Usar el sentido común, sobre el Golfo San Matías Por: Antonio Torrejón

En esta Patagonia, poco poblada, algunos creen que rápidamente nos iría mejor si copiamos lo que hace o aprovecha, el vecino, sin darnos cuenta que la suma en todos los órdenes, es lo que acrecienta, lo sustentable, los capitales y la calidad de las ofertas…

Las ballenas en el amanecer del turismo del noreste del Chubut, las observamos al comienzo de los años de la década de los sesenta como una lejana posibilidad de gran parte del año, en esta maternidad del Atlántico Sur que son los protegidos Golfos: Nuevo y San José, este último el mal llamado (históricamente) golfo San José que es la bahía parte sur del Golfo San Matías, LLAMADO Puerto San José, desde las antiguas cartas marinas de los colonizadores que desde 1779 asentaron su intento de colonización y reivindicación soberana de España. Ese rincón del San Matías constituye, en alguna medida, un ámbito crítico, quizá el banco genético que le renueva y le posibilita la sustentabilidad al todo. Este gran golfo en un ciento por ciento le pertenece a la jurisdicción de las dos provincias. Lo que hace a una responsabilidad directa de ambas administraciones provinciales. Algo inseparable y poco repetido en la costa del océano Atlántico, mar Argentino. Imposible que en esta unidad de que podemos hablar de dos criterios de avistaje o “buceo con ballenas”, ya que en la improvisación, perdemos todos. Ambas provincias, tenemos científicos estudiando desde Madryn y San Antonio Oeste, como para irresponsablemente, improvisar, con lo que hoy, constituye una “esencia de convocatoria turística”, las ballenas. Los argentinos, al tomar desde la escuela primaria un contacto cotidiano con la geografía provincial y las rutinas políticas de ese nivel, nos olvidamos también de mirar y reflexionar sobre las realidades de la amplia naturaleza que nos rodea; en nuestro caso, la región patagónica, que no responde a los límites ni intereses exclusivamente geodésicos o políticos, sino que desde lo elemental funciona a partir de ámbitos homogéneos que le fue construyendo y perfilando «el creador supremo». Desde lo político, podemos definir «ejidos municipales», «departamentales», secuenciales o «provinciales», pero no desde la ecología y la multidisciplina del turismo, que funciona inexorablemente por ecosistemas o «productos turísticos» (comarca, corredor, región). Las especies vivas ocupan lugares por lo general no políticos, los turistas si vienen a disfrutar el mar en su extensión de playa, acantilados, grandes mareas y desbordante fauna, en ningún momento les parece un hecho rescatable «cruzar un paralelo» o jurisdicción política. Algunas razones elementales en las que debemos rápidamente conciliar la integración del golfo San Matías: observemos en un mapa que la mayor parte está en jurisdicción de la provincia de Río Negro, pero su sector sur, el borde norte de la Península Valdés y la misma margen de Punta Quiroga al paralelo 42° son jurisdicción del Chubut, junto con El turismo, la pesca sustentable y la transferencia marítima exportadora constituyen no sólo un recurso genuino de ambas jurisdicciones, sino que más allá uno de los esenciales, teniendo en cuenta la búsqueda de un futuro posible de esta parte de la región patagónica. La necesidad de poner con urgencia en marcha recaudos visionarios sobre esta situación es que se debe concretar una reunión primaria para echar las bases de una visión para el trabajo del conjunto y luego, a partir de las autorizaciones correspondientes de los poderes Ejecutivo y Legislativo de ambas jurisdicciones, ir por la vía de un «Plan de manejo participativo» tomando las definiciones que nos lleven a las mejores consecuencias.

UNESCO, al haberle concedido al Chubut, el calificador de «Patrimonio Natural de la Humanidad» a la Península Valdés, si avanzamos hacia el norte de la misma con claras reglas de juego, el calificador puede tomar como mínimo a la costa que llega frente a la Punta Colorada (frente a Sierra Grande). Hoy lo competitivo del turismo a nivel internacional exige lugares con los mínimos recaudos de manejo y sustentabilidad, legislada y ejercitada. No sería inteligente que Río Negro no aprovechara esta variable superadora, ya que fue la jurisdicción primera (1992) que estudio participativamente su orla Atlántica sobre el San Matías, y le dio por ley, status de “Sistema Natural Protegido”, ni tampoco que el Chubut dejara de avanzar con su socio natural en la presentación hacia el futuro de un sistema natural turístico y pesquero que sea modelo de responsabilidad local, con proyección y créditos hacia el futuro. Río Negro avanzó en un trabajo consensuado e interministerial en la Primera Ley de Costas del Litoral Argentino (1992-1995). Recaudo de avanzada que le permite en una construcción progresiva llegar a la previsión de un futuro que le potencie su propuesta de uso múltiple, pero sostenible. El estudio del Decreto reglamentario de esta Ley lleva 17 años, lo que le ha hecho perder muchas oportunidades de aportes internacionales, y el mayor de los prestigios hacia un futuro en esta parte, que tuvo todo en sus manos para ser “sustentable”. Chubut, sobre la Península Valdés, desde 1966 fue implementando un sistema de conservación y turismo que en l974 le dio condición de Parque Marino al golfo San José y ya en 1983 tomó estatus de Reserva Integral la Península Valdés, desde su meridiano oeste. En l997 se puso en marcha el Plan de Manejo de Península Valdés, que se concluyó dos años después, oportunidad en la que UNESCO primero le dio un lugar en la lista de los patrimonios naturales y el 4/12/1999, en Marruecos, la Asamblea de la UNESCO le otorgó la calificación de «Patrimonio Natural de la Humanidad». El Chubut tiene la mayor parte de la costa de Punta Quiroga al paralelo 42° sin la toma de recaudos de protección y manejo. Río Negro tiene que tomar definiciones en la segunda parte de reglamentar su ley de Costas, ya que se dieron algunos atisbos de «Área Protegida» que, salvo «Punta Bermeja», no pasaron del papel. Ha llegado entonces el momento de hacerlo a partir de un trabajo -superador- para el conjunto. El sector turístico inició estas acciones en ambas provincias, lo que obliga a que siga proponiendo hitos, en un moderno y adecuado avance. Recordemos que en esta república federal las evoluciones las debemos unir (de allí viene la definición de federar, federal), y este caso es una clara situación que para el bien de las dos partes no puede quedar sin ser asumido, por las partes, ya que como sostenía Gandhi: «No se hace un país diferente con gente desinformada,e INDIFERENTE”

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