Durante el verano, la Villa invita a disfrutar la vida al aire libre. Kayaks, cabalgatas, trekking y pesca de truchas. Planchado. Así se ve el lago Espejo, en Neuquén, desde una de sus costas de arena volcánica…
Con esta quietud espera que seis visitantes terminen de alistarse y lo comiencen a surcar subidos a los kayaks. Para la mayoría es el debut en tal travesía, y ante lo desconocido, dejan escapar alguna que otra inquietud. Pablo, el instructor, enseguida los convence de que todos los sentidos sólo deben estar puestos en disfrutar del paseo, uno de los tantos en Villa La Angostura.
Un par de paladas de cada dupla remera basta para que los botes pongan primera y se deslicen sobre el agua. Se impone el silencio en el grupo, la mejor manera de regodearse con el paisaje que los circunda. Los paredones de piedra que forman la bahía se van abriendo hasta dejar por delante tan sólo el horizonte, que emana una profunda serenidad, como para llevarse un poco en el regreso a casa. A la vista, un islote verde intenso al que se lo rodea para luego poner proa hacia una de las solitarias playas que propone la excursión. El guía apura un poco su marcha y se convierte en el primer adelantado en pisar tierra firme. Para nada quería demostrar sus aptitudes de experto en estas cuestiones. cuando el resto lo imita, y como por arte de magia, la mesa ya está servida. Antes de emprender el regreso, es hora de reponer energías con una buena picada y un mate bien cebado.
Entre sus opciones por el Espejo y otros lagos de la región, Patagonia Infinita (www.patagoniainfinita.com) ofrece este tipo de salidas de medio día ($ 200 por persona) y de día completo ($ 320, con almuerzo incluido).
Paraíso de las truchas
Durante el verano, el turismo activo es el fuerte de La Angostura, la hermosa villa neuquina inmersa en dos parques nacionales (Nahuel Huapi y Los Arrayanes) que alguna vez, por los albores del siglo XX, imaginó un gran visionario como Primo Capraro. De la nada, este inmigrante italiano -cuya historia atrapa en el libro «Apuntes del Correntoso», de Yayo de Mendieta- levantó un aserradero en 1903, y casi 20 años después transformó la pequeña Pensión de Doña Rosa en un símbolo de la hotelería patagónica como lo es el lujoso Hotel Correntoso. Remodelado en 2003, este hotel es una de las grandes estrellas dentro de la calificada oferta de alojamiento de esta aldea de montaña de 17 mil habitantes, que cuenta en total con alrededor de 4 mil plazas.
Ubicado en un inmejorable balcón natural con vista al Nahuel Huapi, el hotel se ubica sobre la desembocadura en el lago del río Correntoso (el más corto del mundo, aseguran los habitantes de la Villa), catalogado por los expertos como uno de los mejores sitios del mundo para la pesca deportiva de truchas arco iris, marrón, fontinalis y salmón encerrado. La temporada se extiende de noviembre hasta abril o mayo, según el lugar elegido, y también son excelentes pesqueros el río Machete, los lagos Espejo y Correntoso y el río Ruca Malen, tal como recomienda «Banana» Martínez, guía de Patagon Fly (www.patagonfly.com). Integrada por guías profesionales de pesca con mosca, la agencia ofrece, por ejemplo, salidas de día completo, con almuerzo incluido, por US$ 380 para una o dos personas.
Al trotecito por los cerros
Así como el cerro Bayo, con sus mundialmente famosas pistas de esquí y snowboard, es la vedette de cada invierno en Villa La Angostura, otros cerros, como el Belvedere, ganan protagonismo cuando el sol comienza a pegar fuerte en el suroeste neuquino. La travesía hasta su «mirador de los dos lagos» es una de las cabalgatas que propone el Tero Bogani. Desde una joven con espíritu de amazona hasta un chico que lo más cerca que estuvo de un caballo fue en el zoológico, forman parte del heterogéneo grupo montado que se interna en el bosque de coihués, cipreses y cañaverales.
A paso de hombre, como para ir ganando confianza con el animal y el irregular terreno, la caravana avanza y sortea el curso del río Las Piedritas, increíblemente cristalino. De a poco, el paseo se hace cuesta arriba, ya en los faldeos del Belvedere, que en su mirador aguarda con una fantástica vista de la Cordillera de los Andes y los lagos Nahuel Huapi y Correntoso.
Esta cabalgata se extiende por unas 2 horas y cuesta $ 120 por persona (www.cabalgatacorrento so.com.ar). Aunque hay opciones para todos los gustos: de 3 hs hacia la cascada Inacayal y el mirador de los dos lagos ($ 180); de casi 4, pasando por la cascada y cruzando el filo del Belvedere ($ 210); y hasta una de 8 hs (con almuerzo, $ 480), atravesando un bosque de lengas para llegar al Cajón Negro, un vallecito de ensueño entre los filos en forma de «U» del cerro Belvedere.
Encantos neuquinos
Sólo 80 km separan a La Angostura de Bariloche. Y varios son los paseos que comparten estos destinos que «no compiten, se complementan», según pregonan en la villa. Uno de ellos es la excursión al Parque Nacional Los Arrayanes, que, al igual que la Isla Victoria, se encuentra en territorio neuquino, deja bien en claro la guía, mientras el catamarán «Patagonia Argentina» zarpa del muelle de la bahía Brava (hay otro servicio similar desde bahía Mansa), a metros del casco histórico de la Villa.
Luego de navegar 45 minutos por el brazo Norte del lago Nahuel Huapi, se llega al bosque color canela, donde los arrayanes se muestran como en ningún otro lugar del planeta: de hasta 25 metros de altura y una edad promedio de 160 a 250 años, aunque se llega a observar ejemplares que superan los seis siglos de vida.
La guía invita a tocar la fría corteza del arrayán, y también a descubrir las otras especies que lo acompañan, como coihués, cipreses y ñires.
El paseo en catamarán (www.catamaranpatagonia.com.ar) cuesta $ 118 ida y vuelta, y $ 68 un tramo. Y no es que a uno lo dejan en el medio del bosque, sino que se puede volver a pie o en bici. Son 12 km a lo largo de la península de Quetrihué, hasta el istmo homónimo o la llamada Angostura, que da nombre a la localidad. Claro que los más aventureros para nada se arrepentirán de hacer este trayecto ida y vuelta (24 km).
Para quienes prefieran algo menos exigente, los guías de la empresa de turismo Nómades (www.nexp.com.ar) acompañan en una caminata más corta por la península, pero no por ello menos cautivante. Entre retamas amarillas, lupinos violetas, notros rojos e imponentes coihués verdosos, el sendero asciende hasta dos miradores. De un lado, se deja ver la bahía Brava y la isla Fray Menéndez, y del otro, la Mansa, la ciudad y, resplandeciente aún a la distancia, la residencia provincial El Messidor. Más allá de su estructura, este castillo de estilo francés construido en 1942 por Alejandro Bustillo encierra increíbles historias de otros tiempos, protagonizadas por ilustres personajes y ex presidentes. Sobre todo si son contadas por los lugareños.
Fuente:Alfredo Alcará. ESPECIAL PARA CLARIN
Datos útiles
Como llegar. LAN ofrece cuatro vuelos diarios entre Buenos Aires y Bariloche. En clase económica, desde $ 892 (diciembre) y $ 796 (enero), ida y vuelta, impuestos incluidos (www.lan.com / 0810-9999-526).
Donde alojarse. Hostería Le Lac (3 estrellas): $ 370 la habitación doble estándar con desayuno; $ 475 la superior, frente al Nahuel Huapi (con hidro y estar); y $ 540 la Junior Suite. Por estadías de una semana en temporada alta (hasta el 28/2), descuento de 10% (Tel. 02944- 488-029 / www.hosterialelac.com.ar). Hostería La Roca de la Patagonia (2 estrellas): $ 280 la habitación doble con desayuno (www.larocadelapatagonia.com.ar). De La Plaza Apart Hotel: $ 350 el Apart Junior para 2 personas; $ 480 el duplex para 4 (Tel. 02944-494-795 / www.apartdelaplaza.com.ar).