Luego de un año complejo, la Argentina aguarda con buenas expectativas la temporada de verano. En general, en todo el país, los precios no presentan variaciones significativas con respecto al verano anterior. Esa estabilidad es más notable en los alojamientos, mientras algunos servicios, como transporte y excursiones, registraron aumentos promedio de entre 10% y 15%…
En la Costa Atlántica bonaerense, el destino más elegido de cada verano, los alquileres estarán a los mismos precios que el año pasado, en tanto que la hotelería presenta más variedad: algunos hoteles conservarán los mismos valores, en tanto otros los incrementarán hasta 15%. Balnearios y gastronomía, en tanto, aumentaron sus precios al menos 10 por ciento. Es importante tener en cuenta que en febrero las rebajas son importantes respecto de enero, y pueden llegar hasta el 40%.
Los peajes hacia la costa aumentaron hasta un 25%: ir de Buenos Aires a Mar del Plata implicará $ 17 en la ruta 2, y llegar por la ruta 11 hasta Mar Chiquita costará $ 19.
En la provincia de Buenos Aires la novedad es la puesta en valor del Circuito de Pueblos Turísticos del ámbito rural, con comidas criollas, sitios históricos y alojamientos familiares. También habrá numerosas festividades, como la Fiesta Nacional del Automovilismo en Balcarce, el Carnaval artesanal de Lincoln y el Festival de Noches Camperas en Gral. Madariaga.
En el Noroeste, con precios 20% superiores a los de la temporada baja, hay un mayor impulso a un recorrido por tramos recientemente pavimentados de la ruta 40, que permite acceder a sitios no tan concurridos de la Puna y los alrededores de la Quebrada de Humahuaca.También Córdoba, Cuyo, Patagonia y el Litoral presentan un panorama de precios estables y un mayor énfasis en actividades de turismo aventura, además de algunas novedades en alojamientos y circuitos.En este informe, las principales novedades y un panorama de precios en todas las regiones del país, que se preparan para un verano alentador.
Una mirada sobre el verano
Tras un año complejo para las economías de todo el mundo, y para la industria turística, llegamos al verano y muchos se preguntan cómo será la próxima temporada estival. Sin exitismos infundados, es posible decir que la situación vivida en la temporada de invierno está superada. Ello no implica necesariamente alcanzar las cifras de las mejores épocas de la Argentina en materia de turismo, pero la industria turística nacional vive una recuperación lenta y sólida al mismo tiempo.
En cuanto al turismo interno nacional, los precios no han variado significativamente, y en el turismo emisivo hay una tendencia hacia los destinos tradicionales, especialmente en la oferta. Los planes de recuperación e inversión en Aerolíneas Argentinas alimentan las expectativas, mientras que las inversiones hoteleras continúan generando nuevas opciones en el país; los teléfonos en las agencias de viajes suenan y, si bien las operaciones concretadas requieren más tiempo, se producen. Estos datos permiten augurar una buena temporada.
El saldo positivo de la crisis general reciente nos llevó, a los empresarios turísticos, a alimentar la imaginación a la hora de generar oferta y seducir al público con alternativas variadas. Paralelamente, la calidad en el servicio, en los productos y en la capacitación profesional también aumentó, como respuesta a una demanda cada día más exigente caracterizada por la cautela que, naturalmente, caracteriza a los tiempos de crisis.
Fuente: clarin.com/suplemento viajes