La lluvia y el fuerte viento retrasaron la conclusión de las obras de los escultores de Semana Santa, pero no obstante el contratiempo ayer le daban los últimos toques con motosierra a sus creaciones y encaraban la etapa del pulido y acabado, con resinas, gubias y amoladoras…
Algunos rollizos quedaron en su estado natural, porque hubo artistas que no pudieron llegar a tiempo para participar del evento.
En el conjunto de obras se destacaba por su tamaño la presencia del robusto mochilero que compuso el artista plástico Rafael Stoppoloni, quien aprovechó la base de su rollizo para que sirviera de pedestal.
Inspiración en Semana Santa
El espíritu de la Pascua no estuvo ausente en esta ocasión, porque al menos uno de los escultores se inspiró en un motivo religioso. Se trata de José Luis Mezquida, quien talló un cristo crucificado que presidirá las ceremonias religiosas en una capilla del barrio Alto. La obra aún no estaba pulida, pero mostraba a un sufriente nazareno con su mirada elevada hacia el cielo.
Luis Opazo, que hace dos años sorprendió con su bola móvil, encerrada en ventanas simétricas sobre un original pedestal, en esta ocasión construyó un peculiar subibaja, móvil y esculpido sobre una sola pieza con un enorme esfuerzo y creatividad. Opazo es un constructor, techista, que despunta su veta artística creando bancos articulados y tenazas, también logradas de una sola pieza.
Un descomunal colibrí, logrado con matemática proporción y simetría, fue esculpido por Gabriel Materyn, un técnico ortopedista que desde hace varios años, motosierra en mano, da rienda suelta a su creatividad durante la Semana Santa.
«La moto de Papo», es otra de las creaciones que atraía la atención la turistas y residentes ayer por la mañana, mientras Alejandro Salomón recreaba los detalles del aerodinámico rodado de madera.
Uno de los rollizos terminó con forma de «Calaveras y diablitos», otro se transformó en el escudo de la ciudad, una vez pulido y pintado, y la mitología clásica también estuvo presente con el unicornio de Leonardo Molinari.
Los encuentros de escultores de Semana Santa constituyen un admirable ejemplo de la realización plástica e intelectual que pueden lograr estos artistas, a la vista del público, en pocas horas y utilizando herramientas elementales.
Fuente:www.rionegro.com.ar /(AB)
Fotos: Julio Ramirez