Encarnación: un polo comercial que se convirtió en centro turistico paraguayo

La ciudad paraguaya de Encarnación y sus zonas aledañas adquirieron nivel turístico en los últimos años cuando se terminó la represa de Yacyretá, por lo que se desarrollaron playas fluviales y una excelente hotelería que atrae a miles de vecinos de Paraguay y Argentina.Aunque una parte de la ciudad se perdió bajó el agua, el resto revivió con más fuerza, mantiene su vital actividad comercial y ahora alberga un polo turístico del que se puede disfrutar con precios muy accesibles…

«La Perla del Sur» fue fundada el 25 de marzo de 1615 por los jesuitas, encabezados por el entonces sacerdote Roque González de Santa Cruz y es la capital del departamento de Itapúa, a 365 kilómetros de Asunción, a la que se llega por ruta cruzando la tierra colorada y todos los verdes imaginables.

El religioso tardó seis años en recibirse, partir al sur del país, proponer la creación de la ciudad y fundarla con el auxilio de los guaraníes que vivían en la zona, quienes adoptaron al cotalocismo, prédica que consistió sobre todo en igualar las creencias originarias con el cristianismo, al punto que hasta hoy Dios y la Virgen llevan en guaraní el nombre de los dioses de los aborígenes.

La llaman «la ciudad más fría del país» debido a las bajas temperaturas de su clima subtropical, sin estación seca, con una media anual de 20 grados, mínima de -5 en invierno y máxima de hasta 40 en verano, detallaron voceros de la Secretaria Nacional de Turismo (Senatur) de Paraguay.

Encarnación es un importante polo comercial y mantiene un fuerte vínculo con la ciudad de Posadas, de Argentina, conectada a través del puente carretero y ferroviario San Roque González de Santa Cruz, que cruza sobre el río Paraná.

Es un importante puerto fluvial y por estar en la frontera con Argentina muchos de sus habitantes se dedican al rubro comercial, teniendo sus negocios en diferentes polos mercantiles de sus alrededores.

La zona puede dividirse en el Centro de la ciudad, conocida como la Zona Alta y también el nuevo Circuito Comercial, en cercanías de la aduana de Encarnación y del puente Internacional, que reemplaza a la antigua Zona Baja, ya inundada por las obras de Yacyretá.

La represa que se ideó en 1958 y se terminó de poner en marcha en 2011, se inauguró en 1998 bajo un manto de sospecha de corrupción contra los gobiernos de ambos países, pero además de proveer energía a ambas orillas ahora generó un nuevo paisaje que los paraguayos aprovecharon mejor que los argentinos.

Como capital del departamento de Itapúa, es sede de la gobernación del mismo estado, y además, de la municipalidad del distrito de Encarnación.

Es la segunda ciudad en importancia del Paraguay y como tal cuenta con un buen servicio de salud, exquisita gastronomía, lugares de entretenimiento y adecuados medios de transporte.

Tiene consulados de Alemania, Argentina, Uruguay, Japón, Brasil y Ucrania. Y posee una ciudad hermanada: Posadas, con la que forma parte de lo que los urbanistas llaman conurbación.

La ciudad dispone de una buena infraestructura turística, ya que cuenta con numerosos hoteles de todos los niveles y locales gastronómicos de hasta cinco tenedores, que ofrecen una excelente atención al turista, detallaron las fuentes.

La gran mayoría de los turistas visita la ciudad durante el cálido mes de febrero del verano meridional para asistir a las fiestas del Carnaval Encarnaceno, el más importante del país, al punto de que ahora llaman a la ciudad «La capital del verano», con lo que agregan diversión a los baños en el río, las compras y las comidas regionales o internacionales.

También la visitan quienes vienen de regreso de su viaje a las famosas Cataratas del Iguazú, en la llamada Triple Frontera, que tienen así la oportunidad de ponderar su costanera, inaugurada hace pocos años, que atrae por su encantadora arquitectura y funcionalidad.

Además, posee varios atractivos turísticos como su cercanía a la Misión Jesuítica de Santísima Trinidad del Paraná y la Misión Jesuítica de Jesús de Tavarangüé, declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993; el Centro Astronómico de San Cosme y Damián; y el Oratorio de la Virgen de Itacua.

Fuente y fotos: Télam

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