Villamontes, una joya de Bolivia a pasitos de Argentina para hacer turismo ecológico y safaris fotograficos

Desde Salvador Mazza, en Argentina, por Yacuiba, se está en Villamontes en apenas una hora de viaje en auto. Vecina de la ciudad de Tarija, la zona fue cabecera de las operaciones militares de la guerra en la que se enfrentaron Bolivia y Paraguay.La ciudad boliviana de Villamontes, sobre la frontera con la Argentina y a sólo una hora en auto desde Salvador Mazza, cuenta con atractivos turísticos increíbles en el alto río Pilcomayo, donde se pueden hacer deportes acuáticos, pesca, safaris fotográficos, baños termales y excursiones de gran valor histórico relacionadas con la conquista española y la Guerra del Chaco…

Vecina de la ciudad de Tarija, la zona fue cabecera de las operaciones militares de la guerra en la que se enfrentaron Bolivia y Paraguay en la década del 30, por lo que fue sometida a asedio y tuvo varios centenares de muertos.

Pero hoy, la sierra, la selva y el río dan lugar a un paisaje único: desde Villamontes se puede salir a recorrer sus múltiples atractivos, como El Angosto o Cañón del río Pilcomayo, a 10 Km de la ciudad, lugar de impresionante belleza, donde la erosión eólica dibuja extrañas formas de fauna salvaje en las milenarias rocas montañosas, y donde se extienden puestos de pesca aptos para disfrutar, parrilla en mano, de apacibles jornadas familiares.

La pesca es importante para la región, sobre todo para los pueblos originarios, los matacos, ya que ocupa mano de obra y genera ingresos, además de proveer un producto sustituto de la carne vacuna con un alto poder nutritivo y bajo costo.

Especies como el sábalo, el dorado y el surubí, son muy requeridos durante la temporada de pesca que se prolonga de mayo a septiembre, época invernal cuando el nivel del agua desciende.

Este imponente caudal acuífero de estremecedora y cautivante belleza también constituye un lugar inigualable para safaris fotográficos, largos paseos y deportes acuáticos.

Con altitudes que van desde los 265 metros a los 5.200 sobre el nivel del mar, con una profundidad de 6,6 metros, un ancho de 150 metros y un caudal promedio anual de 203,14 metros cúbicos por segundo, el río Pilcomayo reina desde esas latitudes hasta el Paraguay.

A 5 Km de Villamontes, sobre la ruta troncal a la ciudad de Tarija, se encuentra un centro termal muy visitado por sus propiedades curativas de medicina natural.

El Parque Nacional Aguarague es un área de manejo integrado protegido, ubicado al oeste de la ciudad, muy propicio para el turismo de aventura y turismo ecológico, donde se pueden desarrollar excelentes safaris fotográficos rodeados de la fauna y flora propias de la región, además de fuentes y corrientes naturales de cristalinas aguas.

Precisamente, a 4 Km de las últimas estribaciones de las serranías del Aguarague, camino hacia la ciudad de Tarija, está Tampinta, una de esas fuentes de agua cristalinas y frescas, rodeadas de exuberante vegetación.

Tarairí, comunidad guaraní de gran valor histórico y que fue epicentro de fuertes combates al final de la Guerra del Chaco, constituye hoy una zona citrícola con excelente calidad en naranjas, mandarinas, pomelo, lima, limón y otras variedades de frutas. La zona es apta para el turismo ecológico y de aventura, sano esparcimiento y divulgación histórica.

Otra comunidad interesante y con población indígena es Samayhuate, a 10 Km de Villamontes, que también fue escenario de algunos acontecimientos relacionados con la Guerra del Chaco.

En la zona se valora mucho el puente ferroviario construido el 31 de mayo de 1944, entre Bolivia y Argentina, parte del proyecto de la ferrovía Yacuiba-Villamontes, una mole de hierro de 570 metros, que fue ejecutada por la Comisión Mixta Argentino-Boliviana y que constituye un orgullo para la tecnología del 40 y una reliquia para la ciudad.

La Misión Franciscana es una estructura de tipo colonial construida en los predios de la congregación que, como los jesuitas, trabajó en el continente, y donde en la actualidad se desarrollan diferentes eventos cívicos, históricos y culturales.

La Iglesia San Francisco Solano se erigió como símbolo de reconciliación entre la Iglesia y el Estado, luego de que en 1905 el presidente boliviano Ismael Montes dispusiera el establecimiento de autoridades administrativas civiles y militares en la misión, con el nombre de Villamontes, afectando a los misioneros a la monumental obra.

La ciudad cuenta hoy con el paseo peatonal 24 de Julio, sobre la Avenida Héroes del Chaco, frente a la plaza 6 de Agosto; con la Parroquia San Francisco Solano; y el Museo Histórico construido en 1937 por el mayor Emilio Luján, sitios muy dignos de ser visitados.

Allí también está el Monumento al Soldado Desconocido en representación de los caídos en la Guerra del Chaco, donde Bolivia perdió 200.000 efectivos, el doble de los que perdió Paraguay, según distintos documentos de la época, y que se cerró con la mediación del canciller argentino, Carlos Saavedra Lamas, quien obtuvo por eso el premio Nobel de la Paz en 1936.

La temperatura promedio de Villa Montes es de 23,4º pero en invierno puede bajar hasta 5 o 7 grados en las noches, a causa del ingreso de «surazos» (vientos fríos y húmedos) mientras que en verano puede trepar a los 49 grados.

A la ciudad de Villamontes se puede llegar desde Santa Cruz de la Sierra por ruta en una seis horas. También hay un tren que une ambos destinos y otra opción es ir por tren o en ómnibus desde Tarija, por El Angosto.

Desde Salvador Mazza, Argentina, por Yacuiba, se está en Villamontes en apenas una hora de viaje en auto.

Fuente y fotos: Télam

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