Río Negro: Para este verano, podes encontrar lo que estas “buscando” en…Playas Doradas

Dependerá de tu edad, formación, necesidad del momento…elegir donde pasar las vacaciones de verano, es todo un desafío. Por lo pronto les cuento que visitar Playas Doradas es una experiencia diferente…es como sentirse en un punto Florentino Ameghino o Jaques Costeau…

 

Hay tanto para caminar, descubrir, disfrutar que es muy poco lo que puedo contar…pero intentare narrarles mi experiencia. El primer día camine por la playa hasta que aparecieron las piedras. Allí como un “faro” me recibió la pequeña gruta de piedra construida por un lugareño… Es casi “milagroso” como resiste el oleaje desde que la construyo. La imagen de la Virgen de Lujan, en ese lugar donde los dos únicos sonidos que se escuchan son el del mar y el canto de las aves, es muy parecido a la antesala del “encuentro con uno mismo”.

Cien metros más allá hay una playita que uno la siente como su descubridor…Pero los doscientos residentes permanentes de la Villa veraniega, la bautizaron La Ollita”. Yo me sentí “el adelantado Dn. Julio Ramírez Aquino” y la re-bautice…”Donde mueren las algas”. La forma en que ingresan las olas y la frondosa da vegetación submarina, forman una “escolleras de algas” donde gran variedad de aves, buscan comida. Casi no se inmutan, cuando me acerco…pero lo hago más con el sum de mi cámara fotográfica, qué con mi humanidad…Ellas siguen en lo suyo y casi percibo “un dialogo” entre las distintas especies que allí conviven.

Mi “Lumix” se recalienta de tanto disparar y en cada clic, pretendo retener los colores, sus vuelos y trinos…casi todo lo puedo hacer…pero imposible retratar el olor a sal de mar azul…imposible retener el sonido suave pero constante de las pequeñas olas que siguen sumando hojas de algas que vienen de las profundidades del” Golfo Más Azul del Continente”.

Las playas “céntricas” con servicios de guarda vidas son con tan “dulce declive” y tan amplias que podes sentir la inmensidad que te abraza y te hace olvidar por un largo rato que sos mortal.

Hay en Playas Doradas, alojamientos de buen gusto y calidad…pero todo rodeado de una mistica. Los que quieren que crezca y se difunda a ultranza y los que quieren un crecimiento ordenado y con todos los servicios. La ciudad “madre” es Sierra Grande. De donde proceden todos los fines de semana la mayoría de los turistas. Pero también vienen de distintos lugares de la Provincia y otros lugares de la Patagonia.

Años tras año, su fama se acrecienta y son más los turistas que buscan, descanso, tranquilidad, seguridad,” 0 disturbios “y aguas cálidas y transparentes. Sin nada que los perturbe. No tiene prácticamente hasta el momento vida nocturna. Hay algunos restaurantes con comidas típicas y locales comerciales para comprar comidas para llevar y artículos regionales.

Nuestro recomendado para alojarse, especialmente para parejas, sin mascotas y con vista al mar, que para sentirlo solo hay que abrir los ventanales es YENE, (e-mail: yenedorada@hotmail.com Tel Cel: 02920618044) que como dice su propietario y excelente anfitrión, José Pezzano…”Es un lugar para volver a enamorarse”

No quiero cansarlos…pero el segundo día, hice el recorrido para el otro lado y tenía tanto, tanto…para disfrutar que hasta aquí llegue.

Fuente y Fotos: Julio Ramírez

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