Trevelin, ubicada en el departamento Futaleufú, provincia de Chubut, es un destino que lleva el encanto en su cotidianidad. Trevelin significa “Pueblo del Molino” y se refiere al primer Molino Harinero instalado en la zona hace muchos años. Pero Trevelin es más que esta anécdota orgullosa: también lleva en su nombre tulipanes y té…
Son estos dos componentes los que, conjugando la belleza y la simpleza, se han convertido en una marca oficial de un destino que asoma su encanto en esos momentos cotidianos, en esas postales asombrosas.
El té se ha convertido en una tradición, que está muy anclada a las costumbres galesas, es un rito que se celebra a diario en la compañía de los seres queridos. Pero en aquella infusión, además de intercambiar palabras y anécdotas, se intercambia la cultura y el pasado, la historia y lo propio, es por ello que el té es la identidad de esta ciudad y sin dudas, un atractivo y un punto obligado de visita para quienes llegan aquí por primera vez.
Son varias las casas que se dedican al té galés y, a la deslumbrante escena que tenemos en el exterior, una ciudad cobijada por montañas, se suma un motivo más para terminar de enloquecer a nuestros sentidos: una mesa bien puesta, con tartas variadas (la torta negra galesa es la “reina”) y algunos dulces regionales. Entre los locales recomendados están Casa de Té La Mutisia y Casa de Té Nain Maggie, una de las primeras en instalarse.
Y aquellos que visitan Trevelin en octubre, tienen la gracia de poder asistir a uno de los espectáculos más hermosos: el florecimiento de los tulipanes, que embriagan con sus colores,que cambian radicalmente la apariencia de ese paisaje que desde mayo, cuando se hace la siembra, espera el milagro de la naturaleza.
El gigantesco campo de tulipanes pertenece a la familia Ledesma y consigue quitarle el protagonismo a los cordones montañosos, con sus formas tan delicadas y esos colores tan brillantes. Allí hay más de 25 tipos de tulipanes, reinventando su propio arco iris. Pero en realidad, la mirada atenta de los productores no está puesta en la flor sino en el bulbo, el cual exige que se corte la flor para formarse y luego ser cosechado para la venta como planta decorativa. Así, una nueva cosecha estará pronta a venir: el verano es el momento en que la familia Ledesma se verá involucrada de lleno, con un trabajo a mano. Se puede recorrer el sitio durante las 4 semanas que dura el romance, de 8:30 a 18 horas, abonando una entrada.
P/D: A los argentinos, nos gusta “la yapa” y Trevelin, aunque de costumbres galesas, lo sabe: la cercanía al Parque Nacional Los Alerces y a las Cascadas Nant y Fall hace que no tengamos ningún rodeo al momento de elegir visitar este destino. Asimismo, en las afueras de Trevelin, un molino de agua Nant Fach hace honor al “Pueblo del Molino”.
Fuente:http://zoomargentina.net/
por Fátima Seppi Viñuales
Lic. en Comunicación Social