Sólo en las últimas décadas la comunidad científica se ha asomado integralmente al misterioso mundo de los grandes cetáceos y ha quedado maravillada ante los descubrimientos que le han proporcionado sus incipientes investigaciones, de allí nuestro caso del Sistema que representa la Península Valdés… Patagonia – Argentina…
Algo de Historia En Argentina, Península Valdés, desde el Organismo Turístico de Chubut en 1966, solicitamos a la Fundación del Zoo de New York, (vía su Vicepresidente, Robert Goelet y el Director William Conway) el estudio de las últimas comunidades de ballenas de vida costera, la Franca del Sur, con al idea de vender su curiosidad como producto turístico, pero más allá, con la sensibilidad de encontrar por la vía de un mayor conocimiento, su protección. En 1968, el OPT de Chubut, instala, con la ayuda de la Administración Nacional de Parques (Gestión, Ing. Constantino) frente a la Isla de los Pájaros un laboratorio de Vida Silvestre, dirigido por el Prof. Juan Daciuk (adscripto de Parques Nacionales), el que comienza hacer la contraparte de los estudiosos extranjeros, que llegaban. Invitamos en el avance de los trabajos al Asesor científico del Presidente -de facto- Ongania, el Dr. Mariano Castex, a quien le solicitamos que nos ampliara y subsidiara estos trabajos, lo que significó que los asumiera, desde el Observatorio de “Geo-Heliofísica” de San Miguel, y luego duplicó la apuesta con la fundación del CENPAT de Madryn. De esta forma Argentina, desde el golfo Nuevo, proyectaba una incipiente propuesta Científica, con la que Chubut, pudo hacer el estudio previo de el total de la naturaleza, que incorporaba al turismo. Luego de una serie de respuestas a datos que nos requerían del Zoo de N.Y. nos avisaron que enviaban (sin costo para nosotros) al experto Royer Payne, a quién le preparamos su Campamento de Trabajo en el lugar que eligiera al este del Golfo San José, con el OPT, acompañando desde los puestos de Guarda faunas y desde el CENPAT. Ya por esos tiempos, se planteaba que una ballena que atrae a miles de turistas en avistaje, genera más riqueza y sigue viva, que con la atávica y cruenta transformación en carne y aceite. Por desgracia los lobbies de países como Japón fanáticos de la ballena muerta, no se avienen a preservar algo ya tan frágil y emblemático, para Argentina, hoy. Por ejemplo, la ballena Azul, el leviatán por excelencia, cuyo tamaño excede en mucho al de los dinosaurios o el de cualquier otro ser vivo que jamás haya estado en el planeta, ha visto reducida su población de cientos de miles de ejemplares a pocos centenares que transitan el camino de la peligrosa extinción, algunas visibles frente a Palena en Chile. Los primeros prestadores de servicios de avistaje en esta etapa al comienzo de los años setenta y cuatro, que contribuyeron en las experiencia fueron: Mariano van Gelderen y Jorge Schmid, aliados, -padres del avistaje patagonico- en este turismo responsable que impulsé desde el Organismo Turístico de la Provincia del Chubut.
La antropóloga Joan Mc Intyre ha logrado proyectar a través de su obra, una impresionante imagen de la vida psíquica y social de estos cetáceos, que durante millones de años fueron amos absolutos de los mares y cuyos cerebros alcanzan un grado superador al de la mente humana, mucho antes de que el hombre apareciera en la Tierra. A los científicos les cabe poca duda de que las ballenas y los delfines son, en las palabras de F. Buckminster Fuller, portadores de informaciones y funciones críticas para la regeneración de la vida en nuestro planeta. Su eliminación constituye por lo tanto un trágico error de la humanidad. Más que ninguna otra forma de vida, las ballenas han llegado a ser el símbolo de los problemas del manejo de nuestros recursos vivos, declaró años atrás el asesor científico del Consejo de Calidad del Medio Ambiente de los EE.UU., Lee Talbot. Así también lo consideró la Primer Conferencia Mundial del Ambiente, que recomendó en Estocolmo fortalecer la Comisión Ballenera Internacional, acordando una veda de diez años para su recuperación. La OPT, colaboró con el Comandante Jacques-Ives Cousteau, filmando en las aguas que rodean Península Valdés, sostenía ante los mensajes que proyectaba al mundo que el nuestro era uno de los últimos reductos de cetáceos, y expresaba al periodismo internacional: no se puede negar que existe preocupación mundial por la suerte de las ballenas y que hay consenso unánime de que su caza, en nuestros tiempos, es un absurdo. 1970, la Sociedad Zoo. De Nueva York, becó a los Cursos de Capacitación sobre Manejo de Áreas Protegidas de la Universidad de Michigan EE.UU al Director de la OPT, A. Torrejón. Chubut, no paro aquí en las investigaciones de apoyo científico, ya que desde 1971, puso en marcha un original y autofinanciado sistema de Auditoria Científica, bianual, con la convocatoria junto a la OEA, de los Seminario Internacionales sobre Areas Naturales y Turismo, esto trajo con minumo costo, casi 200 especialistas en fauna, flora y gea, que recorrían en debates y talleres, todas la Areas Protegidas de Chubut, dando en cada etapa, sus conclusiones y recomendaciones, y gran difusión mundial. a propuesta de la Dirección Provincial de Turismo, que tomo el camino de la Legislatura, Diputados: Agustín Torrejón y Venicio Fenizzi, el Gobernador Benito Fernández, en 1974, promulgo la Ley, creando el Parque Marino Argentino, de condición Provincial, sobre el Golfo San José, aportando el máximo acompañamiento a los estudios que sobre este escenario realizaban, por iniciativa de William Conway y el Zoo. de Nueva York , el biólogo Royer Payne, y el CENPAT ( Jiménez, Scolaro y otros).
1983, Chubut, da protección total a la Península Valdés, como Área Protegida Integral. Un año después se colaboramos con el Parlamento, consiguiendo que por Ley Nacional, nº 23.094 durante el año 1984. se le de status de Monumento Natural a la Ballena Franca del Sur, lo que incorpora transitoriamente la responsabilidad concurrente de Parques Nacionales (Ministerio de Turismo de la Nación)
1999, luego de la realización de un Plan de Manejo Participativo, que aprobó la UNESCO, Argentina y Chubut. Logramos la calificación de “Patrimonio Natural de la Humanidad”, para el Sistema Península Valdés”
Año 2003, el Municipio de Madryn, hace un perfeccionamiento del sector Península Valdés, que involucra el ejido Municipal de Madryn, en el que trabajan profesionalmente en la redacción de un plan de trabajo complementario que le da status de Área Particularmente con protección municipal hasta el ejido entre las rutas provinciales 2 y 1. Turismo, este moderno impulsor de la vida, está contribuyendo desde estas costas patagónicas un nuevo avance para la formación de una nueva conciencia responsable, que por la vía del conocimiento del pueblo local y el forastero nos permita esclarecernos de que nuestro sector es una moderna herramienta para ayudar al autofinanciamiento de estos procesos la educación y la investigación, y una moderna formación cultural cerrando con el conocimiento de que por encima de todo nos ratifica que: ECOLOGIA es por encima de todo “economía con futuro”
(1) Fundador del Organismo Provincial de Turismo de la Provincia del Chubut (1964-1972 – 1996-2000) Asesor Honorario Provincial: 2001-2003. Asesor Honorario del Ministerio de Turismo de la Nación: 2003-2013.