Provincia del Chubut, antecedente “conservacionista” Por Antonio Torrejon

Opinión.  Corría el año 1922 y Don Clemente Onelli, director del Jardín Zoológico de Buenos Aires, recibía una sensancional  noticia de Ia Patagonia de los Lagos, en la zona del Rio Epuyen, mas precisamente en” la laguna de los Patos”, hoy seccion Chubut del la Comarca andina del Paralelo 42°, un poblador que hacia pocos años habia arribado del Oeste de los EE.UU. (ex Sheriff),…

 

 de  Dn. Martin  Sheffield  avisaba que había descubierto huellas gigantescas, «chatas y profundas”, que aplastaban la tierra, de un animal enorme con la cabeza como un cisne y cola de cocodrilo, en esas orillas de la citada laguna había observado restos de su piel y excrementos de particular tamaño. Onelli, que durante, tres décadas, a partir de un viaje inicial que efectuara asistiendo al Perito Francisco Pascasio Moreno, vivía pendiente de los misterios la Patagonia, no dudó sobre la posibilidad de que allí se encontraba un Plesiosaurio vivo, y así lo transmitió en los círculos  porteños –especiales de la llamada elite- de  esa época.

El asunto fue tomadu muy en serio por el periodismo, no sólo argentino, sino por el internacional,  ya que «The Times» de Londres dedicó importante  centimetraje  al hecho y el » Amlterst College» de Massachussets propició el envío de una delegación de científicos para contribuir en el hallazgo de Sheffield, que investigaria  profundamente. Onelli, viendo el cariz que tomaba el sensacional descubrimiento, se comenzó a preparar una expedición para viajar al noroeste chubutense y apresar algún ejemplar de esta desaparecida fauna altidiluviana, y colocarlo en su zoológico porteño, el que de esta forma pasaría a tomar notoriedad científica mundial. Menciona, Diego A. del Pino, en sus escritos sobre Onelli, que  el Gobierno del territorio Nacional del Chubut, al enterarse de esta suma de hechos y la trascendencia de los mismos, adopto, una actitud pionera y principista en lo federal, que creció en el tiempo, declaró al Plesiosaurio «de utilidad pública territorial», esto le complicó a  Clemente Onelli su programa, al igual que la campaña iniciada por la Sociedad Protectora de Animales, que «exigía que se lo capturara vivo».

De cualquier forma, este tenaz explorador llevó adelante su programa incorporando en su comitiva a hombres de la talla de  Emilio Frey y otros nacionales y extranjeros que le se embarcaron en el entonces ferrocarril sur el día 22 de marzo, llegando con los trasbordos de la epoca el 27 a San .Carlos de Bariloche. De allí la caravana automovilistica con la particular carga, hasta de cañones con arpón ballenero, se dirigió a la zona del Rio  Epuyén, en donde se instalaron junto a la “laguna de los Patos” efectuando relevamientos con guardias de observación noche y día, que culminaron al paso de las semanas con el desánimo, el retorno a origen, y a la espera de indicios más tangibles.

Relataba Onelli, que la Policía territorial del Chubut de esa zona, no los perdían de vista con la intención de .reivindicar la propiedad chubutense de la exótica fauna, lo que quizá hubiese dado origen a la «Creación de la Primera  Reserva de  animales antidiluvianos del mundo, anticipandose a la vision de los fundadores del MEF, de Trelew, en la valoracion de los saurios.

La información de Martín Sheffield, que no se pudo corroborar pese al gran despliegue  que exploradores y científicos hicieron, esto  permitió clavar por lo menos un «hito federal  conservacionista» que será magnífica referencia, ya que las actitudes tomadas en épocas en que Chubut era gobernada por Delegación del Presidente de la Nación, en una jurisdicción semi desértica, poco comunicada y asumida, lo que hace valorar aún más la valentía y la validez de la actitud.

Hoy Chubut, que recogió también ese legado de -cuidar su patrimonio- posee a partir de la creación de su sistema de conservación del Patrimonio Turístico (1966) el más importante sistema de Parques y Areas Protegidas de Administracion  Provincial  del país.
 
 

 

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