Un pasaje para alentar a Los Pumas.Se estima que unos 3000 mil aficionados argentinos aterrizarán en Nueva Zelanda para la inminente Copa del Mundo; paquetes, precios y más datos para llegar a la final…
Daniel Erdocia es contador; Marcelo Tula Zicari y Ricardo San Juan, cirujanos; Pedro González Amorosino es administrador de empresas y padre de Lucas, que pelea por un lugar entre los titulares que este sábado saldrán a la cancha para enfrentar a Inglaterra, en el debut de los Pumas en el Mundial de Nueva Zelanda. Todos forman parte de la banda de Pucará y pagaron unos 4000 dólares por cabeza, entre pasaje y estada, para acompañar al equipo nacional durante los tres partidos de la primera etapa. Sus historias son similares a las de otros miles de compatriotas que cruzarán medio mundo, con el Polo Sur incluido, con tal de alentar a sus ídolos en tierra maorí.
Darryl Dunn, embajador de Nueva Zelanda en la Argentina, informó a La Nacion que se espera que 3000 hinchas albicelestes sigan a los Pumas en este Mundial.
La misión no es sencilla ni económica: para empezar, hay que tomar un vuelo de casi 14 horas hasta Auckland que cuesta unos US$ 2000. Luego, encontrar un hotel por menos de US$150 la noche en un país cuyas principales sedes han colapsado por el evento deportivo más importante de su historia. Finalmente, conseguir entrada (van de US$ 30 a US$ 460), otra tarea que a esta altura resulta difícil, ya que el Mundial comienza este mismo viernes con el debut de los All Blacks frente a Tonga. La otra opción es armar un paquete de dos semanas, cuyo valor hoy ronda entre US$ 5000 y US$ 7000 por persona con todo incluido, entre aéreo, alojamiento, tickets y traslados.
La gran mayoría de los argentinos que viajan desde Ezeiza irán a ver los partidos de la primera fase: contra Inglaterra (el 10 de septiembre en Dunedin), Rumania (el 17, en Invercargill), Escocia (el 25, en Wellington) y Georgia (el 2 de octubre, en Palmerston North). Si los Pumas, que integran el llamado Pool B, pasan de rueda, chocarán con Nueva Zelanda o Francia -del Pool A-, lo que, para los menos optimistas, es un ticket de regreso casi asegurado. «Ganarle a alguno de esos dos sería histórico, como cuando dimos la sorpresa contra Francia en la inauguración del último Mundial», recuerda Erdocia, que estuvo en la cancha ese día, en la fila 1, llorando de felicidad.
Junto a otros amigos inseparables, este contador de 51 años, casado, con dos hijos, tiene el ritual de seguir a los Pumas por todo el mundo. Esta vez, la aventura lo lleva más lejos que nunca. Daniel quiso alquilar un Motorhome pero, según contó, se habían agotado varios meses antes del torneo. La buena noticia fue que lograron abaratar costos parando en un tiempo compartido en Queenstown -sistema al que estaba adherido uno de los muchachos del grupo- y consiguieron una van para ocho personas (a US$ 1800 por 17 días) con la que recorrerán la isla Sur y Norte del país, separadas por el estrecho de Cook.
«En la isla Sur visitaremos el fiordo de Milford Sound y los caminos montañosos del Parque Nacional de Fiorland; también los centros de esquí de Coronet Peak, Treble Cone, y ciudades como Alexandra, Beaumont, Lawrence y muchas más. El 23 de septiembre cruzaremos a la isla Norte en ferry e iremos a un hostel con una habitación de diez camas, en Wellington», precisa Erdocia, que en ese tramo del viaje parece más preocupado por los guturales ronquidos de su amigo Tula Zucari que por cómo le vaya a los Pumas en la Copa.
Si se entera mi esposa…
El martes pasado se realizó en un restaurante de Martínez un cóctel despedida para el equipo, organizado por la empresa Play Patagonia, que dirigen dos Pumas: Rodrigo Roncero (alias Ro Ro, que integra el plantel que debutará el 10 contra Inglaterra), y Pedro Ledesma. «Estamos mandando entre 200 y 300 personas a Nueva Zelanda. Está claro que no es un Mundial económico, ya que nuestros paquetes andan por los US$ 6000; los que viajan son realmente fanáticos», aseguró Ledesma, sin dejar de bromear y dar palmaditas a sus compañeros rugbiers (era cierto lo del compañerismo en este deporte).
Al cóctel fueron invitados quienes compraron los packs de esta agencia. Como Alejandro Giménez, que va a estar allá dos semanas para presenciar los partidos contra Escocia y Georgia. «No te digo lo que pagué porque mi esposa me mata», avisó. Al oído confesó que si la Argentina pasa de ronda se quedará «un poco más», aunque se venga la noche cuando regrese a casa.
Otro fanático, Hernán González, viajará con su hija Martina, de 19 años, y Juan Cruz, de 17. «Martina es la que más insistió. Hace dos meses que queremos subir al avión; estamos reentusiasmados», afirmó, con la camiseta de los Pumas puesta y una pelota firmada por casi todo el plantel. Hernán y sus hijos estarán 20 días en Nueva Zelanda, recorrerán ocho ciudades y asistirán al partido inaugural y a tres del equipo capitaneado por Felipe Contepomi.
La opción de visitar el país en Motorhome también fue muy elegida. Es el caso de Patricia y Hernán, que alquilaron uno para desplazarse de una sede a otra. «Vamos con nuestro hijo Emanuel, que juega en Banco Nación», contó, mientras Ro Ro Roncino vaciaba una mesa de sándwiches y saludaba al blondo cantante de la banda anfitriona del evento.
Las ciudades donde juegan los Pumas tienen muchos atractivos por descubrir. En los alrededores de Dunedin se extienden los majestuosos fiordos de Nueva Zelanda, recorridos por cruceros durante todo el año, y en los alrededores de Invercargill se despliegan zonas de viñedos. En Wellington, los argentinos encontrarán un hermoso puerto con mucha vida cultural, mientras que Palmerston North, sede del partido contra Georgia, es un centro agropecuario tranquilo y pintoresco.
Finalmente, a los miles de argentinos que viajan desde Ezeiza se suman muchos jóvenes compatriotas que se fueron a Nueva Zelanda con programas de work & travel y trabajan en la cosecha de manzanas y kiwis (el denominado fruit picking).
El 10 de septiembre, en el partido contra Inglaterra, los encontrará a todos cantando el Himno, palpitando cada tacle. Y, quién sabe, quizá se dé el primer batacazo del torneo.
Numeros para el campeonato
3000 argentinos viajarían para ver el Mundial de rugby
US$ 6000 cuesta un paquete de dos semanas con todo incluido
US$ 30/460 cuestan las entradas para ver los partidos
US$ 1800, el alquiler de una van por 17 días para viajar en grupo de una sede a otra
Fuente:Por Jose Totah | Para LA NACION