Córdoba: la de la bella estirpe

La histórica ciudad de Córdoba nació del deseo de vincular el Alto Perú con el Río de la Plata mediante lo que se conoció como el Camino Real. La ciudad se ofrece al turismo no sólo por su historia y su arquitectura colonial, sino también por sus coquetos barrios,…

llenos de rincones atrapantes y de variadas sorpresas, sobre todo cuando se pone el sol. Córdoba es una ciudad “de bella estirpe” (según cuenta el viejo vals  popularizado por Los del Suquía), una ciudad para sentirla y disfrutarla plenamente durante las cuatro estaciones del año.

Con la habilitación final de la autopista Rosario-Córdoba, una escapada a la capital de la provincia mediterránea lleva aproximadamente cuatro horas de viaje, pero si se quiere que el fin de semana tenga un sabor distinto está muy bueno ir en avión. La compañía rosarina Sol Líneas Aéreas tiene vuelos diarios desde el Aeropuerto Internacional Islas Malvinas hasta su par de Pajas Blancas, aunque es la terminal de ómnibus cordobesa la que recibe a la mayoría de los visitantes que llegan desde todo el país.

Quien visite Córdoba podrá recorrer su Centro Histórico a través de la primera área peatonal del país, descubrir joyas de la arquitectura colonial y realizar paseos de singular belleza. La capital cordobesa brinda a sus visitantes una amplia red de servicios, hotelería de primer nivel, un área comercial en el centro de la ciudad, tres grandes centros comerciales, diversos hipermercados y modernas salas de cine.

La ciudad fue fundada el 6 de julio de 1573 por Jerónimo Luis de Cabrera. En sus calles y paseos aparecen huellas de la antigua arquitectura colonial mezclada con modernos edificios. Todo, alternado con parques y espacios verdes como el Parque Sarmiento que logra darle oxígeno a la gran urbe.

El turismo en la capital cordobesa cuenta con innumerables actividades para que el visitante se sienta a gusto. Dentro de la ciudad se pueden hacer caminatas por las peatonales que enlazan la plaza San Martín con la centenaria Catedral, el Cabildo Histórico, la Casa de Trejo y distintos museos, entre otros atractivos. Al caer el sol, la ciudad presenta una activa vida nocturna y cultural que se manifiesta en las salas llenas de espectáculos artísticos y de esparcimiento. Se puede ver a cientos de jóvenes, y no tanto, concurrir a los after ofice en distintos puntos de la ciudad.

Un buen lugar para recorrer es el Paseo de las Artes, en el barrio Güemes, actual Observatorio, entre el calicanto de La Cañada y la calle Belgrano. Uno de sus atractivos principales es la tradicional Feria de Artesanos que puede visitarse cada fin de semana. Vale destacar la gran cantidad de anticuarios que hay la zona. Otro lugar es la Casa de Pepino, en Fructuoso Rivera esquina Belgrano, es una antigua casona que data de principios de siglo XX, construida por José Tucci, un inmigrante italiano que instaló un almacén de ramos generales. La casa, destruida y prácticamente abandonada fue recuperada por el municipio y hoy es un espacio para diferentes tipos de manifestaciones culturales.

En Córdoba hay iglesias en cada sector, en cada barrio. Sin embargo, es en el Centro Histórico y sus alrededores donde los turistas encontrarán una síntesis cabal de la trascendencia de estas construcciones. El Centro Histórico sigue siendo el corazón de la ciudad, permitiendo retrotraerse a la parte más fascinante de la historia social, cultural y religiosa del país. Una escapada a “la docta” quizás no alcance para conocer todos sus atractivos pero bastará para que den ganas de volver.

Fuente:www.lacapital.com.ar /Por Norberto Puntonet

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