El recorrido es uno de los principales atractivos turísticos de Tucumán. Transita por 20 talleres ubicados en los alrededores de Tafí del Valle.Transitar la Ruta del Artesano -a unos 100 kilómetros de San Miguel de Tucumán- y visitar los hogares de los artesanos es ingresar a una dimensión en la que el tiempo transcurre lento y parsimonioso, a través de los paisajes de montes y llanuras que rodean los talleres donde se producen utensilios, ropas y obras de arte en cuero, lana, arcilla, piedra y otros materiales ancestrales…
El titular del Ente Autárquico Tucumán Turismo (EATT), Sebastián Giobellina, señaló a Télam que «este atractivo es el resultado de una fuerte política de este organismo de recuperación, desarrollo y promoción de la actividad artesanal en el Valle de Tafí».
Las artesanías son realizadas en forma totalmente manual, con herramientas de fabricación propia y procesos de transformación de la materia prima, que fueron transmitidos de generación en generación.
Estas características, según el funcionario, son las que hacen que «en cada objeto terminado encontremos un ejemplar único e irrepetible».
El recorrido arranca en la localidad de Tafí del Valle y la primera parada es el pasaje Eliseo Tolaba, en El Churqui, donde Ramona Luna y su joven hija María José residen en una pequeña casa que funciona como taller.
Luna, dedicada a la fabricación de menhires, urnas lloronas, vasos antropomorfos, vasijas y máscaras, afirmó sobre su inmersión en la actividad: «empecé con este trabajo por necesidad económica, y ahora estoy satisfecha porque además de conseguir mi sustento desarrollo una tarea digna, que revaloriza la cultura de esta zona».
En ese sentido, la secretaria de Bienestar Social y Turismo de Tafí del Valle, Jessica Yapura Astorga, dijo que «el resultado de los trabajos, además de ser utilitario y decorativo, es parte de la mejora en el nivel de ingresos y constituye una fuente de trabajo estable para todos los artesanos».
La Ruta del Artesano tucumana sigue en Los Alisos, un paraje enclavado entre los cerros en la zona de Las Carreras, en el Mollar, donde Rogelio Romano tiene su taller de tejidos.
Romano sostuvo que se dedica a este oficio «desde hace 15 años» y manifestó que las técnicas de tejido que aplica «las aprendí de mi mamá, que las había heredado de mi abuela».
«Vivimos rodeados de animales y entre paisajes increíbles y, por ese motivo, siempre tenemos materia prima cerca y mejoramos mucho nuestra calidad de vida», remarcó el tejedor.
Giobellina acotó que «en estos trabajos se revitaliza el valor cultural y se afianza una identidad muchas veces olvidada, porque los artesanos viven en esta zona rural y pertenecen al pueblo originario Diaguitas Calchaquíes».
Los artesanos de los valles conocen su pasado, sus personajes, su lenguaje, sus valores, sus sueños y su tierra y, a través de sus obras, cuentan historias de sus ancestros, la que logran plasmar en cada una de las piezas que producen.
«Esto hace que al realizar este recorrido que nos transporta al pasado, los turistas puedan apreciar el valor intrínseco de cada artesanía y la cultura ancestral de los pueblos de esta zona», puntualizó el titular del EATT.
Las historias relatadas por Ramona Luna y Rogelio Romano se multiplican en esta zona de los Valles Calchaquíes, donde los artesanos, con el apoyo del Ente y mucho esfuerzo, lograron que sus productos sean algo más que simples objetos para comerciar, transformándolos en vehículos para alcanzar un trabajo digno y transmitir valores culturales e históricos.
Los recorridos por la Ruta del Artesano se realizan todos los viernes a las 15, con salida desde la estación de servicio ubicada en la esquina de Juan Calchaquí y Avenida Perón, en Tafí del Valle.
Fuente y fotos: Télam