo, la expedición puede convertirse en pesadilla si elige un barco para 50 personas, que indefectiblemente incluirá adolescentes pasados en revoluciones. Para evitar tal desastre, dato seguro es la empresa Sea Canoe (www.seacanoe.net), que navega con un máximo de 24 pasajeros y cobra 100 dólares (excelente almuerzo y servicio impecable).

El paraíso borrado

El 26 de diciembre de 2004 un terremoto de 8,9 grados provocó un tsunami que dejó más de 200 mil muertos en las costas de India, Indonesia, Malasia, Myanmar y Sri Lanka. En Tailandia fue una tragedia sin precedentes, con Phuket y Phi Phi como escenarios para la muerte de miles de pescadores, turistas y, de paso, del nieto del rey de Tailandia.

Cuatro años y cuatro meses más tarde, el único vestigio del desastre es la señalética azul que indica vías de evacuación.

Parado ahí, frente al mar turquesa, es imposible imaginar tamaño desastre.

Datos prácticos

LLEGAR

Desde Bangkok, Thai Airways (www.thaiair.com) vuela a Phuket y Krabi.

DORMIR

Zeavola: el alojamiento más lujoso de Phi Phi. Dobles desde US$225. www.zeavola.com

Indigo Pearl: en el extremo norte de Phuket, mucho diseño y estilo todo incluido. Dobles desde US$128. www.indigo-pearl.com

Ao Nang Orchid: recién remodelado, gran relación precio/calidad en Krabi. Dobles desde US$85. www.aonangorchid-resort.com

Fuente: Suplemento Diario El Mercurio/Texto y fotos: Rodrigo Cea, desde Phuket, Tailandia.

MÁS INFORMACIÓN

www.tourismthailand.org

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